Atendiendo

Senti su respiracion rapida y acelerada, y el corazon latiendola a toda velocidad bombeando lo que quedaba de sangre a cada parte de su cuerpo que ardia de placer. Mordio suvemente sus labios cuando lo beso por segunda vez.

Abrio los ojos para encontrarse con los suyos y seguir su mirada, sintio su mano sobre su sexo y su exitacion aumento, deseaba que lo tocara, sentir su piel helada en contacto con su cuerpo que hervia.

Le costaba trabajo hablar, sus sentidos estaban anulados por el placer que le daba el cuerpo de Meith. De todos modos hizo un esfuerzo por articular algunas palabras.

-No... No fue nada-susurro apenas.

Sentí sus labios apretados por las bellas perlas ajenas, que reacciono exhalando un repetido jadeo. Invado el interior ajeno con mis ojos cerrados, moviendo mi lengua llenando su interior mojado, con mi extraño sabor.

Escucho sus palabras bajas y perdidas y siento como su miembro esta vibrante, deslizo mi mano bajo la tela interior, tomando con mi fría mano su ardiente sexo, acariciandole despacio y pausado, con un ritmo erótico, agitado.

Peino su cabello con mi otra mano, besando su mejilla, lamiendolas despacio.

Él gimio repetidas veces al sentir como acariciaba su ardiente miembro, cerrando los ojos dejandose llevar por el placer, su lengua recorria eroticamente sus mejillas al abadonar su boca.

Con sus manos hizo que se quitara su camisa, queria poder observar su fuerte y musculoso cuerpo, bien formado y perfeto. Recorrio sus pectorales y su vientre, arañandolo apenas cuando la exitacion aumentaba presa de un desenfrendao placer. Sentia su cuerpo contraerse con cada espasmo de placer que aquel hombre probocaba en el.

Me sentí despojado de mi ropa, experimentando la sensación de aquellas extrañas manos recorrer arañando mi vientre, y dentro de mi cabeza la exitación nublaba mis pensamientos, queriendo llegar aún más lejos.

Miro aquella mueca exitada en el rostro ajeno, tan exquisitamente pervertido, sumizo, radiante y sexual.
Bajo con mi lengua hasta el pecho nuevamente, mirandole desde abajo.

-Que desea que haga con usted...- Sin dejar de masturbarle, apurando los moviemientos falicos con mas repeticion.

Disfrutaba de cada una de sus acciones cada vez más al limite. Gemia entrecortadamente con la respiracion agitada, y con algunos espasmos de placer cada tanto.

-Quiero... que haga lo que usted desee....-respondio con los ojos cerrados, confiaba en el plenamente, y queria complacerlo, hacerlo sentirse como él se sentia en esos momentos, transmitirle al menos un poco del inmenso placer que el le proporcionaba.

Sin alejar mi mano de la fuente de placer ajeno, subo mis labios hasta su cuello, estiro mi lengua contra su lobulo resaltando mis colmillos y mis ojos sentellantes, y digo:
-Y lo que yo deseo es llevarle a la gloria...- Jugando con mi dedo en la punta de su sexo y con la mano libre acaricio los cabellos de Aoki, separandolos en finos montones, desfilando con mi mano en forma de abanico, mis dedos, por sus pezones duros.

Sentia escalofrios que recorrian todo su cuerpo cuando sus manos fuertes pero delicadas recorrian sus puntos sensibles exitandolo cada vez más, sentia su lengua y sus labios a la altura de su cuello y su oreja.

Eso no era justo, tambien queria darle placer a ese hombre que lo hacia sentir de un modo unico. Se incorporo apenas y comenzo a besar desesperadamente su cuello, dandole pequeñas y suaves mordidas, dejando suaves marcas rocas a lo lago de su dura y blanca piel. Bajo sus manos buscando su cinturon el cual desabrocho enseguida, para luego hacer lo mismo con el boton y el cierre....

Las manos de Aoki de un momento a otro se movieron ávidas hacia mi pantalon, y su boca se apodero com un gran depredador sobre mi cuello.
Busque impulso y lo tome de las caderas, girandolo arriba mio, teniendolo en frente, mirandolo atento.
Arquee mi espalda levemente al sentir como besaba mi piel, comenzando a sentir dentro un fueguito gradualmente mas ardiente. Y mientras mi livido iba aumentando, mis evidencias corporales también, poniendome duro.

Sonrio apenas al encontrarse ahora sobre el, teniendo mas control de la situacion, siguio besando su cuello bajando por su pecho al notar como su cuerpo reaccionaba ante sus estimulos, le agradaba ver como lo hacia reaccionar. Comenzo a jugar con el elastico de su ropa interior, bajando su mano un poco hasta toparse con su sexo, duro y caliente, comenzo a tocarlo suavemente sobre la ropa interior, frotandolo.

