(Libre) Tormento de medianoche

La luna estaba en lo más alto de las colinas donde se situaba el cementerio. La luz del astro de la noche iluminaba cada recóndito lugar de aquel escalofriante sitio, pero eso sólo hacía que fuera más seductor para los ojos de Akito.

Había salido a comer y por suerte ya tenía su parte, al menos aquella noche. Era nuevo en la ciudad, pues él provenía de Alemania. De todas formas ahora se sentía como en casa, no le costaba habituarse al clima o el idioma y expresiones.

Dispuesto a pasar un buen rato se tumbó entre los brazos de una de las figuras del cementerio, concretamente en una con forma de ángel, adoptando una postura dramática con una mano sobre su frente, apartando así el cabello rubio de su rostro.

-Ah, qué maravilla de noche ¿no? -se dijo a si mismo, sacando un cigarrillo de su bolsillo y prendiéndolo. No es que fuera adicto al tabaco, pero a veces le gustaba sentir su sabor. Era de las pocas cosas que consumían los humanos que no le repugnaba.

Habia salido a caminar un rato por los alrededores como siempre y resultaba que ese dia, su fiel compañeno Ume, un cahorro de labrador, habia decidido que su amo tenia que hacer ejercicio y se habia escapado, haciendo por ende buscarle por todas partes siguiendo su rastro.

Y asi era, alli se encontraba el siguiendo las huyas de su cachorro que lo habia llevado hasta ese cementerio, habia estado ya en bastantes por eso no le resultaba para nada turbador, hasta que vio la presencia de aquel hombre y decidio acercarse a preguntar.

Disculpe señor....ha visto a un pequeño cachorro por aqui? lleva un collar azul.... * dice mientras miraba al hombre algo esperanzado.*

Una presencia apareció a su alrededor, aunque al ver que no era nada alarmante ni tan siquiera prestó atención. Posiblemente fuera algún tipo de vampiro aburrido en busca de alguna presa humana o comadreja para alimentarse.

Con el cigarro entre sus labios y la mano en su cabeza pronto oyó una voz joven que provenía de unos cuantos metros hacia abajo, en suelo.

-Me lo he comido -musitó como si nada, sin poner ningún tipo de expresión en su voz. Sus ojos permanecían aún cerrados y su respiración era pausada, como si degustara cada una de las veces que tomaba aire- Aunque ahora seguro que se me ensucian los dientes. Qué horror -ante la última frase puso un gesto de preocupación y una voz de tragedia, aunque estaba claro que sus palabras no eran veráceas.


[Hola :) Soy nuevo por aquí]

Ja....ja.....ja.... - digo con una gran ironia impregnada en sus palabras, pero quien demonios se habia creido ese para burlarse de el y de su perro, seguro que era uno de esos vampiros fanfarrones que abundaban tanto por la casa, y el no tenia tiempo para hacerle caso ni entretener a ese tipo de personas- Gracias por nada, y espero que te haya sentado realmente mal al estomago al menos habria servido para algo.... -dice dandose media vuelta dispuesto a alejarse de aquel lugar.


Bienvenido aunque yo solo llevo un par de dias ^^))

(Uo. xD Vale!~ Un placer igual!)

Sus ojos se entreabrieron dejando a relucir sus pupilas azules grisáceas que destacaban junto su pelo mediantemente largo y rubio. Con una leve sonrisa aferró el cigarrillo entre sus labios y se sentó en los brazos de la estatua sobre la que reposaba.

-He ido a guardar a tu chucho en uno de los cobertizos de allí abajo, está a punto de llover y no creo que le hubiera sentado demasiado bien. Deberías tener más cuidado con tus mascotas, como lo trates todo igual... -dejó caer la voz y tras ello bajó la estatua- Los vampiros de hoy en día estáis muy mal educados, sois incluso amables y pasotas, no sé si decir que eso me gusta o si lo detesto.

