encuentro (Priv.)

por **Hakuren** Dom Abr 25, 2010 11:22 pm

Últimamente había estado encerrado en la gran mansión de su familia, sin salir ni lograr alguna motivación desde donde se encontraba. Finalmente ese día había llegado, pensó que no estaría mal salir a tomar un poco de aire, después de todo tanto encierro no era bueno para él, o mejor dicho, para nadie. La pregunta era ¿donde podría ir?, quería liberarse de esas cuatro paredes que lo encerraban pero tampoco quería caminar tanto ni ir tan lejos, su estado no se lo iba a permitir, su devosión era mínima. Al final de unos minutos terminó por escoger ir al jardín, despues de todo era mayoritariamente distractor y eso era lo que quería, distraerse.

Se encaminó hasta salir al exterior, la noche era oscura, los rayos de la luna apenas si lograban diferenciar las cosas, si no hubiese sido un vámpiro, hubiera estado algo perdido. Atravesó el basto jardín de rosas de todos los colores extrayendo una azul, la tomó delicadamente y sonriendo la aproximó hacia sí siguiendo su camino hasta la maginifica fuente. Muchas veces de pequeño le gustaba ir allí y jugar en ella, depositó delicadamente la flor en el agua y, deslizando su mano hacia el agua, comenzó a congelarla hasta convertirla en una figura de hielo perfecta. Suspiró.

-Es casi perfecta... -musitó tomandola de nuevo- Lamentablemente estas gélida -miró nuevamente hacia la fuente y se quedó así.

por **Harusen** Lun Mayo 24, 2010 6:06 am

Como siempre, patrullaba los jardines de su propia mansión, desde que no iba a aquel lugar, decidió por sí mismo, cuidar en secreto. A su manera, carácter y condición. Su humanidad se encontraba sentada en un árbol, relajado, pero alerta. Sumía su mente en recuerdos antiguos, que quizás para otro solo quedaran en un segundo de vida, normal y común.
Podría cuidar bastante las cosas que codiciaba, más si lo velaba desde la distancia de un jardín repleto de rosas con distintas tonalidades y sentimientos. Unos cuantos pasos, y podría hacerlo suyo, vigilarlo cuando dormía, o cuando hacia sus actividades comunes. No era suficiente, para nada.

¿Quién sobrevira a si? Lo único que tenía en mente era rasgar y descuartizar la distancia funesta y arruinada que tenía con su hermano, y llanamente estar con él, cada segundo y minuto que le quedaba de vida. Sustentar esa sonrisa que se hacía tan limpia cada época.

-¿No crees que es peligroso… -Solo un lapso de segundos duro su comportamiento correcto, solo para eso alcanzo. Había esperado este día, que el decidiese salir, y poder llevarlo a la oscuridad, no oscuridad de mala, si no una donde nadie más los pueda ver.
Sujeto la cintura de este, quedando a escasos centímetros de su oído, y presionando por abajo. Su tono se concentro en ser solo susurros llevaderos- Estar por aquí…? Haku.

Cuanto extrañaba el olor de su hermano, su piel, su existencia y presencia.

por **Hakuren** Mar Mayo 25, 2010 1:36 am

Aún estaba algo sumiso en sus pensamientos cuando sintío una presencia apróximarse hacia él, reaccionando de forma tardía, ya que aquel ser lo tenía envuelto entre sus brazos. Giró rápidamente para poder apreciar bien a su adversario pero al poder apreciar directamente de quien se trataba su rostro, como tambien su cuerpo mostraron algo de asombro, quedando en silencio por varios segundos. No sabía si era realidad lo que veía, frente a é lse encontraba su preciado hermano mayor, tal y como imaginaba igual que siempre, igual que él.

-Ha-haru... -susurró ruborizado por el acto del chico, mientras apróximaba sus manos minuciosamente hacia el rostro contrario, quizás en respuesta a la sorpresa-

De repente, sus labios marcaron una sonrisa melancólica y sus brazos rodearon al contrario firmemente, sin notar demaciado la próximidad en que el otro estaba, era demaciado la felicidad como para notar eso. Se separó lentamente mientras se restregaba uno de sus ojos y negó con su cabeza sutilmente.

-Quizás lo sea... -respondío pausadamente- Pero es la única manera en que puedo despejarme, estar tranquilo -le sonrío sinceramente mirandole.

Quedó así por otros varios segundos, hasta que logró percartarse de como en realidad el otro rubio le tenía agarrado. Su rostro pasó de un leve tono rosa a un rojo levemente mas intenso, desvíando la mirada, en realidad se sentía algo estúpido por no haberse percatado con anterioridad.

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