Saciando nuestro apetito (priv.)

Llegaron al seed Cafe, tal vez no servían gran cantidad de comida pero le serviría para saciar el apetito del demonio, se inclino nuevamente para que el chico bajara, se estiro un poco para re acomodar sus vertebras.

-Llegamos, vaya que pesas.

Mintió para fastidiarlo, lo cierto era que el chico era demasiado ligero.

Se bajo de la espalda del demonio separandose un poco de él algo incomodo. Luego al escuchar el comentrio de este se sobre salto un poco mirandolo de reojos.

- Idiota.. -Dijo molesto cruzandose de brazos, solto un leve suspiro y lo miro- Gracias.. por traerme.. -Le dijo sin animos pero a la vez con algo de sinceridad.

-De nada.

Abrió la puerta del lugar y le sedio el paso al chico.

-Pase usted joven.

Se inclino como lo haría un mayordomo ante su amo.

Al ver la acción hecha por el chico volvio suspirar algo molesto e incomodo, cerrando sus ojos caminando lentamente para entrar al jugar.

- Gracias.. supongo.. -murmuro al pasar por el lado del demonio sin dirigirle la mirada.

Una vez adentro del lugar se dirigio a una mesa que estaba serca de una ventana, tomando asiento apoyando su cabeza en su mano miras miraba por la ventana.

-¿Qué vas a pedir?

Le dijo con tranquilidad mientras tomaba la carta y veía el menu, no sabía si pedir solo carne o un desayuno mejor armado.