Caminando por los pasillos...

-No me sucede nada... no es nada. Quizá tienes razón, sólo es cansancio. Me retiraré a dormir un rato.

Le dio un beso suave en la frente. Se levantó para dirigirse a la puerta.

-Nos veremos en un par de horas.

Si, lo esperare...que descanse bien..- le dijo dulcemente al sentir el beso de despedida.

deberia de ser todo el dia y no solo unas horas..- mientras levantaba la mano y la balanceaba para despedirse. dejandole ver una sonrisa aunque su respuesta le habia dejado intranquilo. No pregunto pues no queria oasionar mas molestias.

Salió de la habitación y se quedó reflexionando sobre lo que había sucedido. No quería que Aren se fuera.

"¿Pero qué puedo hacer?"

A la vez se sentía muy avergonzado. Besar y abrazar a un niño de esa manera, que apenas conocía... Había sido poco profesional, pero no pudo evitarlo.

"¿Qué haré contigo, Aren?" Pensó mientras se alejaba pesadamente por los pasillos para ir a descansar.

Al escuchar como la puerta se cerraba, se dejo caer pesadamente contra la cama. Ladeo el rostro de nuevo para contemplar la ventana, el cielo seguía tan oscuro como siempre pero esta vez, aunque hubiera sido por un instante ese oscuro cielo comenzaba a decolorarse.

Una sonrisa se dibujo en sus labios al tiempo en que llevaba su mano diestra a su frente y le acariciaba suavemente. No recordaba cuando había sido la ultima vez que alguien le besaba con dulzura y castidad -...puedo alcanzar el cielo..- murmuro al tiempo en que dejaba escapar un suspiro de tranquilidad.

Entrecerró los ojos pero no se durmió, aun tenia miedo de encontrarse de nuevo con aquella pesadilla que se había vuelto realidad.

Se acostó en una cama del cuarto de descanso. Intentó cerrar los ojos por un momento. Se sentía cansado, pero no quería dormir. No sabía por qué se había marchado de la habitación de Aren, pero sentía que debía darle un tiempo al niño para que pensase en sus propios problemas.

"Aren..." No podía dejar de pensar en él. Le preocupaba.

Poco a poco, pensando en el chico, se quedó dormido...

El sueño no llegaba y el rubio solo contemplaba el techo, ese lugar tan blanco que solo le causaba desagrado. Se acomodo recostándose de costado, hizo una mueca de dolor al sentir como la piel en donde tenia las costuras se rozaba con las sabanas.

Miraba como una a una de las gotas del suero bajaban por el cateter, escuchando ese ruido sordo que resonaba en su mente. Y sin mas, se vio envuelto por hojas de cerezo manchadas de color rojo. Bajo la mirada y acerco sus manos a su rostro, temblo al verlas manchadas de sangre. Su cuerpo se veia mas pequeño y los ruidos de la madera crujiendo le hicieron apartar su vista de alli. Fue tomado en brazos y cubierto con una manta,

De pronto todo quedo en silencio y la oscuridad reinaba en el lugar -...Aren...te quiero..-. El tica tac del reloj lo trajo en si. Sus ojos vailaron de un lado a otro y no se movio, aun no sabia si seguia soñando o no podia despertar de su letargo.

Despertó, sin mayor ceremonia. Había dormido sin sueños, como usualmente sucedía. Se sentó al borde de su cama. Había dormido apenas una hora. No se sentía muy cansado, pero tampoco quería seguir durmiendo. Decidió ir a ver a Aren, que fue lo que primero pasó por su mente.

Se levantó y puso su gabacha blanca. Salió del cuarto y caminó despacio en busca que Aren. Esperaba que hubiese dormido o que no tuviera pesadillas. Se sentía inquieto, sin saber por qué...

Levanto sus manos para frotarse los ojos, ya no sentia el escosor en sus heridas. Se incorporo en la cama y despacio se sento en el borde de ella. Aun era alto pcomo para bajar facilmente. Se sujeto de la barandilla para bajar desposio. El frio le recorrio pues andaba descalso pero aun asi se acerco a la ventana, la abrio y dejo entrar el aire.

