De compras... [Libre]

Ya era por la tarde, o al menos eso marcaba su reloj, pues con la oscuridad que caía sobre la ciudad poco se diferenciaban las horas del día. Tenía que comprar la comida de la semana, pero por supuesto antes de salir de casa había paseado el maniquí por toda la residencia. Llevaba apenas el dinero justo, unos 50$ para comprar las cosas más baratas...

Caminaba por el mercado un tanto ensimismado, pensando en las cosas que teníaa que comprar. - Patatas... Tomates... Algo de pasta... - Murmuraba mientras caminaba sin fijarse demasiado por donde iba, hasta finalmente detenerse en la verdulería. - Esto... me pone... un kilo y medio de patatas y cuatro tomates... - Dijo mientras miraba todas las verduras y frutaas que allí había. Ya el dependiente lo conocía y cogió las patatas y tomates que mejor estaban y los pesó.

- Serán 5$, Damián. Toma y no te entretengas mucho no vaya a ser que tu padre se preocupe. - Dijo en tendero mientras le tendía las bolsas, las cuales Damián metió en una "carrito" que traía. - ¿Huh? Descuida. - Dijo completamente despreocupado, al menos aparentemente. Entonces cogió el carrito y salió corriendo para que no hiciera más preguntas al respecto. - ¡Bueno hasta luego! - Exclamó comenzando a correr, pero sin embargo no llegó demasiado lejos hasta que se tropezó con alguien. - Aww... - Se quejó un poco desde el suelo, pues se había caido, unque por lo menos las bolsas estaban bien. - P-perdón... no miraba por donde iba... - Le dijo a la persona con quien tropezó, siempre con respeto.

Tenía que comprar comida... para el señor... Miré el cartel de afuera de la tienda y me adentré en ella poco despues de eso. Había bastante variedad de comida... carne... verduras... fruta... pasta... pan... Cojí todo lo que creía necesario y observé detenidamente a la dependienta de la panadería...
- Cuatro barras de pan, por favor. - Dije con un tono suave y respetuoso.
La mujer me miró un poco estrañada por mi ropa, creo... yo me veía normal... pantalones de vestir negros... camisa blanca un poco desabrochada mostrando mi cuello...
Me dió lo pedido.
- ¿Eres de por aqui? Juraría no haberte visto antes... - Preguntó con un tono interesante.
- No... pero... ¿cuanto debo pagar? - cambié de tema, no tenía tiempo de pararme a hablar con gente que no me interesa lo más mínimo.
-2,50$- dijo con un tono un poco cabreado.
Le dí el dinero justo y marché hasta el otro pasillo, chocando con un niño que hiva a gran velocidad, me quedé inmune y miré al niño que ahora estaba en el suelo.
-¿Estas bien? - digo con mi tono suave, tendiendole la mano para que la cojiera y se levantara

Comenzó a elevar su rostro, con las orejas agachadas y su colita meciendose muuy lentamente, dirigiéndole una mirada esmeralda a aquel chico que le tendía la mano... La cual agarró para ayudarse a ponerse nuevamente en pie y agarrar su carrito.

- S-si, estoy bien... - Dijo aún algo cabizbajo, recojiendo su carrito y mirando que todo estubiera bien... y en efecto lo estaba. - De veras lo siento... - Se volvió a disculpar ante aquel chico, mirandolo ahora al rostro desde su altura, sacudiéndose un poco la ropa... unos shorts marrones y una camiseta algo ancha color celeste junto a unos zapatos tenis del mismo color que la camiseta. Ciertamente estaba algo asustado, no sabía con quien se había topado, ni siquiera si era o no una buena persona o si era uno de los mismos vampiros que una vez irrumpieron en su casa.

Sacudió un poco su cabecita. - ¿Donde están mismo modales? - Pensó por no haber preguntado como estaba el otro... De todos modos la culpa era del hibrido, no del humano postrado frente suya. - ¿Y tu... estás bien? - Preguntó finalmente, elevando un poco más sus orejitas y dejando quietecita su cola.

- Me alegro... - contesté al pequeño que hiba hacia su carrito, le sigo. - ¿Esta todo? -pregúnto un poco preocupado. - Si falta algo te lo pago... - finalmente el niño se aleja de el carrito, '' Parece que está todo... menos mal... '' miro al pequeño desde arriba, realmente era bajito... a continuación me pregúnto si estaba bien...
-Perfectamente... pero... te recuerdo que fuiste tú el que cayó al suelo... -le miro preocupado, pues parecia tán fragil que se podría romper en cualquier momento...
-¿En serio estás bien y no falta nada? - Si no estaba bien me preocuparía bastante... por no decir que mucho... fué a demasiada velocidad...
Le cojí de la mano y le alejé del sitio en el que estabamos, pues estorbámos en aquel sitio, cojí el carro y lo llevé al lado nuestra.

