Vigilando las calles

-Ya veo...-sonaba sincero, y le creia, ademas ¿por que le mentiria? Realmente no era de la clase de vampiros que asesinaba cruelmente a los humanos.

-Segun se, el alimento normal no logra satisfacerte, ni darte las energias que necesitas...¿Me equivoco?-cuestiono-

-Entiendo, parece que tienes una vida bastante complicada-suspiro y se acerco un poco mas a él.

-¿Y es cierto eso de que pueden alimentarse de humanos sin nececidad de matarlos?-agrego, ¿en que diablos estaba pensando? todo eso era una locura...pero sentia deseos de ayudar a Takuya.

Él escucho atentamente sus palabras, sorprendiendose un poco, entonces no era como el creia... que todos los vampiros asesinaban cruelmente a sus victimas, ese descubrimiento cambiaba bastante su perpectiva, y hacia que su odio hacia esos seres disminuyera un poco.

-¿Crees... que puedas alimentarte un poco de mi?-le ofrecio, realmente se veia mal, y se notaba que necesitaba sangre, se sentia culpable por como lo habia tratado antes, y sentia que podia confiar en el, perder un poco de sangre no le haria daño y a Takuya podia ayudarlo mucho.

-Pero... estas debil-musita preocupado- ¿Por que no quieres hacerlo? Vas a sentirte mejor...

Dio un paso adelante, acercandose un poco a él.

Él lo tomo suavemente del menton haciendo que lo mirara, queria convencerlo.

-Tranquilo, con fio en ti, y se que no vas a lastimarte... perder un poco de sangre no me hara daño, y a ti te vendria mas que bien....-insistio- Vamos, por favor, hazlo para que no me sienta tan culpable

-No seas terco-le dijo el acariciando su cabello llevandoselo hacia atras- Hay veces que es necesario ser egoistas, y pensar en uno mismo.. piensa en ti mismo y bebe, todo estara bien

No entendia porque insistia antes, pero sentia que la seguridad de ese joven estaba en peligro, que realmente necesitaba sangre fresca.

-Tayuka... -acaricio ligeramente su mejilla, de forma dulce- Hazlo, por favor-le pidio en un susurro, comenzaba a dolerle verlo debil e inseguro, queria darle parte de su vida, queria que por su sangre circulara parte de la suya.

-¿Que es lo que te da tanto miedo?

-¿No ves lo que necesitas? Esa cosa va a acabar matandote...-agrego evidemente preocupado por el, agachado para estar a su altura y poder verlo de frente.

-Yo...realmente odio a los vampiros-le confeso él- mataron a mi familia cuando era apenas un niño... pero ¿sabes? creo que eres diferente a esos vampiros... y... no creo que este mal que te alimentes, no puedes hacer nada, lo necesitas para seguir viviendo... Tu no deseas matar humanos Takuya, pero debes darle a tu cuerpo los nutrientes que necesita, estas muy debil.

-Esta bien....despues de todo yo estoy ofreciendotelo-respondio el sintiendo los labios de él bajo sus dedos, eran frios y suaves, tal como habia imaginado.

-Todo va a estar bien, confio en ti-respondio para luego cerrar los ojos, esperando que él se alimentara. Era extraño, pero no sentia miedo, estaba sorprendentmente tranquilo y convencido de lo que hacia.

Él abrio los ojos y lo miro, noto como ya no estaba tan palido y tenia las mejillas un poco sonrosadas, seguramente por haber ingerido su sangre. Le sorprendio que no le resultara demasiado doloroso, solo en el momento en que rasgo su piel con sus colmllos habia sentido un poco de dolor, pero luiego este habia desaparecido y la sensacion habia sido extrañamente placentera.

-¿Te...sientes mejor?-le pregunto, noto que le costaba un poco hablar, se sentia debil, y no estaba seguro de ser capaz de ponerse de pie, seria mejor descansar un rato alli hasta que se recuperara. Sintio la fria mano del vampiro acariciando su mejilla tibia y le sonrio apenas.

-No te preocupes, soy fuerte, voy a ponerme bien enseguida-respondio él apoyando la cabeza contra la pared para estar mas comodo.

-No me hiciste daño, no te alteres-le dijo con calma y le acaricio la cabeza para que no se preocupara, despues de todo era como un niño.

Miro el cielo esperando que su cuerpo se recuperara, seguramente tomaria unas cuantas horas, pero despues de todo no tenia nada que hacer, ya habia dado por finalizada la guardia de esa noche.

-No me llames señor, me hace sentir viejo, puedes decirme Aoki-aclaro él con calma.

-Y no es necesario que te quedes aqui, puedes irte...-agrego luego sin dejar de ver el cielo oscuro.