DISTRAYENDOSE (con ayax)

Entro en aquel bar con su aire mal humorado, su hermano menor, tenia la extraña costumbre de causarle continuos problemas, en ese momento, solo queria descansar y respirar un rato. SUs ojos se movieron por aquel local. Se humedecio los labios, camino hasta la barra y se sento cuidadosametne. Cuando el barman se acerco, hablo con voz clara y algo grave. Una voz que habia heredado de su abuelo Baal.

- Buenas noches, quisiera tomar un Jack Danniels..-

Se quedo meditabundo, contemplando a los presentes, la gran mayoria, era gente con problemas, las expresiones, eran tristes o serias, metidos en sus propios problemas. Le llamo particularmente la atencion un hombre de hermosa apariencia, pero triste gesto. No pudo evitar contemplarlo unos segundos. El aroma que desprendia le indico que se trataba de un hijo de la noche. Fue entonces que se percato de que le habia llamado la atencion por otra cosa. Parpadeo unos instantes mirandole mas descaradamente.

- Profesor Kalix?-

Se puso tenso de golpe tapandose la boca, mirandole de reojo, habia olvidado que un alumno, no deberia estar a esas horas tomando alcohol por ahi.

Se quedo en silencio unos segundos, relajandose notablemente. Aparto los dedos de su boca mirandole, ladeo ligeramente la cabeza.

- Vera, no quiero ser entrometido, tampoco incomodarlo o algo asi.., pero.., usted tiene una mirada muy triste..., se encuentra bien?-

Bueno, no le conocia demasiado, siempre habia respetado a Kalix como maestro, de ahi a mantener una charla, era muy distinto. Se sentia un poco extraño, pero aquella mirada le habia calado. No le gustaba ver esa mirada tan triste.

Le miro preocupado, no acababa de entender lo que le estaba diciendo, todo seguia igual? Le habian pasado cosas? Que habia sucedido?

Se acerco a Kalix suavemente, alargo su mano y la poso en su hombro de forma reconfortante, realmente le preocupaba, parecia terriblemente triste.

- Que le sucedio maestro? POr que esta tan triste?-

- Pienso que es alguien que pasa un mal momento, pienso que no me agrada verlo triste, no me da lastima maestro, le respeto lo suficiente como para no sentir lastima de usted...-

Explico suavemente, tomo su propio trago y dio suaves sorbos.

- Lamento ser tan entrometido, no deberia, pero no he podido evitarlo.

Parpadeo sorprendido. Sonrio un poco.

- A ver, no entiendo por que razon deberia juzgarlo, soy consciente de que todos en algun momento dado nos sentimos mal. Por un motivo o por otro..-

Nego con la cabeza.

- Si esta triste es por que le a pasado algo malo..., lamento que asi sea, me gustaria ayudarle a que se sintiera un poco mejor..-

- Esa persona debia ser un imbecil con ganas de parecer cool. Ni caso maestro, todo el mundo puede estar triste, especialmente si tiene motivos. En cualquier caso, estare encantado de acompañarle.-

Parpadeo sorprendido, sonrio mostrando sus dientes lobunos.

- En verdad ni se me habia pasado por la cabeza.

- Eh.., no hacia falta que hiciera eso, vaya, muchas gracias, la proxima vez invito yo, de acuerdo?-

Sonrio mientras se dejaba guiar por el maestro, en direccion a la que era su casa. En verdad estaba muerto de curiosidad ¿como viviria?

Sonrio un poco.

- No aceptare un no por respuesta sensei..-

Se metio suavemente en el coche, poniendose el cinturon de seguridad. Se recosto tranquilamente para aguardar a que entrara y pusiera rumbo a su casa, mientras distraidamente, miraba el ir y venir de las personas, sumado a las tenues luces de la ciudad nocturna.