Paseando perdidamente... [Libre]

"Probablemente sí..." Pensó al escucharle, mirándole con una leve y amable sonrisa.

-Por supuesto. Por cierto... ¿Cuántos años tienes? Aún pareces un chico...- Habló bajito, al ver cómo las personas le miraban. No se imaginaba qué impresión despertaría el caminar de la mano con un niño a esa hora... Volvió a mirar a Suo, estaba sonrojado, lo cual le hizo sonrojarse un poco más. ¿En qué pensaría? Se preguntó.

- Aunque no lo parezca tengo 17... pero la gente aun me trata como si fuera un niño.. dicen que a veces soy demasiado infantil -me puse una mano tras la nuca riendo tontamente con un leve sonrojo y una gotita en mi cabeza. La verdad es que no me gustaba cuando me trataban de niño pero a veces yo mismo me veía y en serio era que lo aparentaba-

Volví a tomarle su mano con las dos mías mientras más de una vez sentía como las miradas se clavaban en nosotros. Tan extraño era ver un hombre con un chico por la noche? Podían ser perfectamente hermanos o muy amigos... pues así, por qué nos miraban de ese modo? Giré mi mirada para ver al hombre y susurré para él...

- Por qué nos miran de ese modo tan extraño...?

-Oh... bueno, con razón te tratan así... Realmente te ves como un niño más pequeño...- Ríe suavemente, no porque tratase de burlarse de el o algo por el estilo, sino porque su apariencia le parecía muy graciosa y adorable. -Yo también pensé que eras más joven...- Miró hacia el cielo por un instante, desviando la mirada.

Al sentir las dos pequeñas manos de Suo sobre la suya volvió a verle por unos instantes, con una suave sonrisa en su rostro. Ignoró las miradas curiosas que se posaban sobre ambos, mirando sólo hacia el frente mientras seguían caminando. No era la primera vez que era visto de esa manera tan particular, de todos modos... Escuchó el suave susurro de Suo, respondiéndole en voz baja, igualmente.

-No es frecuente ver a un adulto y un niño juntos a esta hora... A menos que se trate, tú sabes... de algún tipo de relación amorosa... o comercial...- Se sintió incómodo al decir esto último, pero era muy probable que quienes los viesen pensasen esto. -Ignóralos, ya dejarán de vernos...- Susurró, mirándole nuevamente.

Me sonorjé levemente al escuchar eso... vaya, así que pensaban ese tipo de cosas la gente cuando nos veía.. pero quizás era lo normal, a esas horas de la noche no todos los jóvenes están despiertos para ir tomados de la mano y riendo por las calles.. seguro que habíamos dado la sensación de pareja y yo sin saberlo... Suspiré tontamente e hice caso de las palabras del hombre.

- Seguro que se cansarán de mirarnos.. tota, creo que no hay nada que esconder, así que no podemos tener pinta de "culpables" de nada.. no cree? -le volví a mirar sonriendo y aun teniendo el leve sonrojo en el rostro-

Miró las reacciones del chico, no parecía muy sorprendido, lo que era una cosa buena. Al menos no se había asustado y huído de ahí, porque quién sabe qué cosas podrían pasarle en lo oscuro. Sonrió al escucharle, le parecía gracioso que se sonrojase.

-Claro, no te preocupes... no hay por qué prestarles atención...- Le miró, y sin saber por qué un débil sonrojo apareció en sus mejillas, por lo que volvió a mirar hacia el frente. -Y bueno... ¿qué clase de cosas te gustan?- Preguntó, por no quedarse callado ante su propia reacción.

Le sonreí de nuevo y seguimos caminando durante un buen rato, dando risitas y comentarios.

- Que clase de cosas me gustan? Uhmm... -me puse el dedo índice sobre los labios y pensé- ..ah! Me gusta mucho leer, leer de todo y tambien escuchar música, de cualquier tipo, mientras dibujo. En mi tiempo libre tambien cocino e intento no destrozar la cocina... -una gotita pequeña me apareció en la sien al recordar que la última vez casi hacia explotar la cocina en un montón de arroz-

-Ya veo...- Le sonrió divertido. -Eres un muy buen estudiante, seguramente, ya que te gusta tanto leer... Cuando tenía tu edad los libros eran mi afición también, y aún lo son. Pero dado mi trabajo... bueno, no leo tanto como quisiera...- Le miró curioso al ver esa extraña gotita de sudor en su rostro. -Bueno, yo no sé cocinar... sólo... sé hacer macarrones...- Admitió en voz baja, sonrojándose un poco.

- Ah! Pero los macarrones son muy buenos! -dije automáticamente-

Así que tambien leía, ese hombre me caía muy bien, aunque ahora a mi tambien me estaba pasando, empezaría unos estudios más fuertes y lo tendría que compesnar con el trabajo asi que no sabría cuando podría tener un rato libre para leer ni que fuera media hora.

