Soledad[Libre]

Como siempre buscaba ratos de tranquilidad y mas de estar con algo que en el pueblo era casi imposible de ver, si bien amaba la luna y todo eso, el solo era algo un poco único en el lugar asi trataba de ir periódicamente a ese lugar, el aroma era muy agradable y además el solo era algo muy hermoso.

Sus ojos azules se enfocaron en ese hermoso oleaje, aunque algo lo distrajo y fue un aroma y sobre todo una presencia.

- Quien esta por ahí?
Pregunto tranquilamente mirando al que llegaba.

Tras caminar durante un buen rato y empezar a mosquearse al no reconocer del todo los edificios, reconoció que se había perdido. Genial, justo lo que menos quería, bueno ya le echaría la culpa la su jefe por haberle hecho ir hasta ese lugar. Odiaba hacer las consultas a domicilio y más si no era nada urgente. ¿La gente no comprendía que su tiempo no estaba para gastarlo en sus estupideces?

Lanzó un gruñido molesto y sacó la hoja donde venía escrita la dirección. De pronto, una brisa suave, pero lo suficientemente fuerte como para arrebatarle el papel, sopló cerca de él. perfecto, ahora tenía que correr detrás de ese papel o sino estaría perdido de verdad.

Corriendo, llegó hasta una bonita playa y justo cuando alcanzó el papel, se percató de la presencia de un joven.
-¿Té sirve ti de digo que tan sólo alguien perdido?-contestó, bajando la mirada al papel.

Su mirada era serena justo como siempre, miro al hombre y persivio su aroma, un licano de eso estaba seguro.

- De mucho, no tengo que atacarte, pero para ser alguien perdido es extraño en este lugar solo vienen los que conocen los lugares, ya que esto es peligroso.

Dijo levantandose cuidadosamente, no traia camisa solo los pantalones, dejand expuesto completamente el torso y caminando descalso hacia el mirando su papel.

- tomaste la ruta equivocada, si buscas este lugar...- marco con sus dedos - deves seguir por aqui, el aroma es curioso te servira, es como un aroma a cuero y evano, eso te ayudara mientras mas fuerte sea mas proximo estas.

Dijo tranquilo con una sonrisa gentl mirandolo.

Observó al joven y miró a su alrededor. Esbozó una pequeña sonrisa maligna, ¿peligroso?, no conocía del todo aquella palabra. Aún así asintió, como si fuera a seguir su consejo.

Trató de ubicarse, mirando nuevamente el improvisado mapa y entonces encontró al otro más cerca. Le miró de arriba abajo y arqueó una ceja, al rato que se cruzaba de hombros e inclinaba la cabeza como si meditara algo.

-Vaya, veo que tienes el olfato muy desarrollado. Pero, aparte de eso, ¿por qué te descubres de esa manera si el lugar es tan peligroso como dices?-comentó en tono burlón.

Había percibido parte de su aroma, pero sólo parte. Estaba seguro que no se encontraba ante un licano, porque de lo contrario se habrían peleado con tan sólo haberse olido.

Sintio sa mirada analitica y no dijo nada, solo que ese tonito de burla le hizo responder.

- Por que cualquier cosa que pueda salir a la luz no es tan peligrosa como lo que hay ahi dentro, ademas apestas a perro remojado... pense que eres un viejo amigo que tengo por aqui eso es todo...

Dijo como regresando el comentario burlon, el no le miro de modo fastidioso como el otro lo habia hecho pero ataco de modo verbal como si no pasara nada.

Frunció el ceño molesto. ¿Ahora tenía que soportar a un muchacho insolente?, desde luego aquel día estaba pudiendo con su paciencia.

-Tranquilo, seré un perro remojado, pero al menos no tengo malas pulgas como tú. Tal vez espantaste a tu amiguito.-gruñó y le miró con arrogancia.

¿Y ahora qué? debería buscar la casa, pero no soportaba que le faltaran al respeto y quedaría como un idiota si marchaba ahora. Dio la espalda al otro, volviendo a observar el papel, con el ceño bien marcado y tratando de deducir la dirección sin aceptar las señas del contrario.

No valia mucho la pena quedarse, habia logrado otro pequeño enemigo, pero bueno eso era mejor asi, simplemente se dio la vuelta ingnorando olimpicamente cualquier comentario del otro, no dijo nada sabia en parte que los lobos eran orgullosos y de seguro ni miraria la seña que el le habia dado.

Al final simplemente se volvio a poner la camisa, ocultando las marcas de su espalda y caminando mas o menos en direccion del lycano.

