Unas Vacaciones de ensueño ((privado Iori))

Llevaba semanas preparando aquello, buscando el mejor lugar, las mejores habitaciones, la comida mas sabrosa. No le importaba cuanto le costaria. Queria pasar unas inolvidables vacaciones con su amado. Tras seleccionar entre las cosas que mas le gustaban, se decanto por las aguas termales.

¿La razon? Una habitacion para ellos solos, donde nadie los interrumpiria de tipo oriental, abundante comida del mismo estilo, juego de ping pong, agradables paseos por una zona rodeada de bosque, unas pequeñas cataratas y pequeños tenderetes donde vendian practicamente cualquier cosa. Un ambiente relajado, intimo y romantico, Inmensas lagunas de agua caliente con propiedades curativas, decoradas con el rustico estilo japones y lo mas importante. Su hermoso Iori vestido con un Yukata o bañandose con una minuscula toalla que cubria solo lo necesario. Suspiro ruborizado con una sonrisa embobada.

Por fin los padres de Iori le habian permitido a este que pasara varios dias con el. Tiempo que habia contratado esas termas. Lo tenia todo listo, las maletas con la ropa, neceser con jabones, cepillo de dientes y de cabello, toallas, su tabaco de fumar, solo le faltaba su dulce amado. Se quedo sentado con el corazon latiendo desbocado a que llamara. Partirian de inmediato en su auto. Le haria ilusion? Solo le habia dicho que preparara sus maletas para pasar unos cuantos dias a un viaje de placer. Se sentia realmente nervioso y entusiasmado. Aun asi, seguia con su expresion serena de seguridad en si mismo. Desvio la mirada al reloj de pared varias veces, mientras que con el pie, tamborileaba en el suelo.

No cabia en si de la felicidad...unos dias a solas con su amado...era simplemente un sueño, lo mas hermoso que le podria haber ocurrido, tamborileo sus dedos avergonzado en una de sus maletas, sonrojandose con la idea de pasar tanto tiempo a solas con el pero la emocion podia mas que nada.

En cuanto llego a la parada bajo apresuroso, casi cayendose en el proceso pero logro mantenerse sin caer, estaba completamente nervioso, le sudaban las mano y no podia detener su sonrojo, era simplemente demasiadas cosas.

Habia hablado con su madre acerca de muchas cosas, su padre tambien le dio muchos consejos pero al final de todo ambos le pidieron que se divirtiera y la verdad les agradecia mucho su confianza.

Se detuvo tragando duro al verle, su sonrisa se ensancho y no pudo mas que correr hacia el, abrazandole con fuerza, emocionado.

-E....Edgar-san!- murmuro suavemente, apretandole en sus brazos.

Le oyo llegar. Se apresuro abriendo la puerta, contemplando como torpemente, casi caia. Hizo ademan de atraparlo entre sus brazos, suspiro aliviado al ver que lograba mantener el equilibrio. Sonrio ampliamante cuando se lanzo a sus brazos, abriendolos. trastabillo riendo suavemente, acaricio su espalda, beso sus cabellos con amor

- Mi Iori, por fin has llegado.., tenia tantas ganas..., estas listo? Lo llevas todo? Espero que te guste el lugar al que te llevare.-

No le diria lo mucho que lo llevaba preparando, hasta el punto de ir en persona para revisarlo todo, buscando lugares adecuados donde llevarle. Su corazon latia practicamente mareandole.

Se sentia inmensamente feliz, sentir los besos de Edgar en su cabello y sus caricias, era simplemente un sueño, le miro a los ojos y sonrio, dandole un beso tierno.

-si..si llevo todo, estoy listo....y...estoy seguro que me encantara...- murmuro sonrojado mirandole con adoracion, en realidad se sentia tan emocionado con aquello, era como si un millon de mariposas se hubieran instalado en su estomago.

-y...a donde iremos? - pregunto timidamente, era curioso, queria saber a donde iban.

