De vuelta al Pandemonium

Frente a las puertas del Palacio se encontraban un sin numero de Demonios que le abrian paso al soberano de aquel lugar, incluso las columnas jugaban un papel espectacular al encenderse con cada paso que Samael daba, altivo,arrogante,prepotente, asi era como lucìa el señor del Pandemonium.
Todos aquellos seres que lo recibian se abrieron a mi paso asi como Moises abriera el mar rojo, asi sucedia en el infierno en ese preciso instante, caminaba con paso firme y la mirada altiva,mas de pronto mi atenciòn quedo clavada en los ojos rojos de èl, dibuje una sonrisa y mostre mis pequeños pero filosos dientes mientras portaba con elegancia un vestido rojo entallado que resaltaba mis senos,mientras mi brillante y deslumbrante cabellera estaba suelta adornada por unas piedrecillas que parecian de fuego.

-Bienvenido...- solte haciendo una reverencia elegante para luego tenderle la mano.

Las miradas estaban fijas en nosotros, observandole tan de cerca podìa casi adivinar lo que su mirada exteriorizaba pretendidamente.