Paseando perdidamente... [Libre]

*Antes que nada me gustaría que posteara alguien con muchas ganas de rol! X3*

Bien... mi profesión estaba clara... perderme. Me habia vuelto a perder... se supone que era enfermero... pero creo que lo de perdedor de calles me quedaba mejor, por lo menos eso siempre me salía, quisiese o no. El unico caminoq ue me sabía era de ir desde casa al mercado o desde casa a la escuela... pero nada más. mi cerebro era tan corto que a veces pensaba si tenia algo en mi cabeza.

- Haber Suo... tranquilízate. Solo estás en un lugar estrecho... perdido... está muy oscuro... y sientes unos pasos detrás de ti que no son reales... -temblé un poco y me giré. No, no habia nadie. Suspiré algo más tranquilo y seguí avanzando... hasta que al fondo vi una sombra...- *Hay la madre... que me pasará ahora?* -pensé-

Se había quedado parado con la mente en blanco, lo cual no era frecuente. Miró la luna, que alumbraba ténuemente aquel oscuro y frío lugar. Metió sus manos en sus bolsillos y tarareó suavemente una canción.

-Who kicked a hole in the sky... so the heavens would cry over me...?~- Suspiró antes de voltear a ver. Le había dado la impresión que había alguien más ahí.

-Buenas noches...¿Hay alguien ahí?

Un inglés? Ah no... cantaba una canción en inglés... Me fui acercando a la sombra al ver que no iba a hacerme daño o por lo meno su tono era demasiado amable para querer dañarme.

- Ho-hola... -me fui acercando hasta ver que era un hombre algo mayor que yo pero parecía amable- ...siento la pregunta p-pero... u-used sabe dónde e-estamos? Es que me p-perdí...

Sus ojos de ser de la noche le hacían poder verle perfectamente, aún en la oscuridad.

"Sólo es un chico..." Pensó mirándole, sin moverse de su sitio.

-Hola...-Saludó amablemente, para luego escucharle mejor. -Pues... estamos a tres cuadras del bar de la ciudad. No sé si eso te ayuda a ubicarte mejor...- Sonrió simpático.

-Bueno... si estás perdido creo que puedo ayudarte, si gustas, por supuesto...

El bar de la ciudad... solo habia ido una vez allí pero creo que me iba orientando. Aunque aun me costaba pues esa zona no al conocía muy bien, era el primer año que vivía por allí y a veces hasta me costaba encontrar mi propio apartamento. Me apareció una gotita pequeña en al sien al recordar que la ultima vez que me perdí para ir a casa solo pude dormir tres horas y al dia siguiente me dormí en la enfermería sin querer. Yo era un caso perdido... de esos en que el creador de este mundo no sabía dónde meter.

- Pues me iría muy bien su ayuda, la verdad... aunque estamos muy lejos de mi casa por loq ue no me gustaría molestarlo a caminar mucho... -era un hombre bastante simpático y sonriente. Me sentí algo más calmado y e acerqué hasta tenerlo delante de mi-

Sonrió simpático al ver sus expresiones, preguntándose en qué pensaría tanto. A lo mejor era algo bastante gracioso para ponerse así. Se quedó quieto, mirando cómo se acercaba hacia él.

-Bueno, con gusto te ayudaré entonces... ¿Qué tan lejos queda tu casa de aquí? Así podremos orientarnos...-Dijo con una sonrisa, comenzando a caminar lentamente.

Me fuí al lado del hombre al ver que empezaba a andar, con una expresión de curiosidad e inocencia adornando mi rostro. Me puse un dedo en los labios, pensando e intentando orientarme desde allí. Mi casa? La verdad es que era en la otra punta de pueblo, vivía algo a las afueras, así podía pasear por los campos que me los conocía más bien que mi propia estancia.

- La verdad es que queda algo lejos de aquí... dónde empiezan lso campos y los caminos que llevan al bosque. Vivo bastante a las afueras... asi no me siento tan presionado... -reí y me puse una mano tras la cabeza-

-Oh...ya veo...-Volvió a verle, sonriendo ante sus gestos tan graciosos e infantiles.

-Pues, no tengo prisa realmente, así que...será un paseo agradable. Conozco bien la ciudad, así que no te preocupes...-Miró nuevamente la luna, que brillaba intensa aquella noche.