- Si vas en esa direccion regresaras al pueblo... ve por donde te dije... y llegaras en 10 minutos...

Comento caminando detras de el y no con intenciones si no que era el camino al pueblo justo a su casa.

Pese a todo, aquel joven volvió a repetirle las indicaciones, eso era algo bastante educado. Frunció más el ceño, ¿acaso ahora iba a enternecerse por eso? Caminó sin mediar palabra, consciente de que el otro había tomado su mismo camino. No pensó que le siguiera, al fin y al cabo todos los caminos conducen a Roma.

De pronto se detuvo en seco, cuando percibió la presencia de alguien no muy querido por él. Rápidamente, volvió sobre sus pasos, retrocediendo antes de que esa persona le viera. Al pasar por el lado del pelinegro, le agarró del brazo y se lo llevó en su huida. Corrió en dirección contraria, ignorando las posibles quejas del que llevaba y no se detuvo hasta regresar a la playa y ocultarse tras unas rocas.

Tapó la boca del joven con la mano, a la vez que hacía un gesto para que guardara silencio, pues el hombre del que huía estaba justo al otro lado de la roca. Esperó unos instantes, sin apenas respirar y luego se aventuró a asomarse, descubriendo que ya no estaba. Suspiró aliviado.

-¿Podrías volver a repetir el camino?-dijo con torpeza.

Se removio, pataleo sintiendo el como le llevaba y se trato de remover de el hasta que sintio la presencia, el se habia quedado incluso como muerto, estaba sin respirar, sin moverse solo fijando su mirada en aquel ser algo que no le agrado.

Cuando le solto la boca inalo profundo, por lo que no habia podido respirar y le miro con casi un tic en el ojo.

-QUE MIERDAS ERA ESOOO!!!
Dijo alterado no era nada agradable y sabia que no era de ese lugar, ni lo buscaba a el si no al lycano que tenia enfrente. pero sin mas solo se conto hasta diez, no le calmo mucho en verdad le agarro de la mano y le jalo llevandolo otra vez al bosque.

- Te callaras y me seguiras y nada mas...
Dijo sintiendo aun calosfrios por lo que en apariencia les habia seguido, que no le agrado para nada.

Agachó la mirada, desaprobando el tono que había utilizado. Encima que le había salvado, conocía a ese tipo y sabía que no le importaba destazar a cualquiera que se le cruzara y más si previamente él había hablado con esa persona. No le dio tiempo a explicarse, pues el otro ya le llevaba de nuevo al bosque.

-No te enfurezcas de esa manera, tan poco ha pasado nada.- comentó, observando al joven.

Ahora que se fijaba, no se había encontrado con alguien poco agraciado precisamente, la verdad es que tenía una bonita expresión. Seguro que sonriendo era aún más lindo... volvió a fruncir el ceño, otra vez empezaba a desvariar.

-Oye, perdona. No quería meterte en problemas, por eso te llevé de nuevo a la playa. Si tienes un compromiso o algo, vete, ya me las apañaré.-dijo a modo de disculpa, desviando la mirada hacia otro lado, pues aquello no se le daba bien.

Solto un resoplico y se movio el solo los cabellos de la frente con el aliento que lanzo.

- No tengo ningun compromiso y tranquilo, te llevare con seguridad a tu lugar, este es el sendero mas calmado y secreo usalo solo cuando ocupes llegar a ese lugar, es mi cendero privado al inicio se ve peligroso pero es el mas alejado de criaturas peligrosas...

Dijo caminando aun con el llendo de la mano.

- Solo una duda... ¿Como conosiste eso...?
El sabia no era nada bueno y de seguro sobrevivio o era su cazador de dia.

- Esa maldita cosa no es nada bueno
Dijo pero olfateo, ahi estaba el aroma a cuero, ivan por buen rumbo, caminandoentre el ramerio, no tomando el sendero que estaba al lado.

Bueno, que no tuviera prisa le restaba culpa, eso empezaba a gustarle. Se dejó guiar, mientras observaba el tortuoso camino que tomaban. Sí, seguro que por ahí no les encontrarían.

-Ya veo... así que tendré que guardar el secreto de este sendero.- comentó bromeando.

Observó los ágiles movimientos del contrario, sin duda se veía que estaba acostumbrado a ese terreno y confiaba plenamente en su olfato. Le recordó a uno de esos perros graciosos de salvamento, esos peludos que van con una especie de barril en el collar.

-Eso se llama Stephan, Stephi para los amigos.- contestó sonriendo con maldad.- No te metas en su camino o te perseguirá hasta el final de sus días. Eso fue lo que me pasó a mí... sin querer maté a dos miembros de su familia... y ahora me guarda rencor.

