Mirando desde la rama del un árbol...(Raion)

Estoy dormido sobre la rama de una encina, con un pie colgando fuera de ella, al igual que una mano. Estoy a gusto, no hace demasiado frio, ni tampoco calor, por lo que tengo un sueño placentero.
Un mosca revolotea por mis orejas, y las sacudo para espantarla.
Bostezo, desperezándome, pero pierdo el equilibrio y me caigo de cabeza, haciéndome un chichón.
-Ay, qué caída más tonta-murmuro, rascándome la oreja...

No recordaba el tiempo que llevaba dando vueltas por ese horrible lugar, además de que su pequeño cuerpo le dolía como si se estuviese quemando, junto con la humillación que llevaba a cuestas gracias a aquel que le había tomado a la fuerza.

Se sentía sucio y no tenía idea de cómo lo tomaría su novio-shay…ke…-se abrazó a si mismo, dejándose caer junto a las raíces de un gran árbol-perdóname…-dijo, comenzando a llorar suavemente.

Mis orejas se mueven con unos ruiditos suaves que oyen. Me acerco a la fuente de los lamentos y veo que es un joven el que está llorando, sentado al lado del árbol en el que yo estaba durmiendo.
Sin hacer ruido, me subo otra vez a la rama de un salto. Oigo que habla solo, y aunque lo hace muy bajito, puedo oirlo a la perfección.
-¿Te ocurre algo, muchacho?-pregunto desde mi posición...

Le dolía todo y solo deseaba regresar a casa, sin embargo, el miedo regresó a su mente al escuchar una nueva voz, por lo que trató de cubrir su desnudez lo que más pudo, claro que sin su ropa era poco o nada lo que podía hacer.

No respondió a la pregunta, pues pensaba que si hacía como que no le hubiese escuchado, el otro le dejaría tranquilo-Sha…Shayke-san…-sollozó nuevamente, hasta que se armó de valor y miró hacia la dirección en la cual venía la voz, mas solo las lagrimas invadían su aun infantil rostro.

-qui…quien eres?…t…tu…también me lastimarás?-preguntó en un hilo de lo que le quedaba de voz, abrazándose aun más, para que el otro no le viera.

Me ignora al principio, pero no me muevo de la rama, entonces oigo que nombra a alguien, ¿quién será y qué le habrá pasado?
Me quedo quieto durante unos momentos y ladeo la cabeza, hasta escuchar que por fin me dirige la palabra.
-Soy un demonio-respondo todavía entre las ramas-, pero no te preocupes, no te voy a hacer nada-.
Veo que trae su cuerto al descubirto, sin ropa. Bajo de un salto y le tiendo una camisa que me había traido por que hacía algo de frio.
-Toma, pontela. Me llamo Kurama...-me presento-, [color=orange]¿quién eres tú?-...

Cuando Kurama dijo que era un demonio, el chico se quedó completamente estatico y el miedo se incrementó como nunca, rapidamente se cubrió los oídos para no oirle y cerró los ojos para no verle-no!...eres como todos!!!-gritó con mucho miedo impreso en la voz, aunque quizás el zorro estubiese diciendo la verdad, no volvería a confiar en nadie.

Alcansó a escucharle que le ofrecía ropa, razón por la que abrió los ojos y descubrió sus orejas con cuidado, al tiempo que miraba la camisa con desconfianza, pero luego tomandola, girandose y colocandosela rapidamente-...-no respondió y no sabía si hacerlo, el recuerdo de auqello estaba demasiado fresco tanto en su mente como en su marcado y mancillado cuerpo, por lo que prefirió guardar silencio y terminar de abotonar la prenda-gra...gracias...-fue lo unico que dijo.

Grita cuando me acerco un poco a él y me hecho inmediatamente hacia atrás, lo menos que quiero ahora es asustarlo más de lo que esta.
Finalmente, coge la ropa que le tiendo, poniendosela. Mientras lo hace me siento en el suelo, aún un poco alejado de él.
-De nada-respondo sonriéndolo.
Lo miro curioso, no es normal que alguien vaya desnudo por el bosque llorando.
-¿Te ha ocurrido algo malo, muchacho?-le pregunto con voz suave-, ¿cómo te llamas?-.
Me acerco un poco más a él...

No podía creerlo, acaso no se notaba que le había ocurrido algo? Ya no importaba, solo deseaba regresar con su amo y que él decidiese su futuro, ya no le importaba si solo le servía como un juguete…no había escuchado la pregunta del mayor y se abrazó a si mismo, como un acto de auto conservación y las lagrimas nuevamente comenzaron a caer por sus ahora cetrinas mejillas.

Se sentía mareado, asqueado de si mismo-“Shayke…”-se estremeció, puesto que la tela era delgada y el frio comenzaba a notarse o al menos eso le parecía al niño, y fue ahí que le entendió la ultima pregunta-Ra…Raion…-dijo con la voz apagada, solo deseaba regresar a casa y poder quitarse la suciedad que cubría su cuerpo-qui…quiero re…regresar a casa…pe…pero no se el camino…-dijo hipando de vez en cuando.

(disculpa la demora UU)

Está muy maltrecho. Me acerco a él, limpiandole las mejillas con un pañuelo, secándole las lágrimas.
-Te acompañaré hacia tu casa, no te preocupes-le ofrezco-, pero antes déjame ver si estas herido para curarte, no te haré nada, no te preocupes-espero a que él me de permiso para hacerle un chequeo rápido.
Me figuro lo que le habrán hecho para que esté así, un escalofrío me recorre...

Asintió cuado le ofreció acompañarle a casa, sin embargo, que le revisara realmente no le daba mucha confianza, pero...era tan necesario? Mejor no siguió pensandolo y simplemente cerrando los ojos esperó que el mayor hiciese su trabajo.

-e…esta bi…bien…-dijo, mas el miedo comenzaba a crecer en su corazón y un leve temblorcito se notó en su cuerpo, acompañado de nuevas y silenciosas lagrimas-“no…no debo temer…él…él no me hará nada…lo ha dicho…”-pensaba, dándose ánimos para no salir “corriendo”.

Finalmente abrió su mirada, dando permiso al zorro para que le chequeara.