¿Puedo tomar su orden?... (Libre)

Su descanso de 15 minutos había terminado y ahora debía regresar al trabajo. No era el mejor empleo que hubiera querido tener, pero por el momento estaba bien y aun tenía pocos días trabajando ahí, era cuestión de acostumbrarse.

Llego a la barra, pues en esa ocasión lo habían puesto como mesero, ya era un avance, antes lo único que hacía era limpiar las mesas. El encargado le dio una charola con bebidas y le indico a que mesa iban. Por supuesto no faltaban las miradas de los clientes que se dirigían a su trasero mientras caminaba entre las mesas, pero bueno, no era el único que tenía que lidiar con eso.

Entrego las bebidas con amabilidad, preguntando a los clientes si necesitaban algo mas, pero lo que le dijeron no fue algo que pudiera considerar como la clase de servicio que su trabajo le obligaba a dar, así que se retiro, dispuesto a atender al nuevo cliente que entraba por la puerta en ese momento.

El frio de las afueras del lugar atormentaba a Yuki, por lo que entró al bar con la esperanza de poder tomar algo caliente. Pudo observar al mesero a lo lejos... lo miro timidamente mientras Noah hablaba en su mente... **Lindo chico... te lo ligas?** -Ya quisieras tarado ¬¬- le respondío mientras se sentaba a tratar de ordenar los garabatos de letras que intento escribir en el parque.

Aún esperaba al mesero que lo atendiera, pero no era de su mayor preocupacion, seguía intentando ordenar la letra de la cancion en la cual estaba trabajando desde hace unos dias, pero sin ningun resultado...

-Que quieres tomar Noah...?- le pregunto con desdén. **lo que quieras... me da igual...** respondió aquel desinteresado ser que vivia en el interior de Yuki -pues ya perdiste eh... ahí viene el mesero...- dijo, mientras ponia su brazo por encima de la silla mientras admiraba al chico que se venia acercando.

Mientras se dirigía a la nueva mesa que había sido ocupada, se topo con la mirada del cliente, un chico de cabellos y ojos grises que usaba unos lentes, se veía agradable, la clase de cliente que no causa problemas. Era lógico que lo viera ir hacia él, y seguramente había estado esperando a que alguien lo atendiera, bien, ese era él. Respondió con una sonrisa amable en lo que llegaba y se paraba a su lado.

- Buenas noches. – saludo cortésmente colocando un platito con nueces sobre la mesa, evitando los papeles que el otro había estado mirando. No pudo evitar echar un vistazo, más bien por curiosidad, aunque no consiguió apreciar mucho, además, no era asunto suyo. – ¿Que desea tomar? – pregunto, para después esperar pacientemente en lo que el cliente se decidía.

-Buenas noches!- respondió animoso Yuki, sin poder evitar la curiosa mirada del mesero hacia las hojas que Yuki sostenia. Dejó los papeles en la mesa y le dijo al mesero, mientras estiraba la mano hacia las deliciosas nueces que se asomaban por el otro lado de la mesa, -¿Está bien frio afuera no crees?- dijo Yuki luego de una risita para poder romper un poco el hielo -Lo que sea, que tu me ofrescas y que esté caliente, tomaré. Gracias!- Dijo nuevamente el animoso de Yuki con una linda sonrisa en su rostro.

¿Frio? Eso era un problema, no había salido durante toda la tarde, así que no tenía idea de cómo estaba el clima. – ¿En verdad? – contesto con tono apesadumbrado. Cierto… aun no tenía un lugar para pasar esa noche y si el clima no ayudaba, seria mas tedioso buscar uno padeciendo el frio. Suspiro. – Eso es un problema... – pensó en voz alta, pero enseguida regreso su atención al cliente. Después podría preocuparse por el donde dormiría, ahora estaba en medio del trabajo y debía dar un buen servicio.

Respondió ante tan radiante sonrisa del otro, era agradable, eso podía decirlo con la primera impresión. - Bueno, si le traigo una bebida fuerte eso seguro que lo calentaría. – aunque no quería matar al peliplateado experimentando con su resistencia. – Veré que puedo hacer.

-Problema...?- pensó para si mismo Yuki, pero cuando trató de preguntarle el problema el chico ya había ido a buscar su bebida... en ese momento Noah le preguntó a Yuki, **Se exactamente en lo que estas pensando Licano... me encanta la idea!** Dijo el morvoso compañero de Yuki -Olvidalo idiota!, si puedo ayudar a alguien pues obvio que lo haré... pero... no se si quiera... que opinas...?- le preguntó a Noah, quien con su pensamiento obviamente degenerado le respondió, **Que mas da pelmaso... ligatelo igual...**.