Su boca se entretuvo en uno de sus pezones, lamientolo y mordiendolo alternativamente mientras que con su otra mano tocaba sus humedos labios. Siguo con la derecha acariciando su sexo, de a poco introdujo su mano en la ropa interior de aquel hombre tocando ahora directamente su miembro, primero lo toco apenas, con la punta de los dedos, haciendole masajes delicados, para finalmente tomarlo mejor entre sus dedos comenzo a masturbarlo.

La curva producida en mi espalda se marcó aún más al producirse aquel rose, no estaba preparado para esos juguetones rozes, y lo demostrab claramente en mi rostro sorprendido.
Mi mueca estubo lejos de mantenerce asi, sintiendome anesteciado, aquellas caricias me relajaban y aumentaban mi livido, mi voz, y mis pensamientos volaban.
Apoye mi mano contra su cabeza, com si en mi accion fuera escondida la palabra "fuerte", bajando luego para rasguñar sus espalda en el camino, desnudando sus palidos hombros.
El me estaba masturbando habilmente, cuando siento como un halo de vapor escapa de mi boca... desatando mi pasión, nublando mis ojos.

Él siguio masturbandolo rapida y habilmente mientras segui besandolo y lamientolo a lo largo de su pecho bajando lentamente hasta llegar a su abdomen. Introdujo delicadamente su lengua en su omblgo jugueteando un poco con él, manteniendo los ojos cerrados, disfrutando de su suave textura.

Siguo bajando un poco más con sus labios hasta encontrarse con su sexo, lo lamio suave y despacio, primero los extremos hasta llegar a la punta a la que le dedico especial atencion, su sabor era exquisito. Aparto su mano de alli y bajo un poco más su ropa interior dejando sus nalgas expuestas las cuales empezo a masajear de modo sugerente. Mientras tanto, metio de a poco el miebmbro dentro de su boca, dando mas placer que antes con su húmedad.

Mis pupilas se elevaron a un plano superior, aquel contacto, esa boca estrechando mi erecta sexo, denotaron aquel gusto por la rebeldía ajena, una rebeldía que estaba dominando en su entrepiernas.
Entonces por mi mente pasaron aquellas sádicas ideas de hacerle notar que era su señor, aprontando, maravilloso la cabeza de Aoki para sentirlo suyo.
Aquella humedad me hacia tiritar, apretar con la mano libre la blanca sabana que cubria la camilla, tan pura, que nos recordaba cuan grande era nuestro pecado.

-A...Aoki...- Musité su nombre apoyandome en mis codos, la imagen que me entregaba el contrario era asombrosa, manejaba con delicadeza mi miembro, tan así... que mi repasé mis labios con la lengua, dejando escapar un grave gemido.

Tanté la columna de su fina arquitectura, deslizando el dedo hasta llegar muy abajo, hasta lo que mi anatomía me permitía mientras le seguía con los ojos cada vez más rojos, exibiendo mi placer infinito, arquenadome hacía atras saboreando aquel momento.

Curvo apenas los labios en una sonrisa al sentir su cuerpo responder, ardiente, a sus acciones, le estaba dando el placer que tanto deseaba, queria verlo enloquecer, y sentia que lo estaba logrado, lo hacia sentir poderoso, como si aquel hombre dependiera, de algun modo, de sus acciones.

Siguio saboreando su miembro un poco mas, rodeandolo con la lengua, masajeandolo y haciendo presion cada tanto para darle más placer. Finalmente lo quito de su boca y se incorporo apenas para mirarlo, fascinado al ver su expresion de placer, sabiendo que él era el motivo.

Se inclino un poco sobre el, con su cuerpo por cerca del ajeno usando una de sus manos para mantener el equilibrio, acerco su cara a la de Meith y lo beso en los labios.

El largo tramo entre su boca y la mía fue estrechado derrepente al sentirle cerca, lo tenía enfrente con sus verdosos ojos abrillantados como una musa extraordinaria. Pero, había algo en sus ojos, algo detrás de toda esa emoción erótica, que hacia latir mi muerto corazón.
Entrelazé la mano ajena llevandola contra mi pecho, sobre mis rápidos latidos, como si de entre mis pensamientos, el primordial fuese que me entendiese.
Sin separar mis labios de los ajenos los muerdo despacio y con algo de ternura clavando mi ojos en él, sin perder ningun espacio de su hermosa humanidad.
Acaricio sus hombros desnudos, cálidos, suaves... sin perder detalle en aquella obra de arte, llenando cada espacio de su joven piel, con mis dedos largos y gélidos. Estaba sonrojado.
La piel de Aoki tocaba pequeñas zonas desnudas de mi cuerpo, reanimando mi mente al placer ajeno, que en su arduó trabajo me estaba enamorando.

