Nuestro Encuentro(privado)

Paso tras paso, cansado y fatigado giraba perdido entre esos árboles milenarios. Las heridas sobre mi cuerpo jugaban a desmayarme, y una canción melódica indagaba mi cabeza pudriendola y extenuandola.

La sangre caía a borbotones desde mis labios, y mis manos llagadas se apoyaban sobre la madera humeda de tan bello lugar.

Me dejo caer contra el suelo en un cobarde acto, mirando a cada momento el cielo burlon sobre mi sacramento.
Tiendo mi cuerpo entumecido esperando el tiempo, recordando las tardes enagenadas de felicidad y familia, las rondas con mis hijos, las poesias, las pinturas, los inventos y el hermoso violín que tanto inculqué en mis hijos.

Mis ojos rebalsados en lagrimas creaban grietas en mi piel, junto a una telilla de vitae sobre mis ojos. Los cerré. Cuando lejos escuché una tonada triste... melancolica pero llena de vida, como en la antiquisima civilización era un canto de guerra o rebeldía.

Arrastro un poco mi cuerpo, el sónido estaba a poco de acerce cercano, y le contemplo con sus cabellos blancos tal cual querubin junto a mi, empuñando ni un arma como el angel Miguel, un arco de fina estructura chillando sobre unas cuerdas tensantes, un niño... triste.

-Ahh...- Tratando de no interrumpir su melodía, simplemente calle.

Esa imagen, virginal, melancólica, solitaria.... dulce. Aquel chico con sus manso delicadas, sus ojos cabisbajos y aquellos labios humedos, bien le conocía.
Aquella sangre que corría por sus venas, era la mismisima genética en la cual mi pecho lloraba.

Alzé mi mano constatando su figura irreal, ¿Era acazo esto un sueño, o realmente era él?, pensé con los ojos semicerrados perdidos en la difuza imagen imaginaria.

-Tak...- Murmuré, ¿Era él mi hijo, mi angelical hijo, aquel que como tal muñeca yo había criado, y la maldita rueda de la fortuna lo había arrebatado de mis manos, al verle partir junto con Kai...?

-Yo... ¿Esto es real?... eres... ¿Quién es?... Takuya?...- Entrelazando mi mano sobre sus rodillas dobladas.

Levante mi mirada, no podía creerlo... Era Takuya... mi lindo hijo Takuya, mi bebé, mi muñequito amado, mi niño prodigio.
Levante mis manos ensangrentadas tocando sus suaves mejillitas, sin percatarme de que la escena que mostraba no era muy agradable.
Repase sus pomulos con debocion, manchando de rojo unas hileras por donde roeran mis dedos.
-Takuya... Takuya soy yo.... Takuya...-
Mis ojos estaban grisaceos como humo... y mi mente rebocaba los recuerdos del ayer.
-Hijo mio!...- Grite entre una voz apagadamente tiritante y mi abrazo fuerte amenazante.
-Takuya.... mi niño...-

Aquella pregunta dolio en el corazon de este desalmado vampiro, Takuya era un pequeño infante cuando ese accidente fortituo nos separó, el apenas formulaba oraciones con sentido cuando era "mi hijo"... era mi preciado tesoro, y yo esperaba que creciera lleno de lujos y protecciones sin responsabilidades de ningun tipo, para jamás verle llorar como a su hermano Kai.
-Si..Sii!! Takuya... Soy yo hijo mio... Tu padre!! ... Meith hijo!!.. estoy de vuelta mi querido retoño...- Sujetaba al menor entre mis brazos y el olor a sangre se hacia pestilente.
-Me he levantado de la tumba... porfin .... le he encontrado...-

Eleve a mi niño sujetandole, y las heridas que aún no sanaban no importaban, nada impedía en este momento mi felicidad.
-Despues de ese accidente... no es necesario que lo recuerdes hijo...- Dije apoyando mi cabeza contra su hombro.
-Solo estoy feliz de saber que estas vivo.... fueron tantos años en la discordia, sin saber el paradero de mis niños, mi vida... -Aferrandome a él.
-Mi amor, mi lindo hijo estas vivo...- Mi voz estaba quebrada.
-Yo también estoy júbiloso, te has convertido en un galante adolecente...- Besé sus mejillas como cuando era pequeño.