- Es una sorpresa..-

Le guiño un ojo. Se inclino besandole los labios, disfrutando de la suavidad aterciopelada de aquella deliciosa y adictiva boca. Se relamio saboreando el nectar tomado. Se aparto para sujetar sus maletas, caminando despacio hacia sus propias maletas, las agarro juntas, caminando directo hacia el coche, medio girandose para esperarlo, sonriendo encantado.

- Tengo muchas ganas de que lo veas. Realmente no puedo creerme que te hayan dejado pasar unos dias conmigo.., es como un sueño..-

Se sonrojo ante su guiño pero muchisimo mas ante su beso, sonriendo y relamiendose sus labios mirandole embobado, era tan maravilloso, simplemente no podia creerlo, le costaba creer que el hermoso hombre era su amado.

-sorpresa....si...como usted diga...- dijo sonrojado, abrazandole estrechamente mas dejandole ir cuando le vio tomar las cosas.

-les rogue mucho a mis papas y al final accedieron...estoy muy feliz en verdad...me hace tanta ilusión...- dijo suspirando, riendo nervioso y emocionado.

- Todo sea que te guste el lugar. Esta en lo mas profundo del bosque, al pie de la montaña, pero no te dare mas pistas, tendras que descubrirlo mientras nos dirigimos hacia alla. Lo bueno es que realizaremos muchas actividades..-

De nuevo, la imagen de Iori con aquella suave y delicada figura embozado en el Yukata aparecio en su mente. Acto seguido la misma imagen pero su amado sudoroso, con el kimono abierto, mostrando su pectoral. Su rostro se encendio por el rubor.

Eres un pervertido, Edgar Pendragon, en que demonios estas pensando!?

Iori le tenia loco. Nunca habia imaginado llegar a enamorarse tan perdidamente de alguien. Tenia a su amado en mente las 24 horas de dia. Su expresion, su risa, su voz. Verle parado a su lado le hacia sonreir, lo beso una vez mas sin poder evitar abrazarlo contra si. Separandose finalmente

- Venga, entra o llegaremos al anochecer..

Escucho sus palabras y se quedo pensando un poco...al pie de la montaña en el bosque? se imaginaba un hotel...o un campamento...si era un campamento de seguro le iria mal, no llevaba ropa adecuada para ello....y si era un campamento?! no sabia que haria, le miro un tanto nervioso, notando su rostro ruborizado.

Ed-?! -no alcanzo a decir su nombre cuando este le beso y abrazo, sonrojandose con fuerza, eso fue mas que suficiente para dejarle su menten en blanco una vez mas, mirandole con el rostro sonrojado, asintiendo y entrando al auto.

Si hubiera sido una de esas caricaturas se habrian visto corazones a su alrededor volando pero no podia evitarlo, es que Edgar era demasiado hermoso, galante y caballeroso, le tenia completamente en sus manos.

Durante unos segundos, habia notado la inquietud de Iori, eso le habia preocupado, quizas su idea no le agradaria, aun que al verlo tan sonriente y satisfecho se quito los pensamientos negativos. Subio al lado del conductor, se puso el cinturon, arranco el coche y puso rumbo a las termas. Puso la radio, busco una melodia agradable, miro a Iori sonriendo.

- Cual es tu color preferido? La verdad es que nunca te lo habia preguntado, creo que estaria bien saberlo, asi como.. que sueles hacer...-

Se puso su cinturon suspirando, escuchando la radio con una sonrisa, siguiendo el ritmo con su cabeza, le escucho y sonrio, asintiendo a sus palabras.

-creo que este viaje nos servira para conocernos un poco mas...- su sonrisa se profundizo un poco mas mirandole con emocion.

-me gusta el azul...y en casa regularmente estoy leyendo o practicando violin...mama sabe tocar y me gusto, asi que me enseño desde pequeño...y usted? - dijo tranquilamente mirandole con ternura.

