Agradable compañía [Priv. Kalix]

-Bueno, aquí es. Después de usted, Kalix.- Dijo abriendo la puerta y parándose a un lado para dejar pasar al otro.

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(*Aqui tamos ^^*)

-De nada. Escoja dónde quiere sentarse y pida lo que quiera. Yo pagaré.- Dijo pasando detrás de Kalix. A la luz de las lámparas pudo ver mejor el cabello y rostro de Kalix. Era muy hermoso y se veía muy suave.

-Muy bien.- Dijo caminando tras Kalix hacia la mesa. Se adelantó para mover la silla y que él pudiese sentarse.- Después de usted. Notó todas las personas que estaban mirándoles, pero decidió ignorarlas.

-¿Qué desea? Pida lo que guste.- Encendió un cigarro y le dió una calada.- Es usted muy callado, me gustaría poder conversar más.

Le pareció razonable lo dicho por Kalix. No es fácil confiar en extraños y lo sabía muy bien.

-Tiene toda la razón... Pero sabe mi nombre, incluso ha venido conmigo a este lugar. Técnicamente no soy un extraño del todo para usted...- Dijo sentándose a su vez.

Llamó al mesero para pedir lo que Kalix deseaba y un café para sí.

-Y bien... ¿Hay algo que usted, quiera contarme? Claro, no es obligación, pero me gustaría conocerle mejor.

-Me imagino. Todos perdemos la confianza por algún suceso del pasado... Pero a veces es mejor dejarlo así, al menos eso he hecho yo...- Apoyó su mejilla en su mano izquierda y miró a Kalix a los ojos.

-¿Usted que piensa?

-Pero, si no se atreve, nunca sabrá como es relacionarse verdaderamente con alguien...¿No es así?- Le miró a los ojos.

No pudo evitar que una débil risa se le escapase de los labios.

-¿Usted cree? Nada más lejos de las cosas a las que me dedico...-Suspiró con una sonrisa en los labios.

-Usted es una buena persona para conversar, aunque casi no hable, ¿sabe?

-Me imagino. Es difícil tener confianza en un lugar en el que uno es nuevo. Lo entiendo perfectamente...-Sonrió.

-Y si usted conversa aunque esté en esa situación, me parece muy bien...-

-No se preocupe por eso...Creo que ahí vienen...-Dice mirando hacia el mesero que llevaba su orden.

-Pues, bueno, le entiendo porque he pasado por lo mismo que usted...-Suspiró. -Pero uno se acostumbra...-Sonrió.

-Bueno, la paciencia paga...-Comenzó a reír suavemente.

-¿Sabe? Me gustó mucho oírle tocar allá en el lago...Me gustaría oírle nuevamente algún día...

-Sería todo un placer para mí...-Dijo con una sonrisa.

-Usted me ha agradado mucho...¿Le molesta si fumo un poco?

-Gracias...-Decía sonriendo y mirándole con una lucecita de malicia en los ojos, al ver sus mejillas sonrojarse.

Le dió la primera calada al cigarrillo.

-Umm...Ha sido una noche interesante, ¿no cree?

Sonrió y exhaló el humo de su cigarro.

-Pues...que adoro la literatura, al igual que los paseos en la noche. Por lo que he visto a usted también le gusta salir hacia la oscuridad...¿No es así?