Hasta ahora habia estado en calles oscuras que ni la luz de la luna tocaba por ahí, pero siempre que su luz me tocaba, ni que tan solo fuera un roce, los instantos de lícano iban saliendo poco a poco a la luz. Habai estado intentando oscultarlo y controlarme pero era imposible aun esconder todas las partes por lo que las orejitas y la cola salieron sin más. Me puse las manos automáticamente e la cabeza, ocultando tales orejas y la cola la escondí entre mis piernas.

- V-vale, pues no hay problema.. Así me puede enseñar algun lugar que le guste mucho a usted.. -le sonreí infantilmente mientras me quedaba algo atrás, esperando poder quitar mis manos en un lugar muy oscuro para que no me viese en esa forma-

Notaba que el chico se quedaba atrás, pero prefería no mencionarlo para no incomodarle. Seguramente tendría sus razones...

Tarareó nuevamente una melodía para distraerse un poco, mientras miraba la luna y evitaba voltear a ver al joven.

-Por supuesto...-Sonrió sin mirarle, adivinando su nerviosismo. -Por cierto, no sé como te llamas...

- Es verdad, fui muy descortés, lo siento. -hice una pausa- Suo.. me llamo Suo

Le sonreí y me acerqué algo más a él, mirando tambien la luna auqnue al final me rendí pues ir con als dos manso en la cabeza durante todo el rato cansaba bastante y no podía ir bien al lado del señorito pues le daría golpes con los codos.

- Y usted?

-Mucho gusto, Suo...-Respondió con voz suave, y una sonrisa en su rostro. Le observó bajar los brazos, divertido.

-Me llamo Coleen... ¿Qué haces aquí a estas horas de la noche solo?- Le miró con curiosidad, caminando a su lado.

Ahora me habia dejado la pregunta del siglo al aire.

- Intenté ir por un atajo pero como era oscuro y esta zona tiene muchos callejones semejantes pues debí equivocarme en alguno de ellos... soy un caso perdido... -bajé las orejitas de licano en señal de pena pero luego se volvieron a incorporar como antes y giré mi vista hacia el hombre- Y usted Sr. Coleen? Que hacía por aqui?

-Ya veo...-Volvió a verle y sonrió simpático al ver sus orejitas, sin hacer mayor observación sobre ellas. -Ten más cuidado, está muy oscuro y podría ser peligroso...¿No crees?

Al escuchar su pregunta se detuvo un momento y puso su dedo sobre sus labios, divertido.

-Buenas pregunta. Pues...me aburrí un poco, así que fui por un trago y decidí luego caminar un poco. La noche me pareció muy hermosa...

- Si, iré con más cuidado a partir de ahora. Es verdad que está muy oscuro..

Al no sentirme obsevardo directamente por sus ojos y no oir nada de sus labios por mis orejas y cola me sentí más tranquilo. Mucho más tranquilo por lo que me fui a su lado, estando completamente a codo con codo.
Así que a dar un trago y un lento paseo... miré el cielo, era verdad, esa noche era muy bonita para desperdiciarla quedándose en casa. Le sonreí y suspiré feliz. No sabia si era por la luz de al luna o porque ya era lindo de por si, pero ese hombre quedaba muy sexy con el fondo oscuro y esa sonrisa pícara que tenía. Sonreí de nuevo y miré al frente, dónde se veía algo de luz, es que quizás nos estábamos acercando al centro del pueblo?

- Tiene razón, esta noche es muy linda... -sonreí moviendo algo las orejitas y la cola felizmente-

Le miró más detenidamente una vez el chico caminó a su lado, era bastante adorable con sus orejitas, que no podía dejar de mirar a cada tanto, aunque trataba de disimularlo y no decir nada, no quería incomodarle.

-Sí...Por cierto, ¿eres nuevo en la ciudad?- Le miró curioso, sonriendo al mirarle. -Oh, mira... ya estamos cerca del centro...-Agregó tranquilamente, sin apurar el paso. No sentía prisa alguna, y este jovencito le parecía interesante.

Le sonreí y asentí.

- Si, hace poco que llegué y como no conozco muy bien esta zona pues me perdí. Siento si el causo molestias por mis pocos conocimientos -me puse una mano tras la nuca riendo tontamente mintras veia a lo lejos el centro del cual el hombre habia mencionado antes-

Me sentía más tranquilo pues sabía que el centro, aunque fuera de noche, era mucho más seguro que no las calles oscuras de dónde me habia perdido antes. Suspiré tranquilo.