El chico ciertamente paarecíaa muy amable y bajó la guardía, tranquilizándose bastante. Cierto era que ahora que no estaba nervioso ni asustado, le comenzaba a doler un poco el traserito y lasa palmas de las manos, con lo que se lo sobó un poquito mientras caminaba de la mano con el chico.

Asintió con la cabeza. - Aham, así es, no me falta nada... - Dijo mirándolo ahora bien a su rostro, pues antes no se atrevía del todo, descubriendo el extraño color de sus ojos, los cuales miró alago descarado. Respecto a lo de estar bien... - Y si, estoy bien, solo me duele un poco el traserito y las manos... - Le respondió mirándolo aún descarado sin ser consciente de ello. - Pero en serio, no es nada... ¡Gracias! - Exclamó al final con una sonrisa en su rostro.

Al final decidió presentarse. - Bueno, me llamo Damián... - Dijo tendiendo su mano al otro.

El pequeño dice que le duele su trasero y las manos... - Dame las manos... -dije poniendo mis manos horizontalmente para que este pusiera las suyas sobre estas y poder ver si no tenía rasguños...
-Deverías ser más cuidadoso... Damian... - dice despues de que el pequeño se presentara. - Yo me llamo Shiki , encantado de conocerte... -hace una leve reverencia ante el niño. No quería hacerle daño... ni mucho menos... más bien sentía que debía protegerlo a toda costa... no se por que... pero lo sentía...

Tal y como el otro chico le dijo, posó sus manos sobre las ajenas mostrando unas manos un pelín magulladas, pero vamos, nada del otro mundo. Apenas un par de arañazos y la piel algo irritada por haberlas arrastrado un poco por el suelo, pero nada más. Se sentía un poco extraño en aquella situación, hacía mucho que nadie se preocupaba así por él y de repente se sintió algo tímido, saliendo de él un leve sonroje.

En tonces el otro chico se presentó, rompiendo la burbuja donde se había encerrado hace un segundo, ante esa sensación de protección. - ¿Huh? - Pronunció agitando un poco una de sus orejas, uniendo las palabras que acababa de escuchar. - Ah si... seré más ciudadoso... jeje - Sonrió al final. - Y-yo también estoy encantado... - Añadió luego.

- Esto... yo... espero que no te moleste que hayas perdido el tiempo aquí... por mi culpa... - Dijo lo ultimo muy bajito, pues pensó que a lo mejor tenía mejores cosas qué hcer que quedarse allí con un niño... o ni siquiera sabía si Shiki tenía o no prisa.

Me dió la mano, me sentia estraño... cojí un pañuelo y limpié sus heridas cuidadosamente para no hacerle daño y le miré a los ojos besando su mano con señal de protección.

-No me importa que pierda el tiempo contigo... realmente no tengo prisa... y me pareces curioso... asique no importa... - Le besa en la frente - Espero que no le moleste que esté aqui hablando... solo soy un humano normal... y alomejor a los de su raza les molesta... -
Suspiré y me llevé un poky entre mis labios, le miré desde arriba estrechandole la caja por si quería cojer
- ¿Gustas? - dije con mi tono suave y relajante

Ciertamente se sorprendió un poco ante las palabras del chico. ¿Relmente aún había humanos que se degradaban a sí mismos por el mero hecho de ser humanos? No lo entendía del todo, y en su rostro se reflejó esa expresión de incomprensión, agachando sus orejas... Él era casi humano despues de todo.

Un instante después negó con su cabecita, con sus orejas cánidas aún gachas. - N-no me molesta en absoluto. D-de todas maneras... mi padrastro es humano... - Dijo en presente, pues no le contaría a nadie la verdad. - Y yo... soy casi humano al fin y al cabo... - Añadió.

Entonces metió su mano en la caja, cojiendo un poky y llevándoselo también a la boca. - ¡Gracias! - Exclamó con la boca llena, aunque tapándosela con la misma mano que había cogido el poky. Aquel chico le inspiraba confianza, se sentía protegido a su lado... como si fuese uno de los padres que le fue arrebatado.

Sentía como si pudiese contárselo todo, pero no lo haría. Al menos no por ahora, pero tenía ganas de enseñarle las fotos de sus padres. - Mira, te quiero enseñar una cosa... - Dijo metiendo la mano en el bolsillo sacando la cartera y sacando luego las fotos que había dentro. - Nee ¿que te parecen? -