Regreso a casa [libre]

Había sido un buen día, como la mayoría de ellos. Se habían metido con él en clase, le habían gastado alguna que otra broma, pero no estaba herido. O al menos eso creía, el dolor para él no era nada, no lo sentía, nunca lo había sentido. Si, bien podía matar a cada uno de sus compañeros que en ocasiones le hacían la vida imposible, pero no seria lo correcto. No eran mas que estúpidos que no sabían lo que se hacían, él estaba a otro nivel (a pesar de su altura). Además, era natural. Los estúpidos molestaban a los inteligentes por celos, y rara vez Lawrence suspendía algo, por lo que era el típico empollón a ojos de los demás.

Asi que, como de costumbre salio solo del recinto escolar, rumbo a casa. Vestía su típica ropa, compuesta de un chaleco de piel y pantalones de vestir color negro. Llevando bajo el chaleco una camisa color azul de seda. ¿Que quien se la había costeado?, sus padres no, eso seguro. Tenia suerte de tener una familia que se preocupara por él.

- tengo que estudiar para mañana, estoy cansado de tanto examen... - pensó el menor, bajando la guardia durante unos instantes. Cosa que provoco que chocara con alguien, cayendosele el maletín al suelo junto a Lawrence - disculpe, fue por andar distraído... - susurro el menor, poniéndose en pie con lentitud.

Lawrence se reincorporo con lentitud, fingiendo molestia por la caída. La verdad era que no sentía nada, pero no era bueno para su apariencia y reputación ser un insensible. Trataba de ser un niño normal, no un "rarito". Bastante tenia ya con los celos que los demás sentían hacia su inteligencia.

- Acepto tus disculpas, pero ambos somos responsables por ir distraídos, no te preocupes - dijo ya en pie, sonriendo con suavidad para que el otro no se sintiera mal por la caída.

Tal y como el otro decía, era culpa de ambos. Aun así aceptaría sus disculpas, no iba a discutir por pequeñeces como esas. Prefería comportarse como un chico modelo haría, es decir, admitiendo su parte de culpa también. Por lo que espero a que terminara de hablar para así responderle de la forma adecuada.

- Si, es evidente. Me llamo Lawrence, un placer conocerte... - se presentó el menor tras tomar el maletín escolar. Extendiéndole la mano para formalizar la presentacion.

Tras finalizar el saludo, Lawrence introdujo su mano en el bolsillo, notando cierta "energía" en el cuerpo del otro. Era evidente que no era humano, pero no estaba seguro de lo que se trataba realmente. Podía ser de todo. Desde un ángel a un vampiro, por lo que era difícil identificar su aura.

- Encantado Sennen, y ya que estoy te diré que las clases han acabado. Faltaste a clase tu primer día... - le comentó, riendo levemente ante tal situación. No es que se burlara de él, pero llegar tarde el primer dia era algo digno de semejante risa, o al menos eso creyó Lawrence.