- Si quiere un dia le puedo enseñar a cocinar algo!~ -dije divertido y sonriéndole, viendo su leve sonrojo. Estaba muy lindo asi-

-Bueno, no sé si a mí me queden bien. Nunca aprendí a cocinar realmente... y no sé si te será fácil enseñarme...- Ríe bajito, mirándole aún con aquel sonrojo en sus mejillas.

Suspiró, mirando hacia otro lado para tratar que su sonrojo disminuyese un poco. Había menos gente que antes, y las miradas curiosas no eran tantas... Le miró nuevamente, con una dulce sonrisa en sus labios. -Parece que ya no nos miran tanto... ¿verdad?

- Si.. que suerte, me estaba poniendo nervioso o///o''

Le reí, mirándolo de nuevo aun con el sonrojo en mir sotro, viéndole a él tambien un leve rubor. Apoyé mi cabeza a su brazo, tomándole mejor al mano y mirando por donde estábamos pasando. A pesar de ser noche era lindo con las luces y las tiendas.

- Seguro que si que le quedan bien, ya me dejará probarlos algun dia. Y cuando quiera puedo enseñarle a cocinar, asi le devuelvo que usted me enseñe cosas de medicina -le sonreí-

Al sentir cómo apoyaba su cabecita en su brazo se ruborizó nuevamente, más no dijo nada. Se limitó a ver la luna brillante, y los faroles de las aceras, recorriendo con su vista el lugar. Apretó su mano sutilmente.

-Bueno, espero que no mueras en el intento...- Ríe divertido, intentando distraerse un poco. -Y por supuesto que te enseñaré lo que desees... Sé que aprenderás muy rápido...- Le miró por unos instantes, sonriendo.

[Si, he cambiado el tiempo verbal, que no me gusta mucho hablar en primer persona XD]

Se sonrojó un poco y frunció el ceño mirándolo enojado tontamente.

- Claro que no moriré en el intento! Sino nunca podré aprender nada más porque estaré muerto y luego sin que ninguno de los dos saldrá beneficiado..

Puso cara de chibi enojado y bufó levemente pero al oir las otras palabras del hombre y al ver que por sus tontos gritos la poca gente que habia los estaba mirando fijamente se sonrojó de vergüenza y bajó la cabeza frustrado.

- Lo siento, me puse nervioso... -suspiró ya más calmado- Y en verdad me enseñará todo lo que yo quiera? -lo miró con ojos de emocionado-

Al verle reaccionar de aquella manera no pudo evitar reír de buena gana. Le pareció divertido y tierno a la vez. Le miró curioso, sin poder dejar de reír.

-Oh bueno... no te preocupes, te enseñaré lo que quieras... Entiendo tu entusiasmo, y me alegro que lo tengas...- Dijo, intentando detener su risa poco a poco. Miró a toda la gente que les estaba observando en aquel instante, por lo que apretó la mano del menor, apurando un poco más el paso. Prefería salir de aquel lugar lleno de curiosos para que el chico estuviese más cómodo.

Notó el aumento de rapidez en el paso del hombre por lo que se puso a su misma altura de rapidez y salieron de todas esas miradas curiosas sin más. Ahora ya habia mucha menos gente y las miradas se disiparon casi todas.

- Pues si, tengo entusiasmo en aprender si viene de usted. Lo veo muy inteligente y seguro que es un gran doctor! -lo miró sonriendo y ya sintiéndose más calmado y cómodo al dejar toda esa gente atrás. En las multitudes que lo miraban se ponía verdaderamente nervioso- Y cuando me podrá enseñar algo? -la verdad era que estaba realmente emocionado, solo le faltaba dar saltitos y mover su cola como si fuera un perro en espera de que le lanzasen una pelota-

-Pues... cuando gustes...- Le miró, sonriéndole abiertamente. Se sentía más cómodo ahora que ya no habñian más miradas curiosas.

-Así está mejor, ¿no? Sin tanta gente viéndonos...- Ríe bajito, apretando un poco más su mano. Se sonrojó al escucharle halagarle de aquella manera, aunque quizá lo decía por su emoción, lo cual le parecía gracioso e infantil a la vez, y eso le agradaba mucho...

- Si. Así está mejor, me pongo algo nervioso cuando tengo muchas miradas en mi -rió tontamente con su mano libre tras la nuca-

Se estaban alejando de aquella multitud de miradas y cuchicheos del centro del pueblo. Tampoco habia tanta luz y las tiendas se iban quedando atrás. Pasó una leve brisa y el chico tomó fuerte la mano del hombre al sentir que este tambien lo hacía. Sonrió felizmente con un leve sonrojo en sus mejillas y pensó en la multitud de cosas que podría enseñarle ese hombre. "De seguro que es muy listo y tiene mucha experiencia" pensó para él.

- Vive cerca de aquí? -preguntó curioso-

-Pues, desde el sitio en que estamos en estos momentos no... Quizá algún día te enseñe mi casa...- Sonríe, mirándole sonrojar. El suave apretón que le había dado no había pasado desapercibido, pero prefería no decir nada al respecto...

-¿Y qué me dices de tí?

