Un tanto... perdido...

Se movía violentamente dentro del cuerpo del pequeño, metiéndoselo hasta el fondo, tocando su punto G varias veces sin piedad alguna, sintiendo como aquel pequeño cuerpo deseaba cada vez mas de el, sentirlo mas y mas… y eso solo aumentaba su propia lujuria y brusquedad, deseando partir en dos aquel angelical pero corrompido cuerpo que seguía penetrando cada segundo con un ritmo mas acelerado, mas salvaje, rasguñando la espalda de su preñada mascota pues una vez dentro de el pudo sentir como aquello que le había dicho no era mentira... en verdad había un niño en gestación dentro de aquel cuerpo que se estaba cogiendo salvaje pero deliciosamente.

Gime cada vez más alto, ese cuerpo... el de su amo... lo estaba penetrando lo más que podía y eso le gustaba... se relamió los labios pues los tenía resecos aguantando ese placer que le podía recorrer todo el cuerpo entero - Creo... que soy masoquista... -rie un poco por lo bajo y gime fuerte pues tocó otra vez el punto G del menor- yo soy un angel muy bueno... ¿verdad? -le mira sonrojado, sintiendo que el demonio tocaba el pequeño angel que tenía en su interior.