Golpeo fuertemente su rostro, haciendo que un hormigueo doloroso recorriera la herida de su ceja -...al menos no estoy soñando..- murmuro intranquil, al menos ese signo de dolor le habia traido de regreso. Por su mente paso el salir de alli. Camino despasio hasta un armario buscando que ponerse y visitnedose con lentitud pues el dolor aumentaba.

Entró a la habitación donde Aren se encotraba. Vió la ventana abierta y el viento entrando con mucha fuerza. La habitación se había enfriado. Aren no estaba en su cama, lo cual lo alarmó por un momento, hasta que le vio vistiéndose. Al parecer sentía mucho dolor con cada movimiento, pues se vestía con una lentitud extrema.

Le habló suavemente desde el marco de la puerta.

-Aren... ¿Qué sucede?- Caminó despacio para acercarse al niño. Le tocó con suavidad el hombro, esperando que le escuchase.

Se sobresalto al escuchar al mayor tan cerca, nisiquiera le habia visto entrar -.. yo...solo ..ya me tengo que ir..- su voz estaba algo descompuesta -no he regresado en una noche a casa...eso le preocupara..- dijo temblando para terminar de colocarse la chaqueta.

Se agachó y le sujetó suavemente de los hombros para que le mirase a los ojos.

-Aren, no tienes por qué irte... Estás muy malherido, podrías morir...-Estaba preocupado por él. Decía en serio cada palabra que salía de tu boca.

-Quien quiera que sea... Entenderá por qué no has regresado. Aren... no te vayas...- Le abrazó y hundió su rostro en sus cabellos.

Dr. Coleen..- murmuro al sentirse de nuevo entre sus brazos -...de verdad,,, yo..yo no quiero morir aun..- tartamudeo.

Su cuerpo temblo y aun titubeante abrazo al mayor. Paso una de sus manos por sus cabellos, sorprendiendose por la suavidad de ellos y el color tan hermoso del que no se habia percatado antes. -...me, me quedare...hasta que me cure...solo que no se si él lo entienda..-

Sonrió cuando Aren acarició sus cabellos. Le estrechó entre sus brazos, y abrazó como si Aren estuviese por desaparecer. Le tomó entre sus brazos para llevarlo nuevamente a su cama.

-Descansa...- Acariciaba sus cabellos sentado al borde de la cama.

-Yo me quedaré aquí contigo, no me separaré de tí. -Se acercó para besar su frente, pero se detuvo cerca, y miró su linda cara, y su pequeña boquita. Era muy lindo, no pudo evitar pensar.

Todo parecia tan irreal, en un momento estaba tan deprimido y en el siguiente, solo con las palabras que le dirigia se sentia lleno de felicidad.. Se hizo un ovillo al estar en la cama. Lo contemplo en aa uno de sus movimientos hasta el beso de nuevo en su frente.

Por impulso elevo su mano diestra y acaricio su rostro. Se ruborizo al sentir su mirada sobre su rostro y percatarse que miraba sus labios -..ocurre algo Dr. Coleen?..- sintio como sus mejillas le ardian.

Al sentir la caricia de Aren en su rostro sintió escalofríos recorrerle en la espalda. No podía despegar sus ojos del lindo rostro del menor.

-Nada... Aren...-Decía mientras miraba sus labios. Miró cómo las mejillas de Aren enrojecían. Se acercó un poco más a sus labios.

-Yo...- Estaba sólo a unos centímetros de los labios del niño. No sabía qué hacer. Se debatía entre cerrar la distancia o alejarse como un profesional.

Trago saliba pesadamente al verle mas cerca. Podia sentir su respiracion contra su rostro. Ahora el no podia quitar la mirada de los labios del Mayor, solo veia como se movian, ocasionando que el rubos aumentara hasta enrojecer sus orejas -...Dr. Coleen...algo le ocurre..- articulo nervioso. El ambiente era extraño, se sentia nervioso per no se sentia nada mal.


(()Lo siento por haberte dejado hace rato. La luz se me fue y acabo de regresar. Lo siento..)

-Aren, yo...- Fue lo único que pudo decir antes de juntar suavemente sus labios con los del niño. Fue un beso breve, apenas un par de segundos, sólo un leve contacto.