Arrojó el cigarrillo al suelo y empezó a andar.

-¿Vienes o qué?



[Ten paciencia con su bordería xD]

Se coloco delante del vampiro con gesto algo chulesco - Acaso me conoces lo suficiente como para descernir sobre mi comportamiento, antes no fui amable idiota, sino educado....y como trato yo a mis animales no es para nada de tu incumbencia, limitate a darmelo y fin del problema tu tendras una molestia menos y yo podre seguir con mi paseo, los has captado vampirito? - dice con mucha borderia en sus palabras y muy seguro de si mismo, sin estar realmente seguro si era culpa de un reflejo de la otra persona o si habian salido de el mismo, debido a su empatia con los demas esto se estaba volviendo demasiado comun, y decir de mas que no le gustaba ni un pelo.

Contempló su figura unos segundos desde unos cuantos centímetros más arriba y luego sonrió a penas de forma perceptible, encaminando sus pasos hacia una pequeña cuesta del cementerio donde en la parte inferior residían unos cuantos cobertizos para los trabajadores de aquel lugar (que no eran pocos).

-No me hables con ese tono o te destrozo el cráneo, engreido -murmuró sacando otro cigarrillo del bolsillo y prendiendo fuego- Puedo juzgarte según quiera, igual que tú puedes hacerlo conmigo. Somos libres ¿no? Pues ya está. Me da a mí que no estás muy habituado a tratar con otros de tu especie ¿verdad? Aunque pensándolo bien pareces muy pequeñito -pasó una mano por su gorra y apretó suavemente hacia abajo- No estés tan amargado.

Siguió andando, ahora con las manos en los bolsillos, mirando el cielo de vez en cuando pues anunciaba que pronto llovería

Puso muy mala cara en cuanto le toco la gorra apretandola contra su cabeza, como se la quitara estarian en problemas por qu eera su unica forma de fluir sentimientos que tenia, para no verse desbocado por ellos por su poder, y ademas quien se creia ese engreido vampiro, el era el hijo menor de un vampiro antiquisimo, quien se creia que era, no trataba con un cualquiera.

Si, puede que no este acostumbrado a tratar con los de mi especie y sea aun joven, pero eso no te da derecho a insultarme o ha llamarme amargado.

Se detuvo unos instants y tras ello echó a reír, dándole un suave golpe en el hombro y aproximándose a su rostro serio, sin decir ni tan siquiera una palabra más y dejando un beso en su nariz.

-¿De verdad? Con lo que me gusta a mi jugar, querido. Venga, vamos.

Con las manos ahora en la nuca comenzó a andar. Akito siempre había sido un chico muy delgado, aunque eso sólo hacía que su figura pareciera más delicada y a la vez más temible.

En el ambiente el rastro de humo del tabaco era percivible, dibujando por momentos rastros que se diluían segundos después.

-¿Cómo te llamas? -preguntó mientras seguía andando.

Athan.... * dijo frotondase ligeramente la nariz, eso lo habia dejado completamente shockeado, a que habia venido que lo besara en la nariz, y ahora parecia mas....simpatico, por asi decirlo, no entendia la situacion para nada, queria coger a su cachorrito e irse de hay le parecia todo bastante confuso.

El chico por su parte tenia una piel tan fina y billante, que parecia mismo marmol, lo que la luna y antorchas iluminaba, y su tacto era tan suave como la seda, tenia las mismisimas facciones de un adonis griego y el pobre casi no era consciente de esto.

Y tu como se supone que te llamas? - Dijo al mirarlo de reojo,algo desconfiado.

Se relamió los labios mientras cotinuaba con el paseo nocturno en el cementerio y suspiró de cansancio a los pocos segundos.

-Puedes llamarme Blaze -murmuró- Sólo saben mi nombre aquellos que van a morir o mis amantes. ¿Quieres formar parte de alguno de los dos grupos? -su voz tenía un tinte sardónico que le hacía parecer un simple narcisista con un toque egocéntrico- Tampoco estás tan mal.

