Conociendo tus dominios...*priv*

Lilith.

Los límites nunca existieron para mi, sabía muy bien que este lugar era el mas custodiado,que no permitirian que nadie se escapara,pero por supuesto,un escape era lo que menos venía a buscar. No, buscaba al único que era capaz de domarme...al menos un poco. No había tomado forma alguna, solo queria llamar su atención,primero con debiles susurros mentales..."Samael...Samael...ven aqui..." y luego con una tremenda explosión cercana al sitio que se suponia debían custodiar los demonios.
La oscuridad de este pueblo era encantadora,jamás amanecia, justo como cuando me echaron del paraiso,ningun paisaje mas romantico que aquel...Noche,fuego,la muralla que simboliza el poder demoniaco y yo...aunque aun no me dejaria ver.
-Por que tardas tanto, mi amor?- de nuevo mi melodiosa voz de la nada y directa a su mente.

La niebla era más densa y grisácea que nunca alrededor de la muralla, se elevaba como un manto envolviendo el paisaje con su presencia, y volviendo aún más impenetrable aquella oscuridad que calaba los huesos.
Llegó a aquél lugar por la conocida voz que lo llamaba. Su figura era inconfundible, sus ropas negras contrastaban con el rojo ardiente de sus ojos que atravesaban la espesa niebla. Se puso de pie detrás de la explosión.
Levantó la cabeza sin voltear, detrás de él hay innumerables tumbas de quienes intentaron cruzar la muralla para escarmiento de los habitantes.
Pero no había nadie más, ninguna presencia, sólo aquella voz en su cabeza que lo llamaba por su nombre. Sólo Lilith podía ocultarle su presencia. Pero si no era ella, se trataba de un demonio muy poderoso y muy antigüo. Sin intención de compartir el poder, desenvainó a vindictus preparándose para la batalla si era necesaria.
-¿Quién eres y porqué me llamas?- fue su pregunta directa y con voz profunda, haciendo que la muralla se reconstruyera como si diera rewind en el tiempo.

La fortaleza que explote,se volvio a reconstruir y su guardian acudia a mi llamado. Su presencia era inconfundible e incomparable. Portaba un manto oscuro,pero sus orbes rojizas como la sangre destellaban en la profunda oscuridad,incluso pude verle desenvainar a "Vindictus".

-Asi que tienes ganas de jugar,demonito...??- deje escuchar en un susurro distorsionado mientras lo observaba...- Quien soy? Soy tu, tu eres yo...yo te pertenezco, tu me perteneces...-esta vez mi voz sonó en todo su esplendor. Pero sin darle la cara aun.

-Piensas usar eso como arma contra mi? No tengo ganas de tus juguetes...-dije con simpleza y se la quite de las manos para finalmente darle la cara con su espada entre las manos...-Linda, siempre me ha gustado-respondí con gesto ambiguo saliendo de las sombras,tomando forma vistiendo un kimono oscuro con listones rosados y blancos, mi cabellera suelta como siempre y mi semblante altivo,todo alrededor tomo ese color purpura que era mi favorito.

Su semblante permaneció tranquilo, incluso cuando escuchó su respuesta.
Después de tanto tiempo, tantas circunstancias, tenía los medios y motivos para desgarrarla en pequeñas trizas. Pero era la Reina de la Noche, y toda la belleza oscura que yace dentro dentro de ella, sus misterios ocultos, hacían la vida eterna más interesante.
Bajó la guardia.
—Soy el desequilibrio que puede conducir a la destrucción. Pero eres el único ser a quien no estoy dispuesto a lastimar, lo sabes— respondió viendo cómo tomaba su espada entre aquellos delicados dedos. La miró a los ojos y avanzó unos pasos confiados hacia ella, lentos, entre la humareda de polvo que quedaba y el sonido rocoso de la muralla que aún se reconstruía.
—¿Finalmente te cansaste de jugar a las escondidas?

No me movi mas de lo necesario, solo lo suficiente para bajar su espada aun lado,pero sin soltarla.

En su mente pude leer sus pensamientos,por que tampoco era que me los ocultara o que disimulara mucho,me hicieron gracia...-Lo sé, sabes que me aprovecho un poco de eso...por decirlo de alguna forma-respondí con la vista firme en sus pupilas, sin reprimir un gesto de deseo al ver su rostro,esa cara perfecta,esa piel tersa,digna de un ángel-me acerque un poquito arrastrando su espada y tomando su cuello entre una de mis manos.

-Mi vida, pero si he estado muy cerca de ti todo el tiempo,incluso en tu cama recientemente...-me burle un poco y luego le solte dispuesta a darle la espalda- NO...-respondi tajante-ademas tampoco es que me busques mucho-dije con falsa indignación y voltee a medias para sonreirle coqueta y guiñarle un ojo.

Se quedó quieto escuchándola, sintiendo su incitante aroma. Toda ella disparaba sus sentidos. Toda ella estaba echa para el desenfreno...
—Nada te ata, nada te detiene, Lilith...— respondió detrás suyo cuando le dió la espalda con coquetería, y dio un paso más, haciendo a un lado la capa para pasar las manos por su estrecha cintura y pegarla a su cuerpo, inclinándose mientras hablaba con sus labios acariciando su oído —Eres libre para hacer lo que te plazca, para robar el aliento a los hombres, olvidarte del mundo, perderlo todo y ganarlo todo, pero siempre debes volver a mi lado, porque yo sólo tengo una reina del mal— hizo a un lado su cabellera rubia para acariciar su cuello con un dedo.