- Oj, yo? Yo si. vivo cerca de aqui, me acuerdo que siempre pasaba por ese centro... pero es que desde dónde me encontró no me sabía orientar.. *Suo, eres un lícano y no sabes ni diferenciar los olores del tuyo propio? Menudo lobo estás hecho...*

Se insultaba mentalmente, pues la verdad era un tanto tontito si no sabía ni orientarse con el buen olfato que tenía. Y como era vergonzoso pues no se atrevía a preguntar a nadie por miedo a que le pegaran, le robaran, le gritaran o simplemente le ignoraran, que era lo peor que le había pasado.
Aunque al ver al señor Coleen esos miedos desaparecieron y tuvo la valentía de preguntar y decirle si le podía ayudar a salir de ese apuro.

- Espero que no sea una molestia que me acompañe hasta mi casa; si la suya está muy lejos me disculpo. Quizás le molestó -le sonrió en señal de disculpa mientras el apretón de manos se volvía más amistoso-

-Ah... Ya veo...- Sonrió, mirándole divertido. -Aunque estabas bastante lejos de tu casa, si es que queda cerca de aquí...- Observó.

Al escucharle, le revolvió los cabellos cariñosamente con su otra mano. -No te preocupes... Para mí no es ninguna molestia ayudarte y acompañarte hasta tu casa. Aún eres un niño, sería peligroso que estuvieses solo cruzando la ciudad... ¿No crees?

Rió por la acción del mayor al revolverle los cabellos. Tenía ya 17 años pero si, aun era un niño. En ese sentido el hombre tenía toda la razón.

- Si, creo que le doy la razón... aunque soy tan miedica que me hubiera quedado en ese callejón oscuro a dormir... -ya una vez le pasó, al ser tan flojo y verse tan débil en un lugar dónde no conocía nadie ni nada se hacía un ovillo y se quedaba a dormir a cualquier callejón sin salida o a algun lugar cerrado.-

Luego, pensó algo. Quizás sería muy atrevido por su parte pero tenía que agradecerle de alguna forma el hecho de que el Sr. Coleen le hubiera ayudado tanto.

- Oiga.. quería preguntarle.. -se sonrojó pero puso su carita más seria.. o eso intentó- ..si le apetecería quedarse esta noche en mi casa.... Es que no se como agradecerle todo esto y.. pensé en.. esto... -bajó su voz algo avergonzado, parecía que del sonrojo le iba a salir humo de la cabeza-

-Vamos... no creo que fuera para tanto... Aunque, ¿hablas en serio? Porque no me iimagino que alguien tuviese tanto miedo como para quedarse en la calle...- Menciona diverido, revolviéndole el cabell una vez más.

Al escucharle, enarcó una ceja. La verdad es que no le parecía descabellado que el menor le pidiese eso, por lo que le pareció muy gracioso verle sonrojar de tal manera.

-Pues... Lo agradecería mucho. No me molestaría para nada...- Sonríe, mirándole simpático para que su sonrojo se calmase un poco.

- De verdad?! -se alegró mucho por ello, ahora se sentía aún en deuda pero veía que podía devolverle los favores poco a poco y a sus diferentes maneras-

Saltó dos veces y sonrió felizmente al sentir que sus cabellos eran revueltos de nuevo por ese hombre. Ahora podía parecer más infantil de lo que ya era pero le gustaba ser asi.
Señaló el final de la calle, dónde empezaban las afueras.

- Mire, allí vivo yo! -dijo alzando la voz con tono de niño pequeño y feliz-

-Ohh...- Dijo divertido, sonriendo animado al ver al chico tan emocionado.

-Bueno, entonces vamos. Ya estamos cerca...- Ríe un poco, mientras seguía caminando a paso tranquilo. Le alegraba que ya hubiesen encontrado la casa, pues aquellas no eran horas para que un niño de su edad estuviese en la calle. Sólo esperaba que los padres de Suo o algún otro adulto lo mirase extraño. Sería algo un poco incómodo, pero no importaba.

Llegaron a dicha casa. Era pequeñita pero cómoda y muy acogedora. La calidez que había allí dentro era la que necesitaba un licántropo para ir bien, así que no sabía si al hombre le molestaría, pues no sabía si era humano, demonio, vampiro, híbrido o lícano tambien. Aunque no se atrevió a preguntar para no quedar como un tonto..

- Espero que no le incomode ese calor que hay.. es que siempre tengo frío y aqui creo que es dónde se está mejor -sonrió dejando sus llaves en la mesa de la entrada- Está como en su casa, así que póngase cómodo. Quiere algo para tomar?

Entró detrás del menor. Miró la casa. Se veía acogedora y cálida. Se quedó parado cerca de la puerta, contemplando el lugar con una sonrisa en sus labios. Cuando escuchó la voz del pequeño, salió de su contemplación, por lo que le miró.

-Está bien. Me agrada el clima... es muy agradable. Gracias por invitarme...- Se quitó la gabardina. -Pues, café estaría bien, gracias...- Sonrió.