Se sonrojo cuando sus miradas se encontraron, la mirada del vampiro era profunda y erotica, como si lo atravesara con ella hundiendose en lo mas profundo de su ser, como si pudiera leer su mente... por primera vez sus miradas se habian encontrado y eso le daba mas intimidad a aquel encuentro. Sus respiraciones estaban agitadas.

Se sorprendio un poco al sentir su corazon latiendo en su pecho, no esperaba eso, en realidad pensaba que su corazon al igual que el resto de su cuerpo estaba muerto... ¿que significaba que su corazon latiera de ese modo desbocado? Estaba realmente confundido. Sintio com acariciaba sus hombros y el resto de su cuerpo, adoraba su gelida piel, tan distinta a la suya ardiente por el placer...

-Sonrojado... se ve aun mas apuesto-susurro cuando separaron un poco sus labios.

Evité su mirada después del tiempo, escondiendo mi rostro en su cuello al escuchar su comentario, buscando valor entre sus cabellos, cerrando los ojos.
Aquel aparato muerto latía, lo estaba haciendo nuevamente y no podía explicar porque, se sentía bien, mortuorio talvez.
Lo miro nuevamente a los ojos , acercando mis labios humedeciendolos en el camino.

-No me alague de esa manera... ambos sabemos quién es la más hermosa pintura...- Acariciando la mejilla ajena.
Perdiendome nuevamente en la cavidad ajena, esta vez abriendo sus labios con emoción y lujuria, y una leve fuerza.

Rio apenas al ver que se avergonzaba debido a su comentario, le encantaba verlo asi, apenado, vulnerable... Seguia sintiendo su corazon latiendo rapido, fuerte y energico, y aunque no podia entenderlo le resultaba hermoso y facinante...

Correspondio a su apasionado y húmedo beso, jugando con su lengua y presionando sus labios contra los de él, sintiendo su aliento dentro de su boca. Tardaron un rato en volver a apartar los labios, y recien en ese momento logro volver articular palabra, con trabajo, debido a su respiracion agitada.

-No discutiremos al respecto... ya no que podria usted ganar esa discucion-respondio el besandolo luego en la mejilla y la oreja amorosamente.

Reaccioné delicadamente ante las acciones ajenas, cerrando mis ojos ante su amoroso besar, abriendolos apasibles y exitados ante la hermosa y coreada voz de Aoki musitando con regosijo aquella frase rebelde.
Incliné mi cuerpo hacia adelante, apretando firmemente mis dedos yacidos en sus cálidos hombros, haciendome de mi pierna, la rodilla empujando hacia adelante contra el costado del bien formado cerpo de Aoki que tanto me volvía loco. Ejerciendo mi peso en él lo lanzé hacia atras, volviendo a una posición depredadora, con el cabello ondulado, alborotado cubirendo mi faz... apenas mostrandose un brillo en mi boca sonriente, maliciosamente sonriente con sus colmillos.

-Claro que no lo discutiremos... - Mirando sus ojos cautivante - No hay nada que discutir.. amor... solo... - Acercandome a su oreja, rozando de un momento a otro ambos sexos con cuidado e intención -Sentir...-

Sintio su peso nuevamente sobre él, quedando otra vez tendido de espaldas en la camilla con él sobre si, apoyandose sobre el con todo su peso. Acerco una mano a su rostro tocando un mechon de su suave y ondulado cabello, penso que realemtne se veia como un animal salvaje, como un depredador que lo devoraria de un momento a otro. Le resulto terriblemente sensual, su mirar y su cabello cayendo sobre su rostro lo enloquecian. Paso la mano por su cabello llevandoselo hacia atras para poder observar sus deliciosos y delicados rasgos.

Sintio nuevamente esa extraña electricidad recorrer todo su cuerpo cuando sintio sus sexos rozarse, ambos estaban exitados, jadeo apenas al sentir su aliento y sus labios rozar su oreja.

Él despejo con sus finos movimientos el cabello de mi rostro, y nuevamente mi corazón latéo extenuante, tanto que punsó dentro de mi contestura.
Era cierto que estaba realmente en las nubes con aquel humano, y mis ansias depredadoras eran acompañadas de mis deliciosos actos, pero aquella mirada me estaba conmoviendo, me estaba sonrojando, y no precisamente por el roze producido, porque la verdad, muy dentro de mi estaba gritando palabras sin sentido, palabras que querían escapar.

