Llevando visitas a la casa (Privado)

*Habia estado pasando casi toda la mañana en el lago y ahora solo queria volver a su 'casa' para dormir un rato mas. Se acomodo su mochila y reviso sus cabellos rubios, comprovando que ya estaban menos humedos y sonrio sin mas caminando como siempre con una exprecion distraida,mirando a su alrededor sin ver nada en realidad. Caminaba tranquilo buscando el camino de vuelta a su casa...Pero como siempre,por despistado habia terminado tomando otro camino y, obviamente termino perdiendose en el bosque.
Obvio!, apenas tenia solo unos dias de haber llegado a ese lugar y tambien apenas tenia unas semanas de haber instalado su casa en el bosque. No conocia muy bien su alrededor, solo conocia ciertos caminos y eso porque los habia marcado para saber por donde llegar,al lago,la mansion, el parque,el mercado y el bar, este ultimo lo marco debido a que era su trabajo y tenia que ir.*Ah... *Suspiro quedito sentandose en el cesped mirando todo a su alrededor y afirmo lo que era obvio desde hace ya un par de horas*Creo que me perdi... *Murmuro suavito, aun asi se atrevia a poner un 'creo' en la oracion. Se acomodo en el cesped, total, hoy no trabajaba y no tenia a nadie esperandole en casa para reclamar, 'que horas son estas de llegar?'.*Hm... *Cerro sus ojos quedandose sentado en su lugar y volvio a sonreir sin mas.*

El trabajo le agotaba en verdad, y era más insoportable por que siempre había una u otra razón de por qué debería quedarse más tarde o quitarle el tiempo a su tiempo. Tenía la bata aun puesta, y unos guantes de látex en sus manos, sin uso ya infectados si se pudiese decir de esa forma. Caminaba por los pasillos, sin mucho ánimo, ya yendo a su casillero. Como siempre una que otra nota en ella, como en la secundaria: Notas de amor, Notas de amor y más notas de amor…

Los humanos no le aburrían, es más le divertían, pero habían unos…
Suspiro pesadamente, más cargo su frente en el casillero, dejando caer varias notas y cartas, y cualquier cosa más que pudiese caer. Chocaban con sus zapatos y terminaban ya en el suelo, sin ningún afán ni misión o destino, ya que las manos de Saitou no se iban a molestar en abrirlas, le parecía una pérdida de tiempo.

Dejo la bata ahí, puesta con cuidado, y los guantes en el basurero más próximo. Saco también las llaves de su auto, que yacía en el estacionamiento del hospital. Si quiera volvió a meter la cartas en su casillero, si no que las dejo ahí, como cualquier cosa.

Se encamino con tranquilidad a su auto, sin olvidar nada. Miro por última vez hacia atrás y a la vez apretaba el botón para abrir las piernas del automóvil, sin necesidad de hacerlo manualmente, tenía una botella a un costado, en el sector del copiloto, después de todo era su cumpleaños, y celebrarlo con algo era de esperarse, aunque no fuese una persona, no era tan serio después de todo. Vampiro de las décadas del romanticismo, hasta donde se regían de reinos, y obedecían a personas que se llamaban príncipes o reyes. Hasta la época de hoy en día.

“Un cumpleaños más otro menos” ¿Si? ¿Qué importaba? Ya era costumbre, como un día más con minutos, horas y segundos. Apretó el acelerador, y comenzó a manejar hacia su casa, no quiso detenerse a ningún lado. Esa botella que tenia a la mano, no era simple vino, si no que era una combinación entre sangre real y vino añejo.

-Ahora, será mejor… -El celular sonó, vibrando en el pantalón de este, quiso sacarlo pero como estaba conduciendo le era imposible. Se detuvo con brusquedad, estacionándose en un lugar medio abandonado, donde un bosque estaba cerca. No le prestó mucha atención a su entorno, solo se enfoco en sacar el molesto celular, que justo cuando ya había sido alcanzado, se detuvo. Que molesto.

Carraspeo con debilidad, y miro por el espejo retrovisor, no venia ningún auto, ni una alma podría escucharse, a si que decidió en bajarse un poco, y respirar algo de aire, pero en eso, un poderoso olor entro por su boca, demasiado encantador, y cautivador. Los pasos se hicieron poco, y en cada uno el cabello iba cambiando de color, y los ojos igual. Hace mucho que no se dejaba llevar de esa forma.

-¿Dónde estás…?

*Una, dos o más horas había estado en ese lugar, paseándose, dando vueltas por el césped, buscando una de las marcas que dejaba por el lugar, pero nada, simplemente perdía el tiempo y ni se molestaba por eso. A su parecer era agradable caminar sin un rumbo fijo, siguiendo un camino desconocido disfrutando de los sonidos se las aves y las cigarras. No hacia tanto calor, era un clima agradable y eso en cierta medida le relajaba más a Aino.

Siguió caminando mirando arriba, admirando los arboles tan grandes que formaba la naturaleza, mirando después a su alrededor observando a algunos animalitos del bosque pasar y alejarse sin más, como temiendo por su vida. Aino solo mostraba una sonrisa agradable a todo, tomando unas que otras 'provisiones' para la casa, manzanas, moras y cosas así. También un poco de leña por si el clima se volvía 'loco' y decidía que algún día haría frio, tenía que ser cuidadoso, después de todo vivía ahí y tenía que conocer el bosque de pies a cabeza, aunque en esos momentos se encontraba completamente desorientado.* Ni como volver a casa... *Musito volviendo a tirarse en el césped después de una larga caminata,no se quejaba,pero simplemente daba su punto de vista. Ya ni sabía si estaba alejándose mas de su casa o se estaba acercando, en verdad eso iba de mal en peor.

Se recostó poco a poco mirando el cielo el cual comenzaba a tener aquellos tonos naranjas avisando a cualquiera, en cualquier lugar y a cualquier persona que ya estaba atardeciendo. Bufo, solo un poco y volvió a sonreír* Bueno, no me hará daño quedarme aquí hasta mañana...Igual, tengo comida, una cobija y leña para poder vivir un día...Ya mañana seguiré caminando para buscar mi casa...*Palpo su mochila soltando una risilla llevadera, como si esa fuera la unica solucion al problema y después guardo silencio al escuchar unos ruidos cerca de el,exactamente detras de el. Se giro despacio y sin hacer mucho ruido mirando unos arbustos moverse y se acerco gateando para asomarse, nuevamente había ganado su impulsivo sentimiento de curiosidad y no su instinto de alejarse mejor para poder seguir con vida, el instinto de supervivencia.*Hola?... *Saludo al aire sin moverse mucho, esperando a que respondieran, tratando de ver entre los arbustos que era aquello que se movia y hacia ruidos.*