- Y usted hace mucho que vive en esta ciudad? -pregunté curioso, moviendo las orejas-

-Ya veo...- Mira hacia la luna nuevamente, para volverse a mirarle al escucharle. -Pues, no es molestia, es normal perderse en un lugar cuando se es nuevo, ¿no crees?- Sonrió amable.

-Eh, pues... no, realmente. Apenas llevo 7 años aquí...- Miró hacia adelante, ya estaban casi en el centro de la ciudad. -Por cierto, ¿te dedicas a algo en especial?- Le miró curioso, con una sonrisa en sus labios.

Siete años... seguro que conocía lugares que yo ni imaginaba en esa ciudad... "me gustaría verlos algún día" pensé. Volví a girar mi rostro hacia él a su nueva pregunta mientras le sonreía. tanta tranquilidad hicieron que me calmara completamente, pudiendo esconder la cola y las orejas de nuevo, así si alguien me veía no se alarmaría por ver a un lícano acompañado de alguien tan bello como ese señorito.

- Soy enfermero. Me gusta mucho la medicina.. pero no creo que pueda llegar a ser algun gran doctor -reí tontamente- auqnue si puedo ayduar a la gente siendo enfermero ya me vale -reí mirándolo- Y usted que profesión tiene?

Le miró curioso cuando notó que sus orejitas y cola desaparecían. Eran adorables, a su manera de ver. Pero nuevamente no dijo nada al respecto, limitándose a sonreír al mirarle. Se acercó un poco más a él, queriendo verle mejor a la luz de la luna. No es que no pudiese verle perfectamente, pero había algo encantador en mirarle de esa manera.

-Oh, ya veo... eres muy joven, lo cual me alegra. Serás un buen doctor cuando crezca, seguramente... Ayudar a otros es la principal motivación para dedicarse a eso.- Sonrió mirándole, al escuchar su pregunta se detuvo un instante. -Pues, yo soy doctor...- Rió divertido al decir esto.

Sonrió divertido y enternecido a la vez al ver su emoción. De verdad le gustaba lo que hacía para reaccionar de esa manera ante el comentario de un desconocido como él. Sus mejillas se sonrojaron muy levemente al sentir cómo el pequeño le tomaba de la mano, sonriéndole de esa manera.

-Claro, te ayudaré en lo que quieras. Y por supuesto que sé que serás muy bueno...- Sonrió caminando nuevamente, a paso lento, sin soltar su mano.

Le sonreí y le tomé mejor de la mano, con un leve sonrojo en mis mejillas. Estaba feliz, realmente feliz por haberlo conocido, así quizás podria mejorar mis técnicas y curar a la gente más rápido, con mejor estilo y sin tantos problemas de nerviosismo que a veces tenía por miedo a hacerlo mal.
Al cabo de un rato de estar en silencio, riendo levemente llegamos al centro. Vaya, por ser de noche aun habia bastante gente...

- Que bien. Con usted seguro que aprendo muchas más cosas de las que ya sabía y que no dicen en los libros -reí y le tomé la mano con las dos mías, acercándome algo más a él-

Le pareció gracioso ver su emoción. Nunca había visto a nadie reaccionar así por algo tan trivial como decirle su profesión, pero a la vez sintió que era tierno, quizá por su edad, porque era un adolescente apenas, por lo que podía ver... No supo cómo reaccionar cuando sintió la mano del menor tomar más firmemente la suya, lo único que hizo fue sonreír, intentando no sonrojarse más.

Habían llegado al centro de la ciudad, sin embargo, sólo iban de paso, según tenía entendido. No dejaba de parecerle curioso que a esa hora de la noche aún hubiese alguien en la calle, pero eso era lo de menos... Apretó la mano del pequeño entre la suya, sujetándole para que no se perdiese.

-Bueno, pues... espero que te sirvan un poco las cosas que conozco. No es mucho pero... la experiencia te enseña más que la escuela de medicina... Cuando crezcas y te conviertas en doctor aprenderás más cosas que yo, seguramente...- Rió disimulando un poco, al sentirle acercarse más a su cuerpo.

- Seguro que si! Aprenderé muchas cosas y si aprendo más que usted luego yo seré su profesor! -reí haciendo broma-

Vaya... nunca habia pasado por el centro de noche. Con las luces y la gente que aun paseaba por allí aun me parecía más lindo que cuando era de día. Reí de nuevo y me pegué al cuerpo del hombre completamente al sentir tomar mi mano más firmemente. Me sonrojé levemente y reí de nuevo mientras miraba a la gente que nos miraba como si fuéramos pareja o família.