Mis helados labios junto a su oreja sisearon un gémido casi inaudible en la habitación, mientras mis orbes entreabiertas perdian su mirada nuevamente en el cuello de Aoki, desplazandome hasta el comienzo de este.
Di un pequeño golpezito en su muzlo con mi mano, agarrando luego su cadera con fuerza, repasando mi cuerpo completo hacía arriba, poniendo enfasis en aqullas zonas sensibles acrecentando el roze, con cierto deleite y suavidad.
Bajando con mis labios por toda su superficie trabajada, en pequeños besos duros y mojados, atrapando sus rozados pezones y volviendo nuevamente arriba contra sus jadeantes labios apenas tocando sus comisuras, continuando el ciclo con aquel vaivén en su sexo.

-Yo.... - Dije apenas de entre mis jadeos.

Disfrutaba de cada uno de sus acompasados movimientos, moviendose al compas de él, siguiendo su ritmo acelerado y suave. Sentia como su piel entraba en contaco con la de él en distintas zonas de su cuerpo, como sus sexos se rozaban una y otra vez, como sus labios lo recorrian llenandolo de besos y caricias. No podia pensar en otra cosa que no fuera en aquel hombre que le estaba dando un placer único, su mente estaba nublada y confunidad.

Abrio un poco los ojos al notar su mirada queriendose unir a la suya, y sus labios en los suyos, lo miro nuevamente y escucho que queria decir algo por lo que espero paciente, amaba oir su bella y sensual voz susurrar entre gemidos.

Tan dulcemente abrio sus ojos frente a mi, su rostro bajo el mio, levemente sonrojado, me hacia sentir perverso, exitado y efusivo.
Pero mi mente aún confundida, por la sensacion probocada en mi pecho, no me dejaba tranquilo, mucho menos aquella fría sensación que subía con el roze, despacio inundando cada espacio de mi ser.

-Yo...- Sin decisión, él bajo mi peso con sus movimientos suaves y ligeros, con aquel rostro mirandome, esa lujuria que en mi bestia llenaba, y mi corazón en marcha, finalmente baje el rostro y dije:

-Lo siento...- entre suspiros - Yo no puedo Aoki... no deseo que sea asi... -
Mi mirada se quedo complicada, dejandome caer sobre él, repasando mi mano en mi cabeza.

-Hay.. mucho que no sabes de mi... no quiero que termine odiandome... - Jadeando -Aoki.. lo siento... - Tomando la mano ajena contra mi pecho.
-No quiero tomarlo como a cualquier presa... no quiero engañarlo...- Mi cabello humedecido, mi piel blanca junto a la del.

Lo miro un poco desconcertado, aun sintiendo su peso sobre su cuerpo, pero mas quieto que antes, con la respiracion agitada decia palabras que no podia comprender ¿de que estaba hablando? ¿Que significaba todo eso?

-No entiendo...-musito el incorporandose un poco, lo tomo del rostro haciendo que lo mirara, aun estaba un poco agitado, y le costaba algo de trabajo hablar- ¿Por que dice eso ahora? ¿que significa?

Queria explicaciones, luego de todo eso... ¿Por que decia cosas como esas? No entendia como pensaban los vampiros.

Sentí amabas manos de Aoki tocar mis mejillas, y yo, cobardemente evite su mirada, no me atrevía a utilizarlo, a como un maldito mounstruo dejarme llevar por la carne del pecado una vez más, desafiar los sentimientos y disfrazar el amor como placer, esta harto, y poco me importaba como respondiera mi cuerpo.

-Lo lamento... - Apretando la mano que sujetaba contra mi corazón.
-Es usted la primera persona... que... me deja en esta dificil situación... -

Miro al humano con voz queda -No quiero autoengañarme... no quiero sentir pasión por amor... - Acariciando sus cabellos.

Se sonrojo al escuchar esas palabras inesperadas, que lo hicieron caer un poco en cuenta de como estaban las cosas, de quienes eran ellos dos, de lo lejos que habia llegado todo aquello... ¿como era posible? No podia sentirse asi, no con un vampiro... se negaba a esa idea, pero sabia que era irracional, puesto que no podía evitarlo.

Pero... toda su vida habia estado buscando a alguien que despertara en él esa clase de sentimientos, habia vivido solo mucho tiempo, negandose a relacionarse con otros que pudieran hacerle daño, a encariñarse con alguien que luego pudiera dejarlo... ¡Pero todo se habia ido al demonio en solo unos minutos!

-Tks... no diga tonterias...-respondio confundido por todos aquellos pensamientos, realmente no sabia que hacer, asi que se dejo llevar por sus deseos y se acerco a él para besar sus labios con suavidad.