.:la oscura plaza:.

La abarrotada calle se abría ante mí mostrándome el nerviosismo de sus transeúntes por llegar a un lugar específico a una hora específica. Lo cual, en mi opinión, era terriblemente agobiante e inútil. La mayoría de ellos llegarían tarde o serian plantados y aunque yo no tengo la capacidad de leer el futuro se podía ver claramente en sus caras. Caras cansadas o estresadas, en el peor de los casos ambas, que desfilaban por el camino de la vida cual fúnebres fantasmas. “Esto es sumamente aburrido” pensé mirando la marabunta de, lo que suponía eran, humanos. Había salido por la simple razón de que me diese un poco el aire y, en un abrir y cerrar de ojos, me encontraba entre una multitud siguiendo la corriente de sudorosos cuerpos en busca de un lugar por el cual escapar. En casi una milésima de segundo llegue a ver un callejón y, aunque me costara mi integridad física, llegaría hasta el para obtener mi tan ansiada libertad. Tras varios minutos de choque entre cuerpos y sobeteo de ciertas partes de mi anatomía por parte de desconocidos llegue al callejón. Di un corto paseo por el siniestro callejón- por cierto es una regla no escrita de la arquitectura de Eternal que todo los callejones fuesen siniestros y con una iluminación pésima- hasta llegar a la plaza. Aspira, inspira… “ahhh~ que gusto” pensé “aquí se puede respirar oxigeno libremente.” Observé la plaza lentamente fijándome en las personas de la plaza. Había varias parejas de enamorados besuqueándose por las esquinas, lo cual quería decir que algún demonio estaba haciendo mal su trabajo. Me senté en un pequeño banco y seguí observando a las parejitas… “La pareja del banco de la izquierda se van a separar y el de la derecha la va a confesar a su novio que le ha puesto los cuernos” pensé al verlos. Era sencillo de deducir. Las caras de las parejas eran un poema. Los de la derecha ,en sus rostros, tenían marcado la molestia que suponía estar juntos y el rostro del chico de la derecha mostraban unas enorme ojeras junto a la expresión de culpa que tenían todos los adúlteros. De repente sentí a mi derecha una presencia bastante fuerte, y por la sensación me apostaba mi biblioteca a que era un vampiro. El vampiro estaba sentado a mi lado y no prestaba atención a mi presencia. En el instante que me gire noté el ligero olor de las lagrimas.
- Etto… ¿ estas bien? – pregunté.

El desconocido respondió finalmente a mi pregunta, mostrando al final una sonrisa falsa sumamente buena. “ Al parecer el vampirito tiene algunos trucos bajo la manga.” pensé al ver esa sonrisa falsa. Olí un poco el aire, tomando un poco del aroma de las lagrimas, y me centre otra vez en el. “ Muy bien, pensemos. Estamos en Eternal por lo que este chico no debe de estar llorando por el clima- obviamente - , sino por algún motivo sentimental. Aunque su ahora sonriente rostro borraba casi todas las señales de su cara y no me permitía descifrarle completamente estaba completamente seguro de que lo descubriré.” Pensé. Segundos después escuche la voz del desconocido presentándose:
- Me llamo Sakuya Scarlet, encantado de conocerte.

la sonrisa no se borra de mi rostro - ha bonito nombre saku-chan...- suspire y forte mis manos..- hace algo de frio... no lo crees? ...- mire hacia las nubes que cubrian las estrellas...- ha¿?.- me fije que caian algunas gotas..- dime que haces ha estas horas tu solo por estas calles..?- puse una como sobre mi pierna y luejo recarge mi rostro sobre la mano mirando al joven... - eres un demonio verdad?- mire con agrado al joven jamas habia tenido diferencia por razas como otros... suspire

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huy perdon por demorame... ¬¬ trabajos de demas T_T

Tras presentarme seguí observándole, fijándome especialmente en su sonrisa. En ese momento al escuchar el nuevo nombre que se me había puesto pensé:
- “ ¿ Y esas confianzas?” – una gota salió por mi sien.
Después de unos segundos de relativo silencio Lavi me pregunto mi opinión sobre el clima. No tenia una opinión muy complicada al respecto, si hacia frio o calor me daba igual, así que no respondí. Después volvió a preguntarme, esta vez mis motivos de haber salido a estas horas.
- He salido para despejarme, estar tanto tiempo encerrado en casa no es bueno- dije con una sonrisa.
Vi como Lavi cambiaba de posición y se puso más cómodo. La siguiente pregunta que me hizo saltar del banco.
- Si, lo soy ¿ Porque lo preguntas?- dije, sonriéndole al final

- m.. ya veo- aun miraba al joven y es que bueno que mas podia hacer era lo nuco agradable que habia en el lugar sonrie al escucharlo -m... queria confirmar.. solo eso... pues tus rasgo y de mas demuestra lo que eres...- ademas me agradaba saber que no era fragil e indefenso...

- oye saku-chan..- lo mire un poco serio - estas muy pequeño para que antes ha estas horas tu solo..- lo decia era mas en broma, queria distraerme un poco y olvidar...- quieres caminar?- sonrie calidamente para el otro

Mire a Lavi mientras explicaba la razón de haberme preguntado si era un demonio. Me reí, solo un poco. No sabía si se hacia el inocentón o solo lo aparentaba, sin embargo me resultaba gracioso. No estaba acostumbrado a reír por lo que tosí un poco al final. Creo que por culpa de la tos he escuchado mal, he oído que era demasiado pequeño para caminar solo por la ciudad. Tras recuperarme me volví hacia Lavi. Este me pregunto si iba de paseo junto a el.
- Si ,quiero -respondí con una sonrisa.