Tomando un baño (libre)

Su cabaña estaba cerca pero ese día no había agua, se olvido por completo de pagar el mantenimiento, así que no le quedo otra opción más que bañarse en el lago que quedaba cerca de ahí, salió con lo necesario para el baño y se acerco al lago un tanto fastidiado, se quito toda la ropa, él suponía que se encontraba solo por lo que no se apresuro a entrar en el agua.

-prrr... que frío-


Se abrazó a si mismo para mantener su propio calor, metió la punta del dedo de su pie para sentir la temperatura de esta, tembló un poco.

-Esta fría.

Dio unos cuantos pasos hacía atrás y corrió para zambullirse en el agua y sentir el frío en todo su cuerpo para no hacer su sufrimiento más lento, un poco de agua salio del lago, comenzó a nadar hasta el fondo algunos peces le rozaban y eso le causaba cosquillas por lo que tuvo que salir a tomar aire.

-Que bien!

Se pasó el cabello para atrás, las gotas de agua se resbalaban en su rostro.

Arrojo una daga que se clavo a pocos centímetros de la cabeza del intruso, no podía verle el rostro pues una rama lo cubría pero sabía que no le había hecho nada, solo era una advertencia de que no quería que le vieran bañarse, se hundió en el agua sin decir nada, nuevamente nadando hasta el fondo y esperando a que aquel intruso se fuera cuando subiera para tomar aire.

Escucho lo que decía al salir a tomar aire, supo que no se iría pero también que no era una amenaza para él, salio del agua y se coloco una toalla alrededor de la cintura y se secó el cabello se estiro lo más que pudo.

-Cuide sus palabras joven.

Dijo al fin, no había quedado conforme con aquellas palabras.

-Como quiere tranquilidad si usted mismo se altera.

-Preséntate.

Le dijo mientras tomaba la daga del suelo y la guardaba con rapidez.

-Y antes de que digas algo, no soy tan joven como lo crees.

Exprimió el exceso de agua en su cabello

-Jum!...

Se molesto ante el comentario, se apreto la toalla y tomo todas sus cosas.

-Pues me voy si tanto te molesto.

Alzo la mirada orgulloso y comenzó a caminar.

-Tengo que cambiarme, no pienso estar con la toalla alrededor de mi cintura toda el día.

Ignoro el comentario de la compañía no estaba tan dispuesto a discutir por cosas que le parecían simples, siguió caminando orgulloso sin mirar al contrario que al parecer lo miraba pues sentía su aguda y fribola mirada encima de él.

-Así que si me disculpas.

Llegó a su casa y se dio cuenta que el agua ya había vuelta, eso lo irrito aún más pero decidió tranquilizarse y comenzar a cambiarse subió a su cuarta y se Puso una camisa y un pantalón de mezclilla, pudo ver desde la ventana el lago y vio que el chico ya no estaba, decidió que sería agradable comer frente al lago y así no sentiría la soledad tan profunda, preparo toda para la comida.

Salió de la cabaña y camino hasta un árbol cerca del lago resguardándose en la sombra.

Arregló el lugar poniendo una manta en el suelo y la comida sobre ella, escucho un chapoteo pero continuo con lo suyo soltó un gran suspiro y se estiro lo más que pudo, después sacó un libro de la canasta y se recargo sobre el tronco del árbol.

-Que bien...

Dijo en un susurro y comenzó a leer aquel libro.

Su lectura quedo interrumpida por el estruendo que había en el agua, se acercó a la orilla caminando a gatas para divisar mejor lo que pasaba, se impresiono al ver esas sombras atacar al chico, vio salir al hombre y lo miro por un momento.

-¿Qué es eso?

Pregunto señalando el lago.

-mmm... ya veo.

Dijo tranquilo al ver que las sombras se acercaban a él, dio un salto y en el intento una sombra tiro su libro al agua, eso lo molesto demasiado, sacó una sombra de su cuerpo de forma lubina y atacaron a las sombras dejando solo a la que había tirado su libro.

-Me las vas a pagar.

Su sombra comenzó a torturar a la otra, hasta acabar con ella, se acercó al rió para agarrar su libro que estaba completamente empapado.

-Necesitas ayuda.

Dijo molesto por su libro.

-Puedes secarlo?

Lo miro esperanzado, le dio el libro para que lo hiciese.

-Muchas gracias, me encanta este libro y aun no lo he terminado.

Le explico con una sonrisa.

No le gusto que le revolviera el cabello como si se tratar de un crió pero no tuvo otra opción más que aceptar ese gesto después de lo que le hizo a su libro, soltó un suave suspiro.

-Melany.

Extendió su mano y le sonrío con levedad.

-Si.