Se encogió de hombros, como si no viera el sentido a aquello, pero como resignado por su destino.

-Por cierto, me llamo Chester, ¿Tú? me gustaría saber el nombre de mi guía.

- Curiosa cosa que te hechaste en el camino.
Dijo serio pensando que estaba preguntando de mas y a la vez respondiendo cosas, pero bueno solo le llevaria y le guiaria de regreso para evitar problemas... solo eso y nada mas...

- Soy Yvez un gusto Chester...
Dijo con una sonrisa de medio lado mientras seguia mirando el pizo por donde pasaba y al final simplemente se dejo llevar por el olfato.

- Llegamos...
Dijo al destapar el ultimo arbusto para estar en el lugar que el buscaba, y solo lo señalo con calma.

- Me apresuraria, no querras intentar regresar cuando la noche es mas intensa creeme... asi que apresurate esperare.

Finalmente el curioso recorrido llegó a su fin y apareció la casa en la que debía estar hace unas horas. Fue a dar las gracias al chico, pero el otro aseguró que era peligroso ese lugar de noche, tal vez sería por el recorrido, parecía bastante tormentoso de día y de noche no invitaba a caminar por él y más cuando se era torpe como él.

-De acuerdo, haré lo que pueda.- contestó con una leve sonrisa.

Caminó hacia la casa y llamó a la puerta. Esperó unos instantes a que abrieran y entró tranquilamente en el lugar, pese a que no le hacía nada de gracia el tipo al que tenía que tratar. Como había previsto, era el típico paciente que se preocupa por un resfriado... pensar que por poco se juega el cuello por venir hasta ahí... despachó rápidamente a la persona y salió molesto del lugar, nuevamente con el ceño fruncido.

-Tuviste suerte, no fue para tanto...- murmuró al pelinegro. Antes de que avanzara, le frenó, agarrándole de nuevo por el brazo.- ¿Tienes algo que hacer esta noche? no me gusta cenar sólo... me preguntaba si podías hacerme compañía.

Estaba cojiendo carrera apenas para salir, habia oido lo de la suerte pero se preocupaba mas por salir del lugar antes de que el sol se ocultara mas cuando sintio el jalon de la nada, la cara se le puso roja por la propuesta.

- Aaaaah??? ... e.. eso aqui ha venido ahora.
Pregunto sin dejar de verlo, aquellos hermosos ojos azul turquesa le miraban analizando cada expresion.

- Mira no tengo nada malo en contra de las cenas pero estas pidiendole compañia al chico equivocado, aunque conozco un lugar de por ahi que con un poco de dinero se sientan a escucharte toda la noche o hacer trabajos extra.
Dijo tranquilo con la cara toda roja, pensando que estaba pidiendo una propuesta algo pervertida.

¿Acaso había dicho algo malo?, volvió a repetir la propuesta mentalmente, tratando de encontrar el motivo del rubor de Yvez. Más, le miró un poco sorprendido cuando dijo lo siguiente. Primero se enfadó, para una vez que dejaba su arrogancia a un lado y trataba de ser más abierto con la gente... pero luego sonrió con cierta maldad, decidido a seguir con el tema.

-Me da pereza ir hasta ese sitio y encima estar con un desconocido. ¿No prefererías ocupar tú ese lugar?, piénsalo, te invitaría a cenar y hasta te pagaría por el trabajo extra.-respondió, clavando su mirada violeta en sus ojos y sonriendo felinamente, mostrando un pequeño colmillo.

Se puso mas rojo por la insistencia cuando le miro a los ojos, y miro aquel colmillos, a lo que respondio mostrando los propios colmillos y mirandolo con fieresa.

- No... y camina que se esta haciendo tarde y...
Sus ojos se abrieron como platos y tocio algo devil manchando sus labios de sangre, respirando agitado su mirada se torno sufrida.


- e...e.. escondete...
Su voz fue mas como una suplica cuando de la nada algo lo jalo al lado mas oscuro del bosque, desapareciendo de la vista del lycano.

La fiereza en aquella mirada era realmente atrayente, aunque sabía que nada de lo que dijo, al menos la última frase, era verdad. Tan sólo trataba de tocarle un poco la moral y hacer que escarmentara por el otro comentario.

-¿No?, no me gusta tener fama de violador, pero veo que tendré que hacer la excepción contigo y...- tan sólo había desviado su mirada un instante, al hacer un simple gesto burlón y de pronto se encontró solo. Miró hacia ambos lados, sin comprender.

