Curioseando

Cómo había llegado ahí? no tenía idea, simplemente se había dejado llevar por un dulce aroma (probablemente de comida) y acabó en el mercado. Miraba curioso a su alrededor, bastantes puestos por todas partes obstruyendo el paso y quitando la poca visibilidad que las calles de aquel pueblo abandonado por Dios daban.

Después de unos minutos de recorrer el mercado, llegó a un puesto algo oscuro y dañado en comparación a los otros. Ahí extraños juguetes de madera se mostraban sobre la mesa, así como también algunas cabezas reducidas, muñecas de vudú y varias ornamentas gigantescas.

No tenía ni un mísero centavo en la bolsa, pero aun con eso se mantenía maravillado viendo los cacharros con una especie de brillo en los ojos. Las cosas en ese pueblo eran muy interesantes.

Te digo un dia que el pueblo es un lugar tenebroso y al siguiente, ya estas mirando cacharros de magia negra, tu eres tonto o te quieres jugar la vida por que si?... * suspiro, mirando al chico y cogiendo una tonteria de la mesa* Ademas de una estafa.....esto no sirve para nada...es una gilipollez...

Infló las mejillas mirándole con el seño fruncido, no le gustaba para nada el hecho de lo trataran como a un crío -yo sólo estaba viendo -dijo haciendo un pequeño puchero sin dejar de observar las cosas que aquel vendedor muy amablemente le ofrecía- y si no te gustan estas cosas qué haces por aquí? -preguntó levantando un momento su carita para verlo directo a los ojos

Paseaba por aqui, y te he visto donde este chiflado intentaba venderte un par de cosas que bien no te serviran de nada o te traeran mala suerte, sabes?..... No deberias hacer caso a tenderos como el...- Miro un colmillo que el tendero vendia- Por ejemplo te lo vende como un colmillo de lobo y es de un husky....tsss estafador..

al oír aquellas palabras, el vendedor hizo una mueca de molestia hacia el pelinegro y le extendió a Denmark una pequeña muñeca de tela con algunos alfileres clavados en el vientre, se veía algo vieja y descuidada, pero sabía que los humanos eran fáciles de convencer
- son muy bonitas estas cosas, no entiendo por qué me podrían hacer daño -sonrió olvidándose un momento de su molestia y le acercó a Fenrir la muñeca con una amplia y bella sonrisa-aunque no estoy seguro de qué es lo que sea, quiero comprar esto

Gruño de forma amenazane al tendero tirandole la muñeca a la cara -Te he dicho que es peligroso, y tu...no tienes mi paciencia, no sabes quien soy y mejor que no lo sepas....si no quieres que quite esta tienda de pacotilla....- Cogio al chico y lo saco del sitio.

El vendedor simplemente se quedó estático sin siquiera atreverse a respirar.
Por otra parte Niko no opuso resistencia cuando el mayor le jaló, no era un chico débil, pero la fuerza del Licano por alguna extraña razón mucho mayor y veía algo inútil oponerse -por qué hiciste eso? ahora ese hombre no me querrá vender nada - la verdad estaba un poco enfurruñado mirando fijamente al suelo y mordiendo sus labios. La muñeca en verdad le había parecido linda.

Primera razon, esa muñeca era de vudu, no sabes sobre quien estaba representaba, y podias liarte a pegarle pinchazos, que pueden fastidiar a otra persona, quizas ni tu, ni ese vendedor conozcais la mitad de las cosas que tiene, pero es peligroso para un muchacho como tu, ten cuidado en este pueblo chico, las cosas no son lo que parezen la mayoria de veces...- Suspiro soltando al chico, y mirandolo con algo de reprobacion.

-vudú? -pestañeó un par de veces, para después colocar una mano bajo su barbilla y ponerse a pensar en aquella palabra. Creía haberla oído antes en algún programa de televisión bastante sangriento y cruel, así que pudo comprender un poco lo que el mayor le había dicho
-está bien - dijo todavía sin mirarlo -seré más cuidadoso a partir de ahora, no quiero ir dañando a personas que ni conozco

Tranquilo....no pasa nada, solo ten mas cuidado con las ocsas de este pueblo, algunas cosas pueden ser peligrosas... - Suspiro dejando al chico cerca de una tienda de helados, parando para mirarlo.

Puso una diminuta sonrisa en el rostro. No estaba muy acostumbrado a tratar con más personas, pero estaba agradecido que el mayor le diera algunos consejos para sobrevivir en aquella extraña ciudad
-me gustan las cosas peligrosas, la sensación de no saber qué pasará después es genial... por ello es que voy a regresar a ese puesto una vez que nos separemos. No compraré la muñeca, debe haber algo mas interesante y que no dañe a nadie más que a mí - luego de haber dicho eso levantó la mirada para verlo a los ojos y dejarle claro que cada palabra dicha era verdad