Momentos despues de la discución, el atento camarero llegó y Yuki siempre amable, lo resivio con su agradable sonrisa que lo caracterizaba...

Camino hasta la barra para pedir algo que pudiera ser del agrado del cliente y apenas lo tuvo servido, camino de regreso para entregarlo. Eficiencia y rapidez, no podía decirse que no fuera un buen empleado. – Aquí tiene. Espero que sea de su agrado. – y en verdad lo esperaba porque ni siquiera tenía la menor idea de lo que era. Solo había pedido algo que pudiera calentar el cuerpo, era nuevo en eso, aun no sabía mucho de bebidas…

- Si no le gusta puedo cambiarlo. – dijo mientras esperaba el visto bueno Había pocos clientes ese día, pero no podía entretenerse con uno solo, aunque le agradara ese. – ¿Se le ofrece alguna otra cosa?

Probó con entuciasmo la bebida que el amable chico le había traido -mmm ¡Delicioso! Gracias...- dijo mientras seguía bebiendo con muchas ganas hasta terminarcelo rapidamente.

-Pues...- Titubeo un poco luego de terminar el vaso -Te molestaria sentarte...?- le dijo al chico con timidez mientras movia la silla te enfrente con el pie... -No hay mucha gente en el lugar... y bueno... no tengo mucha gente con quien conversar...- decía el muchacho mientras miraba hacia el suelo. -Por cierto... Mi nombre es Yukito... pero prefiero que me llamen Yuki- le dijo al momento de estirar su mano y con una sonrisa cariñosa al joven que se encontraba enfrente -Tu eres...?- pregunto rapidamente mientras inclinaba levemente la cabeza.

Se sintió aliviado de que la bebida fuera del agrado del otro, al menos no tendría que devolverla y al ver que se la tomaba con tanto gusto, se sintió bastante satisfecho. Ladeo la cabeza al verlo titubear, esperando por la respuesta, pero al escucharle abrió los ojos un tanto sorprendido. Lo dudo, volteando a ver al encargado de los meseros rápidamente. Seguro que no estaría feliz de que uno de sus empleados ignorara el trabajo para sentarse a conversar.

- Yo… no creo que eso sea posible… – a todo esto, ¿Por qué le pedía que lo acompañara? Tal vez no sería nada desagradable pero… – Lo siento pero acabo de tomar mi descanso, soy un nuevo empleado y no quisiera tener problemas. – le tomo la mano para contestar el saludo, sería muy descortés de su mano si ignoraba el gesto. – Hane. Un placer.

-Hane!- Exclamó -Pues es un gusto. Lastima que no puedas quedarte...- Dijo Yuki mirando el vaso vacío que tenía en sus manos... estaba esperando que alguien estubiera con el un rato, despues de todo, no es muy agradable pasar solo todos los dias en casa sin tener que conversar con nadie mas que con el agradable de Noah.

-No es de mi agrado ser entrometido pero... ¿tienes un problema? ¿Estás bien?- Le dijo el joven de lentes inclinando un poco la cabeza y mirando fijamente a Hane esperando una respuesta.

Rió por la manera tan animada en que pronuncio su nombre, si que era un chico agradable. – … – dudo un momento mirando de regreso hacia donde se encontraba el encargado y al ver que se retiraba movió una de las sillas para poder sentarse, solo un momento, mientras el encargado no lo viera. – Esta bien, te acompañare, pero solo unos minutos. – no estaba ahí para sociabilizar, debía trabajar, al menos eso se imaginaba que le dirían si lo encontraban conversando tan tranquilamente con uno de los clientes, pero no era su culpa, el cliente lo había pedido, y el lema era “al cliente lo que pida”.

Ladeo la cabeza abriendo los ojos más ampliamente y parpadeando varias veces. No comprendía la pregunta, aunque la manera en que Yuki sospechaba de él era bastante graciosa puesto que tenía una expresión seria en el rostro. – Acaso… ¿Parezco enfermo? – no se imaginaba otra razón por la que el peliplateado estuviera preguntando eso.

Rió animosamente después de la respuesta del joven Hane, -(deja de reir pausadamente...) ... esque hace unos momentos dijiste que era un problema lo del clima...- dijo Yuki inclinando la cabeza hacia el otro lado mientras se cruzaba de brazos para luego hecharce en la mesa... quedó mirando a Hane y luego se dió cuenta de su irrespetuoso movimiento, hechandoce hacia atrás rapidamente. -Gomen...- en voz baja dijo mientras miraba a la mesa nuevamente...

