(Libre) Enterrado entre libros.

Sonrió al ver al muchacho tan lanzado y se espero a que trajeron lo que había pedido.

-Intentaré probarlo, pero si vomito no es culpa mía ... -se acomodó mejor en la silla y contempló sus ojos nuevamente- Me gusta tu mirada, es bastante interesante... Tus ojos son expresivos y a la vez no.

Apretó el cigarrillo entre sus labios y tiró el humo después de ello.

-Cuéntame algo sobre ti.

Le observó unos segundos y luego esbozó una sonrisa muy suave.

-Estoy acostumbrado a las cosas que dan miedo a los demás, encima suelen gustarme -murmuró- Entonces, dime ¿Tienes pareja? No es ninguna indirecta, es una simple curiosidad de un vampiro aburrido y sin pareja -jugueteó con uno de los lazos de su jersey- Mejor me pongo un poco de freno -susurró más para si mismo que otra cosa, esperando que llegara pronto el camarero. Se le daba fatal hablar con otros.

-Lo siento por indagar en un tema que no debía -murmuró mirando hacia otro lado- Es difícil superar algo así, pero no hay ningún remedio más ¿no? No podemos vivir de recuerdos o del pasado, hay que seguir adelante y buscas nuevas expectativas en la vida.

Suspiró unos segundos cuando vino el camarero y dejó la comida sobre la mesa.

-No me gusta demasiado que me violen... -dijo con una sonrisa.

Echó a reír de pronto mientras bebía algo de vino y le miraba fijamante a los ojos.

-Prefiero que sea de mútuo acuerdo, es más bonito ¿no? -musitó guiñándole un ojo- Pero me gusta lo apasionado. Sobretodo si hay sangre por medio.

Relamió sus labios.

-No está mal el vino, aunque empieza a pasarme el hambre -miró la langosta y mordió su labio inferior- Cambiemos de tema, oh, por favor -dijo con una sonrisa en sus labios- Que me pongo malo.

-¿Qué tipo de expectativas? -preguntó curioso y relamiendo sus labios- Mmmm, déjame probar -se levantó un poco de la silla, poniéndose por encima de la mesa y tomando un trozo de langosta para llevarla a su boca, masticarla y tragarla- Mmmmm... No me gusta, tiene olor a mar, odio el mar -musitó tragando otro trago de vino y observando de nuevo a su compañero.

-Deja de incitarme, maldito.

Soltó un suspiro y apartó la mirada, con el cigarrillo entre labios y luego sonriendo de forma inocente.

-Yo soy mal amante -dijo convencido- Así que no soy de tu tipo -murmuró autoconvenciéndose y bebiendo otro vaso de vino- Para ti la langosta, alimentate como es debido, no sea que te desmayes

Le guiñó un ojo y se acomodó mejor en el asiento.

-Empiezo a tener calor.

Rió de nuevo y luego se cruzó por milésima vez de piernas.

-No es sitio para hablar de esto. Ahora es hora de comer, no juegues tanto conmigo -musitó relamiéndose los labios- Portate bien y se bueno.

Volvió a beber vino y dejó todo en su sitio.

-Luego si quieres conversamos sobre el tema cama-amante. Ahora se educado, un poquito aunque sea -rió nuevamente.

Se apoyó mejor en la silla y sacó el último cigarrillo que le quedaba, mirando fijamente a su acompañante aunque no dijera nada sobre la cena o tema de conversación.

Sólo se miraban entre ambos, analizándose y comiéndose a miradas como si fueran dos animales.

-... -echó a reír de pronto.

-Me resulta divertido que nos miremos como dos animales salvajes a punto de deborarnos el uno al otro y que sin embargo ninguno articule una sola palabra -bebió más del vino y se relamió los labios- Es divertido, sin duda.

Se levantó de la silla y levantó una ceja.

-Tengo que estar a las 12 en casa, como cenicienta, así que tengo prisa para salir de este lugar -murmuró con una sonrisa pícara entre sus labios- Vamos a pagar y salimos de aquí.

Se mordió el labio inferior y fue hacia la salida sin decir nada, ignorando sus palabras. En cunato se despidieron del chico del recibidor y pisaron la calle Akito le tomó del jersey y le puso contra la pared para besarle de pronto, acariciando su cintura para contemplar sus ojos y sonreír.

-¿Contesta esto a todas tus preguntas?

-Me encanta jugar con fuego, arriesgar, tirar los dados y probar suerte -murmuró tocándole la mejilla y guiñando un ojo- Y ya te dije que me gustaba esto, nada de maldad por medio ¿No?

Le tomó de la mano y le obligó a que fuera a su lado.

-Llévame a un lugar bonito donde podamos estar tranquilos, anda -musitó en su oido para tras ello besarle la mejilla- Por favoooor -se separó tras ello de él, dejando que viera su cuerpo alto y esbelto.

Sonrió de forma un tanto egocéntrica y tras ello le guiñó un ojo.

-¿Un profesor? ¿Dónde? Soy nuevo aquí, no empiezo hasta mañana -murmuró tomándole de la mano y tirando de él contra si para que quedaran ambos rostros pegados- ¿O no? No es ningún delito que un alumno y un chico de por ahí estén juntos.... -levantó las cejas y le dio un suave cachete en el trasero- Creo que el vino me ha sentado mal, prometo que normalmente no soy tan así.