Se separó. Se sentía avergonzado, pero también aliviado, sin saber por qué.

-Lo siento...- Agachó su cabeza. Se levantó de la cama, sin volver a mirar a Aren.


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(*Nee, no hay problema xDDD*)

Por reflejo, cerro los ojos y oprimio sus manos contra las sabanas. Sintio el suave contacto de aquellos calidos labios contra los suyos. Se sentia extraño pero no le desagradaba aquella sensacion. Cuando le sintio alejarse sus ojos se abrieron lentamente. Se sentia contento aunque no podia explicar por que.

Su sonrisa se norro cuando el Doctor se disculpo. Desvio la mirada sintiendo un dolor punsante en su pecho -..no tiene por que sentirlo...- mirmuro oprimiendo mas las sabanas en sus manos -...a..mi me gusto pero...parece que a usted no le gusto..- inquirio. Sin mas se sintio desanimado y se recosto en la cama cubriendose completamente con las sabanas y enredandose en ellas.

Se volteó para ver a Aren. Agachó la mirada al escuchar sus palabras.

-Aren... yo... es que no es correcto lo que acabo de hacer.- Se sentía terrible por lastimar al niño.

-No es que no me gustase...-Se acercó nuevamente a la cama. Se sentó en el borde.

-Aún no te conozco muy bien, ni tú a mí, y no quisiera lastimarte... Me gustó mucho besarte...- Levantó suavemente la sábana en la que Aren se había envuelto para ver su rostro.

Afirmo el agarre en las sabanas -.. ya lo se!!, ya se que lo que hicimos no es correcto...pero...- grito contra las sabanas. Cerro fuertemente sus ojos.

...sera mejor que esto no siga...- sentía como su voz se quebraba. Era extraño lo que le ocasionaba. Lagrimas solitarias comenzaron a salir de sus ojos. El movimiento de la cama le hizo morderse los labios pues no quería que le escuchara llorar.

Suspiraba entrecortado para no gimotear. Sintió el aire entrar en la burbuja que tenia con la sabana, Ladeo el rostro par ano ver al Doctor -...no nos conocemos...eso lo había olvidado...-

Pronto sintió la humedad que se esparcia sobre la almohada -... cuanto tiempo tomara en sanar estas heridas...- Levanto sus manos para secarse las lagrimas -...quiero estar solo Dr.Coleen..- dijo secamente sin despegar sus palmas de su rostro. No queria verlo por que sabia que tenia razon, eran desconocidos y encima, él ya había perdido su libertad.

Se sintió un monstruo* al ver la reacción de Aren, aunque se la esperaba. No había querido lastimarle, por eso sabía que había sido un error acercarse tanto a él en primer lugar...

-Aren, ¡lo siento!... Yo sí quería pero... El que no nos conozcamos, puede resolverse....-Se acercó un poco más. Sabía que Aren lloraba por su voz quebrada, pero que no quería que le viese...-Yo no quiero

Ante la pregunta del niño, se entristeció, porque sabía lo que significaba.

-Pues, no lo sé. Tienes heridas muy profundas. Quizá tomen un par de semanas...- Acarició sus cabellos, pero Aren se negaba a verle.

Al escuchar que quería estar solo, se sintió terrible. Pero Aren tenía derecho a tener privacidad.

-Está bien...-Besó su cabeza. No sabía como compensar lo que había hecho. Sabía que había roto algo...-Regresaré en una hora.

Se levantó suavemente. Al encontrarse en el marco de la puerta, volteó a verle. Suspiró con pesadez.
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(*Nee, de hecho lo es xDDDD*)

Escucho con atención las palabras del Doctor. Seguía mordiéndose los labios para contener aquellos ruidos ocasionados por el llanto.
Se removió un poco al sentir como el peso sobre la cama disminuía.
Al escuchar el plazo de tiempo solo asintió en silencio. Cuando se sintió solo dejo de contener su llanto. Loro hasta quedar sin voz. Se sentía impotente. Aprisionado.

Golpeaba la cama buscando sacar todo lo que sentía -...quiero desaparecer...esto que siento no es bueno..- apenas podia articular palabras entre sus sollozos. Si la recuperación tenia que tardar tanto, el rubio no sabría que hacer.