- solia tocar el piano, tambien la flauta y el oboe. Tome clases por.. no se, supongo que me gusta la musica, me tome muy en serio las clases de solfeo, pero cantar es mi perdicion, tengo una voz espantosa.-

Se rio un poco avergonzado.

- Me gustan los tonos frios, blancos, azules, morados, suelen atraerme, aun que no me disgusta el rojo. quizas el amarillo o el rosa, sean los colores que menos me atraen. Me gustan los aquarios, podria perderme durante horas contemplando la vida marina.., es belleza en movimiento. Los paseos nocturnos en las solitarias calles. Como bien sabes tambien se me da bien cocinar..., asi como.....................-

Se quedo en silencio. Suspiro mientras contemplaba el imponente paisaje frente a el. Con la ligera bibracion del camino bajo sus pies.

- Quizas deberia hablarte de mi familia, si realmente vamos a casarnos. Creo que es importante y es lo justo..., quizas conozcas aspectos de mi que no te gusten..-

Le escucho atentamente sonriendo, como era de esperarse Edgar era el tipo de persona refinada y de gustos exquisitos, un gran artista y un gran chef desde su punto de vista, sentia que cada dia le admiraba mas.

Su expresion se volvio un tanto confusa ante sus palabras y sonrio, tocandole la mano que estaba en la palanca para que le mirase.

-la familia uno la tiene, no la escoge, no tema decirme lo que haya pasado..si? -susurro sonriendole, queriendo darle mas confianza.

Suspiro. Tomo aire y durante unos segundos quedo en silencio, como si tratara de ordenar sus ideas o escoger sus palabras. Dejo escapar el aire en un suspiro algo mas prolongado, entonces empezo a hablar.

- Mi familia pertenece a una de las mayores mafias norteamericanas, por no decir que mi padre es el lider. Al principio, era uno de sus bounzer, un maton, siempre he tenido cabeza para negocios y estrategias, asi que so planteaba todo para blanquear dinero de forma mas rapida y eficaz frente a las autoridades, incluso teniamos a varios corruptos que aceptaban nuestro dinero para hacer la vista gorda o entorpecer la investigacion de otros. Tengo tres hermanos mayores, todos de madres distintas. El mayor de todos, juega a crear conflictos o hacer del poli bueno para que la gente colabore. El segundo y el tercero son sicarios, asesinos a sangre fria. -

Se quedo en silencio frunciendo el ceño. Nego despacio sin sentirse comodo con todo aquello, no era algo facil de explicar. No sabia como reaccionaria su amado. No tenia idea.

- Les ayudaba a conseguir la mejor forma para derrocar a familias rivales.., a policias no corruptos eh incluso apalice a mas de un inocente. Odiaba todo aquello, odiaba ese mundo. Pelee muy fuerte con mi padre, me fui sin nada, sin dinero, nada mas que mi ropa. Me oculte en Eternal, donde abri mi primer negocio despues de trabajar de cualquier cosa que caia. Me lo gane a pulso. Como siempre he tenido buen ojo para el negocio, abrimos varias sucursales en todo el mundo. Mi padre me a visitado en contadas ocasiones, para reclamar algo de dinero para que me deje en paz. Debo reconocer que no es una tasa muy alta..., asi que no me molesta del todo pagarselo. Aun asi, como puedes comprobar, no me llevo precisamente bien con mi familia. Mi hermano mayor, Maverick, siempre se burlaba de mi. Me consideraba debil, poca cosa. Melmidock..., mi pobre Melmidock, creo que en algun momento dado de su vida perdio su cordura.., no muestra jamas ningun tipo de sentimiento, parece muerto estando vivo. Era el unico que solia jugar conmigo, aun que jamas le vi sonreir.................... ni una sola vez. -

Se quedo en silencio. Apreto los dedos en el volante. Tenia miedo, le aterraba su reaccion.

Durante Edgar hablo el se quedo en silencio, escuchandole atentamente todo lo que decia, con una sonrisa leve se atrevio a hablar.