Usando el mismo gesto de la cabeza, el joven Yuki preguntó -¿es eso verdad? esta ves sin hecharce comodamente en la mesa mientrás la miraba boquiabierto para luego soltar una leve risa mientras miraba a Hane, haciendo alavo a la irrespetuosa posicion que habia tomado Yukito.

Sus mejillas se colorearon en un muy ligero tono rosado al observar como el mayor le miraba tan directamente desde abajo en la mesa donde había recargado su cuerpo. – No hay problema. – le aclaro con una sonrisa en el rostro para que no se sintiera incomodo, después de todo, se había quedado para que pasara un buen rato acompañado.

- Ah… eso… – giro los ojos hacia una esquina, era algo embarazoso decir que no tenía una casa donde vivir, o un lugar donde pasar la noche. Su antiguo trabajo le brindaba un techo, pero desde que había cambiado de empleo debía buscar un nuevo lugar para quedarse. – Es solo que… mmm… hoy no tengo donde quedarme y buscar una posada en el frio lo hace algo más complicado. – se rio nerviosamente mientras agitaba las manos frente a su rostro. – Pero eso seguramente no es asunto tuyo, así que no te molestare contándote ese tipo de cosas.

Inmediatamente, después de la respuesta del joven Hane, con un asombro en la cara incomparable le dijo -¿¡No tienes donde quedarte!?- Exclamó casi gritando Yukito... -¡Eso es terrible!- pensó inmediatamente el chico mientras se tocaba la cabeza y fruncía el ceño.

Yukito tomó rapidamente de las manos a Hane -Escucha... se que no es mucho... pero si quieres ¡yo te puedo alojar en mi casa!- Exclamó nuevamente Yukito mientras luego se encogía de hombros mirando a todos lados sin soltar las manos de Hane -¡Tengo una sola cama pero yo puedo dormir en el sillón!-. Miraba a Hane con los ojos brillosos el joven Yukito... que esperaba realmente poder ayudar al pequeño Hane.

Se sorprendió más que nunca por la contestación y posible solución que decidió ofrecerle el otro chico, quedando perplejo ante su propuesta. – A-a…¿acaso estas demente? – quizá fue demasiado sincero con su reacción, pero no concebía la manera en que un cliente al que acababa de conocer le pidiera acompañarlo, y después quedarse en su casa, podría tratarse de alguna clase de psicópata, pervertido o algo parecido que hui era encontrado a su víctima, pero cuando vio la expresión de preocupación en el rostro de Yukito noto que era sincero. … Lo siento, me sorprendiste, pero no podría pedirte que hicieras eso, en tal caso sería yo quien dormiría en el sillón, pero de todas formas no creo que sea correcto invadir tu casa aunque sea durante una sola noche. Apenas te conosco.

Lentamente Yuki soltó las manos de Hane con una cara de pena que conmovía a cualquiera, -Bueno...- dijo mientras miraba al suelo timidamente el joven Yuki -Disculpa el atrevimiento, espero que no creas que sea un sicópata o un degenerado... solo que, como verás, paso solo mucho tiempo... y no es divertido estár solo mucho tiempo en casa conversando con...- hizo una pequeña pausa recordando el olor a Humano que pervisia Yuki en Hane... no quería asustarlo... por lo que prosiguió, -... digo... solo... conversando solo...- Dijo mientras se tocaba la nuca y miraba hacia abajo... -Pero sería genial que tu... Bueno... yo...- empezó a tartamudear mientras le explicaba a Hane lo de su profunda soledad en casa... -¿Entiendes?... pero... lo lamento... no quise incomodarte... dijo el joven Yuki para hecharce hacia atrás en la silla de aquel bar... mirando al techo... soltando un gran suspiro.

De acuerdo, había hecho lo más normal, nadie aceptaba una invitación como esas de alguien desconocido, a la primera… ¿Entonces porque se sentía como si hubiese hecho algo malo? Observo el rostro apenado del peliplateado, sintiéndose aun más cruel y coloco una de sus manos sobre su otro brazo para frotárselo mientras pensaba que debía decir. – Disculpa, aprecio tu ofrecimiento pero…

Supuso que Yuki tan solo se sentía solo y comprendió ese sentimiento, es decir, él no tenía recuerdos de absolutamente nada que tuviera que ver con su pasado y tampoco conocía a muchas o tenia familia… quizás nunca la tubo, quien sabe.

