Regreso a casa...

-Y al final terminé por regresar...- suspiró mientras se internaba más en el bosque. -¿Quien lo diría? Me aferro de más a este lugar...- se rio bajito y se sento en un troco caido a pensar en si habia hecho bien al regresar.

-Me pregunto cómo estaran todos allá...- miró al cielo, aún no tenía la suficiente fuerza como para pisar de vuelta su casa o para encararse a sus padres al haberse marchado sin una buena explicacion.

Había estado paseando por el bosque. Ultimadamente se la pasaba casi solo fuera de casa. Le aburría ir a trabajar... no había mucho que hacer...

Sin saber cómo había terminado en el bosque. Tenía un presentimiento, y uno muy bueno, aunque no sabía si estaría en lo cierto o no. Siguió avanzando, a paso tranquilo, entrando un poco más...

Miró a un par de metros una figura que le pareció conocida, y una voz familiar... Se acomodó los lentes, mirándole bien. Sonrió ampliamente, acercándose más a él. Habían pasado ya 3 años...

-Kei...-Murmuró sonriendo, ya más cerca suyo.

Se puso a mirar por todos los rincones.

-Creo que ya estoy alucinando ^^U Me parecio oir mi nombre...- se tiro sobre un tronco caido a dormitar un poco. Pensó que era su nerviosismo el hecho de oir su nombre por ahi.

Suspiro.

-U.U tendre que romperme algo si quiero ir a ver a mi padre hasta el hospital?- se rio un poco por sus ocurrencias.

Se acercó más, pero ya con sigilo al escuchar sus palabras. Sonrió divertido, antes de taparle los ojos con sus manos.

-Honestamente no quisiera volver a verte lastimado...¿Sabes?- Dijo en tono suave, riendo un poco.

-A que no adivinas quién soy...

Pego un brinco en cuanto sus ojos quedaron cubiertos, pero al oir la voz detrás de él se congelo completamente. Puso sus manos sobre aquellas que le cegaban y las apreto un poco.

-Mmm... dejame ver...- sonrio ampliamente mientras sus hombros empezaban a temblar un poco por la ansiedad. - Esa voz, ese sigilo, esas manos y ese aroma tan particular... ¿Coleen Benjamin?

Eran contadas las veces en que usaba el nombre completo del mayor. Se dio la vuelta y le sonrio alegremente. - ¡Eres papa!

Sonrió ampliamente al escucharle llamarle completamente por su nombre, más aún cuando de niño siempre le había llamado papi o papá, pero le alegró profundamente que le reconociese tan rápido.

-Hola hijo...- Musitó sonriendo, antes de estrecharle entre sus brazos, abrazándole con fuerza. -Te extrañé tanto...- Ríe un poco, acariciando sus cabellos, besándole.

-Al fín volviste, mi niño...- Sonrió, mirándole emocionado y feliz.

No pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, se sentía mal por simplemente haberse ido asi como asi... y de la misma forma volver. Le abrazo con fuerza y recibio gustoso las muestras de afecto.

-Yo también te extrañe mucho, papa...- le sonrio y se limpio algunas lágrimas. - ¿se... seria correcto decirte... "Ya estoy en casa"?

Lo abrazo otra vez. Apretando los ojos con fuerza para evitar seguir llorando.

Le miró con ternura al ver cómo su pequeño ahora lloraba de alegría. Acarició su rostro, limpiando algunas lágrimas que resbalaban por sus mejillas, antes de llenarle con besos amorosos.

-Por supuesto que puedes decir que estás en casa... Cuánto tiempo... No puedo creerlo...-Susurró, abrazándole, a punto de llorar él también, pero no quería hacerlo, quería estar sonriente y fuerte para recibirle como se lo merecía.

-Lamento haberme ido como lo hice, papa...- solto de pronto, sin poderlo guardar mas tiempo. Se abrazo a él y recargo su cabeza en el hombro contrario.

-Lamento haber sido asi de desconsiderado...- suspiro y le sonrio. - Pero... he cambiado en estos años, papa... No volvera a pasar... Por eso volvi, no podia estar más tiempo lejos de aqui... lejos de ti y de mama... lejos de todo lo que conozco y quiero...

Miro al cielo y luego a los ojos del mayor. Habia crecido un poco más en ese tiempo, y se había hecho mas fuerte.

-¿Que tal todos, papa? ¿Cómo van las cosas?

-No te preocupes... Me imagino que te fuiste porque tenías razones para ello... Así que no importa lo que pasó...-Acarició sus cabellos, una vez posó la cabeza en su hombro.

-Han pasado algunas cosas... pero creo que en general todo bien. Excepto porque tu madre se ha metido en problemas... -Suspiró, resignado, antes de mirarle con una sonrisa. -Pero nos ocuparemos de eso después. ¿Qué tal estás tú? ¿Todo bien durante el viaje?

suspiro. -Vaya... mama no puede mantenerse alejado de los problemas...- rio un poco y aspiro el aroma del mayor.

-Al principio fue duro... triste y solitario...- sonrio con algo de trsteza. -pensaba q no merecia volver...

-Despues, aprendi que no todo es culpa mia... y las cosas fueron mejor...- le miro con picardia.

-Ya te presentare a tu trio de pequeños nietos...- hizo gesto de acunar a un bebe entre sus brazos, conteniendo la risa, esperando ver la reaccion de su padre.

-Claro que no... No tenías por qué pensar eso... Aquí tienes tu casa y a tus padres para ayudarte...-Acarició su mejilla y besó su frente.

Sin embargo, abrió sus ojos como platos al escuchar sus últimas palabras y ver sus gestos.

-¿Trío de pequeños nietos? No me digas que...- No terminó la última frase, sólo se sobó un poco la nuca, mirándole con sorpresa. Era algo bueno, si realmente no bromeaba, aunque no era algo que se fuese a esperar de su parte.

-No, en realidad no...- rio con ganas. -Por mi parte, no tienes nietos...- le dio un beso en la mejilla y se sento de vuelta en el tronco con aire desganado.

-La verdad es que... con todo lo que paso... lo que menos quiero en estos momentos es algo como eso...- sonrio. -Por ahora... sólo quiero ser yo, sólo estar yo...

Le miro curioso.

-Me siento algo bobo con este trauma, pero... ya lo superare a su debido momento...- le guiño un ojo. -Ya te llegaran nietos, padre... pero no los cargare yo...