Haciendo cosas de niños... [Libre]

Estaba sentado leyendo un libro cuando miro a un niño correr por ally. Sonrio levemente al verlo y le recordo a si mismo. Continuo leyendo el libro tranquilamente, pero al mismo tiempo no pudo quitarle la vista al niño. Penso que de grande iba a ser mas lindo, pero tampoco no queria aprovecharse de la inocensia de un niño. Tenia sus alas escondidas, para que no supiera que clase era, quizas le temia a alguna clase, como demonios. Era raro, nunca se habia preocupado mucho por alguien por ally, primera vez. Se acomodo sus lentes mientras sonreia y leia.

Se acomodo los lentes y miro al niño sonriendole. Puso una hoja de un arbol en la pagina en la que se habia quedado y volteo a verlo. Se le hizo un poco grasioso de la manera en la que estaba vestido, pero al mismo tiempo lindo. Se aserco un poco para ver su rostro de mas de serca, pero no tanto para que no sospechara nada.
- No lo creo- Dijo sonriendo tratando de recordar. Lo miro de arriba hacia abajo y le sonrio.
- Me llamo Izaku y tu?- Supuso que con esa mirada que tenia no iba a ser un chico de los cuales les gustaba que los mimaran, asi que decidio no hacer nada.

Mantuvó su curiosa pero al mismo tiempo firme y seria mirada. El viento se había vuelto un poco más fuerte. Recordó que su madre le había dicho que no tenía que hablar más de lo necesario con extraños, pero en esta ocasión había algo que le infundaba misterio y no lo entendía del todo.

-Jóhann... -Dijo el niño, con voz apacible y firme. No estaba muy acostumbrado a tratar con extraños, pero sabía bien que tenía que hacer, ya que así lo habían educado. Se dio media vuelta para mirar esta vez un árbol lleno de flores, cuyas hojas se volaban por causa del viento.

Miro al niño sonriendole y extendiendo su brazo. Una flor cayo en su mano y la aserco a el niño ofresiendosela. Una leve ventisca hizo que las flores salieran volando pero la que estaba en manos de el ni siquiera se movio
- Y que hace aqui Johann-san?- Rio levemente y le puso la flor en cabello con cuidado para no despeinarlo mas de lo que estaba. Guardo sus lentes y el libro desaparecio teletransportandose de su mano a otro lugar. Sin levantarse de donde estaba continuo mirando al niño, luego miro al arbol curioso, el estaba biendo algo, queria saber que era.