Ante el último comentario miró el cielo y se dio cuenta que empezaron a caer gotas como si nada, cada vez más fuerte.

-Bueno, mejor entramos -abrió una de las puertas del cobertizo y luego le dejó paso. En una esquina estaba su perro envuelto en una manta durmiendo.

Akito se sentó en la cama que había y se quitó la chaqueta levemente empapada.

-Tenemos para un par de horas hasta que se calme el tiempo.

Arrugo ligeramente la nariz al escucharle decir que si queria ser su amante, tsss ... quien se creia que era, don juan tenorio?, se acerco junto a su perrito y lo tomo en brazos sentandose en la misma esquina en la que el cachorrito habia estado antes.

Para empezar, mas quisieras tu que yo fuera tu amante, segundo no me atraes, por lo tanto olvidalo y tercero...por que no vives en la mansion? creia que todos los vampiros lo hacian...esto es un cuchitril.... - dice mirando alrededor, realemten le extrañaba.

Se encogió de hombros y luego le miré.

-No soy tan horrible. Creo. Pero, a parte de eso, acabo de llegar a la ciudad, es mi primera noche por aquí y no me gusta demasiado estar entre gente. Soy uno de los nuevos doctores que entran en plantilla. Y tengo la costumbre de ir por el cementerio, los muertos no me hacen hablar demasiado y puedo hundirme en mis propias reflexiones. No me gusta demasiado tratar con los demás si no es por beneficio de ambos o algo similar ¿Sabes? Intercambios y cosas así.

-Deberías quitarte al menos el jersey, estás mojado.

Bostezó entonces y medio se recostó en la cama, dejando las piernas en el suelo.

-Veremos cómo me va todo en esta ciudad.

El chico miro al hombre, realmente era un tipo peculiar, pero decidio hacer lo que le mandaba quitandose el chaleco y quedandose con una camisa blanca de seda, que le hacia ver mas etereo si eso era posible.

Entonces te compraras una casa en la ciudad supongo, este sitio no es....un habitaculo digno de un doctor, si la gente sabe que vives aqui no te tomara demasiado enserio...no conozco a mucha gente por que yo tambien hace poco que he llegado, asi que no podria recomendarte ningun lugar en especial..

Sonrió nuevamente y luego se rascó la nuca.

-Pero si sólo estoy aquí porque he dejado a tu perro y se ha puesto a lloveras -musitó mirando al can que tenía el muchacho entre brazos- No te preocupes, me gusta el lujo y vivir bien, no me quedaré en un sitio como este. Aunque eso no deja que realmente goce del silencio del cementerio, aunque luego vengan niños buscando a sus perros perdidos que he encontrado previamente -susurró con la voz suave.

-Oye, parece que seas una chica... -río por lo bajo- Delgadito y blanco.

Podia llamarle cualquier cosa, pero poner en entre dicho su sexualidad jamas!,
cogio una piedrecita y se la tiro directo a la cara - No soy una chica que te quede claro,asi que no vuelvas a insinuar nada parecido... - dice gruñendo por lo bajo y mirando hacia otro lado.- y si te molesta mi presencia ahora mismo me ire, poco me importa mojarme en el agua...

Se tocó donde le había dado la piedra y luego se puso a reír, mirando a su alrededor y poniéndose en pie. Se le marcaban las costillas levemente tras el jersey empapado, aunque no era ni de muy lejos algo enfermizo.

-Las chicas son bonitas, era sólo un cumplido. Un hombre que parezca una mujer es porque debe ser muy hermoso ¿no crees? -se inclinó un poco delante de él y le miró a los ojos.