Estaba nublado, no sentia mi cuerpo ya.. estaba adormilado y entumecido, pero me mantenia en pie por inersia y la adrenalina.
Escuche entonces la voz de mi hijo.. recordandome el dolor, la agonía... y las heridas causadas por Alfons que aun no eran recuperadas.
Caigo al piso, con una herida abierta en el cuello.

-Agh....- Desangrandome, el esfuerzo la habia abierto, extremadamente mal.
Sujeto mi mano, despacio, con los ojos cerrados.
-Estoy bien hijo...- Siempre le respondia que lo estaba.
-Solo debo esperar tsk...-

Me quede en el suelo jadeando, era insoportable, pero jamas, nunca !! beberia de mi hijo, no me hare el habito que cometi con Kai.. jamas!

-No... no puedo aceptarla... vamos.. no importa yo estoy bien...- Tozo un poco de sangre.

-Ya estoy acostumbrado a esto... solo necesito - Rasgando mi ropa -Unas vendas... y...-

Depronto siento algo tumbar mi corazon.. callendo de frente al piso inconsiente...

Un rostro familiar, las cortinas doradas, mis hijos corriendo.. Alfons... ¿Porque el hizo eso?, ¿Porque quizo acabar con mi familia?... a quien tanto le amaba.
Miro como se acerca a mi con su espada blandida, y sin pensarlo dos veces la claba contra mi cuello. ¿No era acazo que me amabais?
Me ahogo, sinto como mi garganta es llenada de dolor... Abró los ojos de sorpresa.
-Ahh... Al...fons.... - Miro a mi alrededor.. aquella sangre era nueva para mi.
-Ta.. Takuya... tu... que has echo?...- Mirandole la muñeca ensangrentada.

Mi rostro se transformo en pena y conmocion. Mi hijo Takuya, mi angel de bellos sentimientos, estaba sucio, yo habia tocado su piel, su sangre, me sentia atacado.
-Takuya... no.. porque hiciste eso hijo... no no no ... esto no puede ser...- Mis ojos preocupados estaban mojados ya.
-No quiero hacerme adicto a tí como lo hice con Kai, hijo mío esto no puede estar pasando... - Tomando mi cabeza con ambas manos.
-No hijo.. alejate de mi antes que me descontrole...- Sentía una sabrosa vibración dentro de mi sangre, el reconociemiento de ese nuevo nectar.
-Takuya... vete... -

-Ta.. Takuya... no hagas eso..- Sintiendo el cuerpo del deseo recorrer mis venas, y el cuerpo del pecado apegarse contra mi.
-Porfavor... la sangre me hace... hacer cosas que no deseo... - Acariciando el abdomen ajeno, con cuidado, como sabiendo que estaba debíl por ello, por algo dentro.
-No quiero mirarte con los mismos ojos que miro a tu hermano... Takuya..- Jadeando.
Miro al cielo tratando de buscar sosiego, cerrando los ojos al sentir una leve exitacion.

Siento a mi pequeño hijo demostrar su afecto, evito las acciones reacio al contacto, mi corazon estaba latiendo rapidamente, no era necesario que continuara aqui, porque al fin y al cabo la sangre era lo que me llevaba a pecar.
-Takuya.. si no.. sino te vas.. me largo yo...- Girando contra mi camino de llegada, esperando moverme lejos, desparecer para no imaginar a mi hijo com oun recipiente mas de mis deseos.

Giro para gritarle llorando -No es algo que tu entiendas hijo, nisiquieras tienes porque entender, amor.. tu padre es un enfermo depravado que abusaba de tu hermano cuando era pequeño, yo estoy enamorado de él de su sangre, y la impuresa de beber de él hizo crecer en mi deseos pecaminosos, me hice adicto ... no quiero que pase lo mismo contigo... quiero que seas mi lindo hijo.. no quiero verte con otros ojos...-
Apretando mis manos -Entiendeme...- Musité.