-deten el auto por favor Edgar...solo un momento...-le pidio suavemente, una vez detenido se quito el cinturon y le abrazo con fuerza contra si.

-ha pasado por muchas cosas...muchas cosas malas...pero aun asi...has logrado ser una buena persona...alguien fuerte y bueno...eres un gran jefe...y alguien maravilloso Edgar...siempre senti una admiracion hacia ti...pero ahora siento que te admiro mas que antes...-se separo un poco de el, dandole un beso suave en los labios.

-aun con un pasado asi...has logrado ser quien eres...eso es algo admirable...todos te quieren mucho, incluso en el restaurante te ven como un amigo y un padre, eres una gran persona en verdad...me siento...tan orgulloso y agradecido de ser tu novio...- dijo sonrojandose, mirandole timidamente.

Oyo sus palabras y se tenso, exactamente cuando le pidio que parara el coche. Se quedo quieto con los brazos a los lados, sin mirarle, hasta que de pronto, sintio como lo abrazaba. Parpadeo sorprendido, ruborizandose.., sus palabras calaron en su interior. Se le llenaron los ojos de lagrimas, una o dos se le escaparon.

- El afortunado aqui soy yo...., de tener a alguien tan dulce y amable, que no me juzga a pesar de todo..-

Lo abrazo contra si con mimo. Acaricio sus cabellos suavemente, lo apreto con ternura, le alzo la barbilla con dos dedos y le beso con amor.

Le miro llorar y se sintio conmovido...tenia un nudo en la garganta y asintió con suavidad, abrazandole para darle un beso suave, recogiendo sus lagrimas con sus labios.

-no puedo juzgarte por pecados que tu no cometiste...y los que cometiste no fueron por tu propio gusto...- le besa despacio, sonriendole, peinando su cabello con delicadeza.

-vamos...tenemos unas hermosas vacaciones por delante...no hay obstaculos entre ellas y nosotros -declaro suavemente, dandole un nuevo beso delicado.

Sonrio calidamente. Lo beso cargado de amor una vez mas, acariciando su rostro y sus labios con el pulgar. Se aparto tomando el volante y arranco directo a las aguas termales. Ahora se sentia mucho mejor. Se seco las lagrimas con la manga.

- Ya casi hemos llegado, mira, desde aqui se ve el edificio..-

Sonrio mirandole de reojo, no queria perderse su reaccion cuando viera aquel hermoso lugar de aspecto oriental. Pasaron un cartel que daba la bienvenida a las aguas. Aparco en la zona correspondiente.

- Sorpresa!-

No podia dejar de sonreirle, besando sus dedos con suavidad para luego dar un suspiro y acomodarse en su asiento, poniendose nuevamente el cinturon, le miro secar sus lagrimas y sonrio calidamente llevandose una mano al pecho, tratando de detener su alocado corazon.

-en serio? donde?! -pregunto riendo emocionado, observando el cartel de entrada, dio un jadeo, mirando fijamente el hermoso edificio frente a el.

-que....hermoso....es increible Edgar!! en verdad es hermoso! -rio tomandole de la mano y besandosela, no se lo podia creer, unas aguas termales, jamas habia ido a una, solo las habia visto en programas nada mas.

Sonrio satisfecho de su reaccion. Habia estado preocupado, pero al parecer la idea lo habia entusiasmado. Nada era mayor recompensa para el que ese momento. Sonrio suavemente.

- Ah..., me alegra haber acertado. Elegi la mejor habitacion. Pasaremos aqui nuestras vacaciones..., vamos..-

Se inclino para robarle un nuevo beso, mientras soltaba su cinturon. Salio del coche, caminando hasta la parte trasera, abrio el maletero, tomo el equipaje y lo cerro despues. Aguardo por Iori, sonriendo emocionado

Le miro sonriendo pero al oir lo que habia pedido se sonrojo con fuerza bajando su mirada.