- ¿Pero que no te preocupa? – le pregunto tratando de hacerle ver sus motivos para que dejara de poner esa cara que SI, ,le podía. – No me conoces, no sabes nada de mi excepto mi nombre y quizás soy un ladron o algo parecido, podria ser un pervertido que esperaría a que te durmieras para hacerte cosas sucias!! – bueno, lo ultimo fue algo exagerado…

Ante la respuesta de Hane, Yukito respondio timidamente... -Quizás si, tienes razón... pero odio estár solo... además si fueras un ladrón no sacarías nada de mi casa- mientrás se largo a reír -No tengo muchas cosas en casa... estoy sin trabajo y solo tengo las cosas necesarias para sobrevivir...- sonrió y luego miró los papeles que aún seguían en la mesa... empezó a ordenar sus cosas... el ambiente estaba helado y oscuro... algo podía pasarle... (en el peor de los casos... encontrarce un vampiro...) así que empezó lentamente a ordenar sus cosas mientras seguía la conversacion con Hane.

- Eres una persona muy confiada… – concluyo ante la respuesta de Yuki. Se quedo en silencio un momento, esperando que el otro dijese algo, pero al ver como acomodaba sus papeles se animo a preguntar. – ¿Puedo preguntar qué es eso? – ya antes le había llamado la atención, lo que tenia ahí escrito, además intentaba cambiar el tema de conversación por un momento, le ponía incomodo lo otro.

Paró en seco sus movimientos cuando Hane se refirió a los papeles que Yuki llevaba consigo... Era la canción en la que estaba trabajando, -Es... eeeh...- titubeo un poco para distraer al muchacho -Es una... Es... Es una tonteria... son unas letras de unas canciones... no es mucho- le dijo mientras las arrancaba del cuadernillo y se las pasaba deslizandolas por la mesa para luego volverse y seguir ordenando su lapiz y el cuadernillo que llevaba consigo.
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->Para darle un poco mas de credibilidad, aquí esta el supuesto papel

Spoiler:

Leyó con detenimiento lo que estaba escrito en la hoja, formando una dulce sonrisa. Es bueno, parecías estar inspirado. – comento al respecto, al menos a él si le gustaba lo que había leído. – Podría ser… – una sonrisa picara se plasmo en su rostro, sospechando lo que estaba a punto de decir. – ¿Yuki, estas enamorado? – rio un momento al imaginarlo, el mayor era un chico muy animado. – Con lo confiado que eres, podría ser algún pervertido. – bromeo al respecto, sin tratar de ser grosero. – Lo siento, pero me gusto tu canción. ¿Entonces eres un escritor? – pregunto con interés inclinándose ligeramente para quedar más cerca del peliplateado.

-¿Enamorado?- le pregunto ironicamente para luego reirse con su pequeña broma. -Para nada... no hay nadie que llene mi corazon aun...- le señalo con la mirada hacia al lado.

Respecto a su pregunta, el joven dudo un poco en responderle que si, pero especificó: -Mas que un escritor, soy un compositor, me gusta cantar... le digo algo avergonzado el joven Yukito mientras le estiraba la mano a Hane para pedirle las hojas.

Espero un momento... y ya tenía sus cosas listas... asique le dijo a Hane -Hagamos un trato- con una sonrisa algo coqueta, Me gustaría volver a verte... por que no te quedas con esas letras, y cuando me vuelva a inspirar, regresaré para buscar la canción, terminarla y cantartela... ¿Te parece, Hane...? le estiro la mano, pero en esta ocacion para sellar el trato que Yuki le había propuesto al joven.

- [color=blue]Compositor…[color] – repitió las palabras como si quisiera grabarlo en su memoria. Eso significaba que Yuki era una especie de artista. Le devolvió la escritura que le había prestado, esperando algún día poder escuchar la melodía que acompañaba a la letra, quien sabe, quizás en algún momento podría ver a ese chico en cartelones que anunciaban sus conciertos.

Tal pareció que el otro le había leído la mente pues la propuesta que le presento fue algo muy similar a lo que había pensado. Rio divertido. – ¿Me cantaras tu canción? – le pregunto para verificar que lo había entendido bien. – Esta bien, cuidare esta hoja de papel si es lo que quieres. – tomo la mano del mayor con una sonrisa en el rostro. Ya no le parecía tan mala idea quedarse en su casa, parecía ser alguien de confianza y le atraía el entusiasmo de esa persona.

Se levanto inmediatamente apenas volteo y vio venir al encargado. – Lo siento, se acabo nuestro tiempo de charla. – le apenaba un poco, había sido agradable conversar con el peliplateado. – Ah Yuki, ¿no necesitas nada mas antes de que me vaya? – sostuvo la charola entre sus manos, con la que había traído la primera bebida para el mayor.