Me paralice al sentirlo pegarme a su cuerpo,su mano en mi cintura,su olor me ponía a desvariar siempre,me provocaba echarme en sus brazos y por que iba a reprimirme?

-Libre...he vivido eternamente con toda libertad,es verdad-me gire sin romper el abrazo y sin soltar su espada,cruce ambas manos detras de su cuello y la espada quedo ahi, pendiente a su espalda...-Los hombres,los demonios,todos sucumben siemore, pero digamos que por el momento me encontre una diversion aun mayor....-rei descarada...-y sabes? tu tienes que ver en ella...-bloquee mi mente por si intentaba descubrir a que me referia.

-Te extrañe...-le dije con un suspiro...-sabes que sera asi...siempre voy a venir a ti,siempre estare deseosa de ti, solo a ti te amo,mi dios de la Sangre...-respondi antes de tomar aquellos tersos,y deliciosos labios carnosos,enfrascandome en su labio inferior antes de bejar a su cuello y luego alejarme de nuevo juguetonamente.

Su lengua probó la otra, dulce y excitante hasta la locura, dejándolo con ganas de más. Parecía una terrible droga, a la que él apenas con todo su orgullo y pasión masculina se podía controlar. ¿Qué podían esperar unos demonios de bajo rango, o unos mortales? La muerte más dulce, después de haber tenido a aquella voluptuosa mujer que nunca se saciaba tras haberlos utilizado.
Soltó su cintura suavemente, mientras ella se alejaba.
—La caída de la gracia— comenzó, mientras el aire frío agitaba sus pesados ropajes, y apenas el brillo rojizo de sus ojos se hacía visible bajo la capucha oscura —eso es lo que nos costó nuestra libertad. Nunca he experimentado nada como eso, y tú lo hiciste conmigo. Debe ser nuestro destino— sonrió con un destello perverso en sus colmillos. —¿Me vas a contar tu nuevo entretenimiento?

Cuando un hombre me gustaba no hacía nada por disimular, pero cuando se trataba de mi adorado esposo,me esforzaba tanto como él cuando lo que queria era arrancarle la ropa y que me hiciera el amor hasta saciarme como solo el sabía.
-Nuestro destino es estar juntos...estamos atados por cadenas...-volvi a acercarme a él esta vez alcanzando su oido y lo lami con toda la lujuria de la que era capaz...-que jamás podremos romper...-solte la espada enterrandola aun lado y volvi a por su capa,se la quite con lentitud.
-No,aun no...solo si me convences-juguetee

Y lo siguiente fue mejor aun,desprendi la cinta rosa y la enrosque en mis hombros aflojando un poco los agarres de mis ropas,le mostre mis hombros desnudos...-tanto tiempo sin ti...-susurre...-y estar en tus dominios...me provoca tantas cosas-ahora le deje ver un poco mas de mis senos,mucho más pronunciados que los que poseia como Rem...-Tu que piensas de la reencarnación,Laurent?- ahora le llame por su nombre,el que usaba en esa ciudad.

La humedad de su lengua moviéndose con lujuria lo hizo estremecer...
notó cómo enterraba su espada en el piso, y ésta desapareció por completo en medio de una grieta de fuego, como si se la hubiera tragado la tierra con sólo su voluntad.
No perdía detalle de sus dedos quitándole la capa, y mucho menos de la visión de su hermoso cuerpo, su cuerpo de diosa, la piel suave y sonrosada como una fruta en su punto y los apetecibles pechos muy grandes y muy firmes...
Separó los labios sin atinar a decir nada a su pregunta, ella lo decía todo, y cuando expresó cómo lo necesitaba una oleada de excitación le recorrió el cuerpo...
—¿Qué te provoca?— Susurró sin querer que ella deje de hablar, y se acercó a su cuello, pegándola a su cuerpo mientras besaba con humedad su cuello, y entonces, sin poder contenerse más, le hizo un pequeño corte con sus colmillos, haciendo que una pequeña lìnea rojiza escurriera por su cuerpo, en medio de sus pechos... Le dedícó una mirada cómplice y comenzó a lamer la deliciosa línea en todo su recorrido, mientras las garras de metal de su armadura se colaban por su kimono, rompiendo de a poco su ropa delicada ropa interior.

Solte un gemidito suave cuando sus colmillos traspasaron la piel de mi cuello,mi propia sangre corriendo hasta mis pechos y su deliciosa lengua demoniaca,llena de la lujuria que sabía solo yo le provocaba recorria con esmero mis pechos. Luego respondí a su sonrisa complice con una seductora y sensual mueca...

-Me provoca ordenarte que me tomes ahora mismo,porque me deseas tanto como yo a ti..-dije jugando con sus cabellos,recorriendo su pecho con suavidad mientras las garras se movian con plena confianza destrozando mis ropas intimas, con esa delicadeza erotica que solo conmigo empleaba.Yo misma guie su mano hasta ponerlo a jugar con mi entrepierna, sin reprimir un gemido ante el roce con el metal.

-Ahh...-gemi en su oido y volvi a lamerle tomando luego sus labios con sensualidad,chupando sus labios y su lengua también podría decirse- aun eres el único que puede saciarme,mi amor??-dije con tono sensual y deje caer mi kimono a mis pies separandome apenas un poco para que pudiera deleitarse con mi visión y luego clave mis pupilas azules en aquellas orbes rojas como la sangre de manera feroz,erotica y llena de todo mi deseo,ni siquiera era necesario hablar,solo relami mis rosados labios.