Sus ojos quedaron secos, demasiado rojos que sobresalían de su tono de piel. Miro hacia el horizonte rumbo a la ventana. Quito pesadamente las sabanas para bajar de su cama, camino despacio hasta el baño y abrio la regadera. Se giro para cerrar la puerta y comenzo a desvestirse. Necesitaba relajarse y no sabia cuanto tiempo llevaba sin bañarse.

La tina estaba llena y el agua en su punto. Entro despacio cuidando de que sus heridas no se abrieran, queria sanar pronto y tendria que hacer un sobreesfuerzo para lograrlo.

Caminó pesadamente por los pasillos. Nuevamente solo... Sentía un gran vacío al haber visto así a Aren. Incluso se arrepintió por un momento de haberle besado. No quería que se alejara, había algo en ese niño que le había alterado, encantado repentinamente...

Sintió un gran dolor en su pecho, dolor que no sentía desde hacía más de un siglo... Entró en la habitación de descanso y se sentó en el borde de la cama vacía. Sujetó su cabeza con sus dos manos... la sentía verdaderamente pesada, una gran confusión dentro de sí. No sabía cómo acercarse más a Aren después de eso...Quizá necesitaría más tiempo y que el niño se tranquilizase. Quería llevarle consigo y alejarle de su sufrimiento.

"Aren, ¿qué puedo hacer por tí...? ¡No lo sé...! ¿Cómo puedo acercarme si me dices que no puedes...? ¡Que hay alguien más y que pronto te irás!"

Apretó sus cabellos entre sus manos. ¿Cuántos años llevaba haciendo lo mismo, y ahora que aparecía alguien completamente inesperado, todo se echaba a perder? Sintió deseos de llorar pero no se lo permitió. Se recostó en la cama, y miró al techo. Esperó con ansias que los minutos pasaran, para poder ir a buscarle nuevamente... Esta vez no se retractaría.

El baño fue tranquilo que sintió como todo su cuerpo se relajaba. Hundió su cabeza en el agua, mojando por completo sus cabellos rubios. La luz de la lampara intentaba simular la luz del sol. Sonrió quebradamente mientras su pesada cabellera cubría sus ojos. Ya no hacia ningún ruido ni siquiera un quejido.

Bajo la mirada hacia aquella herida ya cocida. Se levanto como pudo pues su cuerpo ya le pesaba. Tomo una toalla y se seco, se vistió pesado con aquellas ropas que ni siquiera eran de el. Hizo algunos dobleces para que no le estorbasen .

Salio del baño y camino despacio hacia la puerta, recargo su cabeza contra la puerta. Llevo su mano a la manija para tantearla y abrirla. Seguía con la mirada baja y salio de la habitación.

Se despertó. No sabía cuánto tiempo se había quedado así. Deseaba ver a Aren y aclarar las cosas, porque hay cosas que si no se aclaran, nunca lo harán. Se sentó al borde de la cama. Miró por la ventana, el viento ya era más suave, pero aún así se sentía un poco de frío.

Se levantó con pesadez, se quedó un rato parado donde estaba. No sabía si ir a buscarle o no. Tampoco quería parecer insistente o molesto, pero el llanto de Aren sólo despertaron en él más deseo de acercarse y protegerle. Se puso su gabacha y fue de regreso a buscarle.

Al caminar nuevamente por los pasillos tenuemente iluminados, pensó que había sido una verdadera suerte que el hospital se mantuviera casi vacío la mayoría de las veces. La ciudad era un sitio sospechosamente tranquilo... Desde que comenzó a trabajar en el hospital le pareció extraño, pero nunca dijo nada porque tampoco le importaba mucho...

Llegó hasta la habitación donde Aren se encontraba. Dudó en tocar. Apoyó su frente en la puerta, pensando en lo que diría al entrar, pensando en la reacción de Aren...

"Aren, lo siento.... Aren, eres un niño muy especial y no quiero que te vayas... Aren, no sé qué hacer porque me haces sentir confundido... Aren..." Apretó los ojos con este pensamiento. Se decidió a entrar sin tocar. Giró la perilla de la puerta muy despacio, y sin hacer ruido, entró en la habitación...