-no...no debio hacerlo....con una habitacion sencilla habria bastado...-alzo en rostro cuando recibio el beso, mirandole con amor, quedando prácticamente embobado hasta que se dio cuenta qye ya no estaba en el auto, se sonrojo con fuerza y salio rapidamente del auto, quitandose el cinturon y llendo rapido a su lado.

-pe...perdon!! espere le ayudo! - dijo tomando sus maletas para que no las cargara todas el solo.

- Para nada mi amor. Has venido aqui a relajarte y a disfrutar, no permitire que cargues con las maletas. Eso te lo aseguro..-

Sonrio suavemente, cargandolas como si no pesaran nada. Tomo una bocanada del fresco aire de montaña, sonriendo satisfecho, escuchando a los grillos cantar, pues en eternal, siempre era de noche. Miro feliz a su amado, guiandole al interior de aquel pequeño paraiso, donde los conserges, vestidos con yukatas y kimonos especificos, los guiaban amablemente a sus habitaciones. Les traerian la comida a la habitacion y podrian gozar plenamente del lugar cuanto quisieran. Si necesitaban algo, bastaba pedirlo. Eso si, antes de entrar, tuvieron que quitarse los zapatos, que fueron cuidadosamente guardados en una casilla de la habitacion.

Sobre los Futones cuidadosamente arreglados, uno pegado al otro como matrimonio, habia dos Yukata de distintas medidas. Una para Iori, la otra para Edgar. Este, miro a su amado con debocion.

- Te gusta?-

Acaricio suavemente su mejilla, con el dorso de la mano.

Le miro ruborizado, siguiendole de cerca observando el lugar a su alrededor embelezado, era realmente hermoso, y no podia creer que pasaria sus vacaciones ahi con Edgar, era mucho mejor de lo que alguna vez se imagino.

Se quito los zapatos observando todo curioso, riendo levemente por la emocion, observo el lugar y los futones, sonrojandose levemente, mirando las Yukatas, escucho la pregunta de Edgar y sonrio asintiendo.

-si...me encanta...muchisimas gracias Edgar!!- dijo emocionado, abrazandose a el con fuerza, era muchisimo mejor de lo que nunca se imagino que podria ser.

Ahora que estaban tranquilamente solos. Lo tomo de la mano, sentandose en el suelo y tironeando de el para que se sentara sobre sus piernas. Acaricio su espalda con sus manos grandes, depositando un calido beso en su vientre, sobre la ropa.

- Que te apetece hacer lo primero, mi vida? TEnemos todo el dia para disfrutar de este lugar, asi como por la noche una romantica cena....., mas lo que venga despues...-

Sonrio con cierta picardia, dejandole entender a que se referia con eso de despues. Lo beso intensamente, unos segundos para mordizquear su labio inferior y dejarle responder.

Su sonrisa seguia completamente maravillado de todo aquel lugar, cuando sintio que Edgar le jalaba, sonrojandose al acomodarse sobre sus piernas, acariciandole suavemente, sonrojandose con fuerza cuando sintio que le besaba su vientre, le miro mientras el hablaba, sonrojandose intensamente cuando hablo asi.

-...yo....me...me gustaria...ir...a...las aguas termales...si...si quieres claro...- dijo avergonzado, acomodando su cabeza en su pecho.

- me parece una idea esplendida. A eso hemos venido, luego te invitare a un cafe frio o algo asi, veras que bien se siente, una vez salgamos del agua caliente...-

Beso su cuello cargado de amor, sin ganas de apartar ese suave y calido cuerpo del suyo, pero queria hacer mas cosas a parte de secuestrarlo en la cama todo el dia. Se ruborizo ante la idea. Sonrio un poco.

- Pongamonos los Yukata. Te explicare un poco como funciona, de acuerdo? -

Le miro con una calida sonrisa.

- Antes de entrar a las aguas, para que se mantengan limpias, debemos lavarnos en la parte de afuera, con agua fria. Luego entraremos en el agua caliente para relajarnos. Nos sentiremos renovados al salir..-

Aseguro acariciandole las manos.