-Si quieres irte, ve, seguro que a tu perro le encanta ahogarse entre agua, o sino déjamelo, yo mismo puedo darle calor.... -dejó arrastrar su voz y se sentó en frente del chico, pasando una mano por sus propios cabellos- Quítate esa gorra -dijo poniendo la mano sobre su cabeza con intención de arrebatarsela

Estoy bien con ella gracias, y no le pasaria nada al perro... - esta claramente nervioso por el hecho de que quiera quitarle la gorra y coloca una mano sobre esta para que no pueda hacerlo- Tu estas tambien mojado por que no te quitas el jersey? - dice arrepintiendose inmediatamente de haberlo dicho.

Sonrió nuevamente como si fuera un niño y quitó la mano de encima su cabeza, poniéndose de pie para separar el jersey de su piel y dejar su torso algo húmedo visible, junto la cadena y la cruz de su cuello. Al darse la vuelta para dejarlo todo encima de la cama se pudo ver que en su espalda residía una cicatriz en diagonal que parecía no haber curado del todo.

-Listo, ya me he quitado el jersey -susurró volviendo al sitio que estaba y sentándose- ¿Seguro que no te gusto nada? -rió- Te lo podrías quitar tú también

No me gustas pesado..... -dice algo hastiado por su tonteria- que es esa cicatriz que tienes en la espalda...parece que aun no se ha curado...- lo mira claramente intrigado por esta, ladeando ligeramente la cabeza, que le da un toque inocente junto a su cara de confusion.

Tocó la herida de espalda con su mano y tras ello se encogió de hombros, mirando alrededor y levantándose para coger de la camisael paquete de tabaco junto el mechero.

-Malas experiencias. Hay un tipo de arma que si hiere a un vampiro le deja cicatriz para el resto de sus vidas, y es eso lo que pasó. A veces incluso duele o sangra, pero es soportable, al final te acostumbras..

Suspiró unos segundos y llevó el cigarrillo entre sus labios.

-Aquí voy a empezar a vivir por primera vez en un sitio. Nunca he tenido una casa, en realidad.

No tenia conocimiento de esas armas....como te hirieron...y bueno en este pueblo ha y muchos vampiros segurmente te adaptaras pronto... - lo miro expectante por saber como le habia ocurrido aquello en la espalda, a veces odiaba ser tan curioso pero es que no podia evitarlo.

-La vida de un vampiro no es fácil. Tenemos muchos enemigos. En realidad, todos son nuestros enemigos, incluso los propios vampiros. Si algún día tienes pareja, será de la única persona que podrás confiar, porque será la última que te va a traicionar. Los vampiros somos muy fieles en cuanto compañerismo -explicó contemplando sus ojos.

-Tus expresiones son bastante curiosas, aún no te has adaptado a no tener nada en el rostro que dibuje todas tus emociones ¿verdad? Con los siglos te vuelves aún peor. Casi nada te importa y eres capaz de todo con tal de cometer tu fin

Se atrevió a tomarle por la mandíbula y analizó sus rasgos, sonriendo tras ello.

-Eres estupendo en cuanto físico.

Eso a mi no me pasara......yo soy capaz de sentir mas que nadie, asi que jamas me quedare sin sentimientos....no me preocupo por eso, pero no es cierto que tus compañeros no te traicionen......las traiciones entre parejas se viven igual que entre compañeros, amigos o conocidos...no puedes confiar realmente en nadie a veces ni en tus propios padres, pero una traicion aunque suponga dolor por un instante fugaz no debe hacernos desconfiados o alejarnos de otras personas, por que es parte de la vida..... - dice soltando un discurso que no sabe ni como demonios le ha salido.

Le observó unos momentos.

-Así que te han abandonado o algo así. Es bastante normal. Unos rebeldes mataron a mis padres nada más nacer yo, así que tampoco he tenido nunca a nadie, ni tan siquiera compañero o pareja, pero me da bastante igual.

Pasó una mano por su gorra y de pronto se la quitó.

-¿Qué tiene de especial?

(Hay que liarla xD)