-¿Yvez?-cuestionó al aire y luego volvió fruncir el ceño molesto. Menudo día aquel... ahora alguien quería quitarle la presa. Pues se iba a enterar ese alguien de con quién estaba jugando.

Gruñó y echó a correr por dónde se llevaron a Yvez, captando enseguida su rostro y percatándose del olor de otro más. Desconocía quien era, pero intuyó que sería el que se llevó al joven.

-¡Hey, tú! ¡Suelta a ese cachorro yo lo vi primero!-espetó molesto.

La figura estaba entre las sombras, mientras se noto una vaga sonrisa y una lengua serpentada lamiendo la sangre que escapaba de sus labios y corria por la comisura de sus labios resvalando por el cuello, la sombra no dijo nada, pero el que callo el ruido fue Yvez al gritar cuando el otro simplemente movio de modo maloso la garra que tenia atrevezado a Yvez y lo dejo caer al suelo enfocandose en el otro ahora.

Aquel ser era una criatura uniforme, apenas con apariencia humana genia garras que ahora estaban mancahdas de la sangre del oji azul mientras reia en apariencia y se lanzo contra el lycano abriendo las fauses con intenciones de matar.

- Corre...
Dijo una leve voz saliendo de Yvez, pero despues de eso nada.

Afiló la mirada para intentar identificar a su oponente, pero apenas pudo sacar algo lógico de lo que sus ojos le mostraban. Bueno, si aquello no era antropomorfo no tendría reparo alguno en matarlo. Observó como esbozaba lo más parecido a una sonrisa y corría hacia su persona mostrando unas tremendas fauces, no, las garras parecían más peligrosas. Tiró a un lado el maletín, con el fin de que no se rompiera el valioso instrumental y recibió a aquel ser con los brazos abiertos, literalmente.

Cuando el otro se abalanzó, sujetó su boca e hizo fuerza para evitar que la cerrara, abriendo los brazos y tratando de desencajarle la mandíbula, pero al estar en una pendiente perdió el equilibrio por el peso del contrario y ambos cayeron rodando cuesta abajo. Esquivó como pudo sus temibles garras, aunque recibió algún que otro arañazo, pero ninguna que fuera preocupante. Cuando por fin dejaron de rodar, aprovechó que había quedado sobre el bicho y le mordió el cuello con fuerza, directo a su yugular y quitándole la vida con aquel mordisco.

Escupió la sangre con molestia y subió la pendiente, siguiendo el rastro de sangre que habían dejado las garras de aquella cosa. Finalmente percibió más intenso el olor del joven y corrió hacia él preocupado. Puso sus dedos en el cuello del pelinegro, tratando de encontrarle el pulso, pues las heridas parecían bastante feas. Suspiró aliviado al ver que tenía pulso, débil, pero tenía.

-Yvez- dijo con voz grave, casi autoritaria.- No te duermas, estate tranquilo pero no te duermas.

Se quitó la camisa y la dobló varias veces, dejándola en el suelo y sosteniendo al joven hasta que apoyara ahí la cabeza y dejarle tumbado boca arriba. Se levantó a por su maletín y regresó al instante, sacando una inyección y pinchando el interior de esta en el brazo de Yvez.

-¿qué era eso?- dijo con el fin de mantener al otro distraído y asegurarse de que no se dormía, mientras desabrochaba su camisa y trataba la herida.

Apenas alzo la mirada tratando de ver al chico, de saber que estaba bien, de que no le pasaba nada pero no pudo ver nada, solo unos gruñidos y el olor putrefacto de la sangre del animal. Sabia que el otro seguia vivo, que lo que fuera que se acercara no era esa sombra y asi fue, sus ojos azules apenas abiertos le miraron.

- Estas bien...
Dijo bajo sonriendo feliz, o por asi decirlo, pues apenas podia.

- Son sombras... de.. de seres malditos...
Sus ojos se medio cerraban aunque intentaba no caer rendido.

- Es... es como ... como una serpiente-rio - cuando me jalo l... libero algo de veneno... despues de que mueres te ... te tragan...
trato de enfocarlo pero eso le fue imposible, sus ojos se nublaron y perdio el sentido, su cabeza callo y su cuerpo se aligero por completo.

-Creía que esos bichos sólo existían en las historias de terror.- comentó, inspeccionando la herida más grave que tenía. Las garras de aquel animal le habían atravesado de lo lindo, tendría suerte si no le hubiera desgarrado ningún órgano.

-Si te sirve de consuelo, el veneno no te hará ya efecto. Con la cantidad de sangre que has soltado la dosis será tan mínima que tu cuerpo lo neutralizará. Tal vez luego te duela el estómago pero...- dirigió la mirada hacia el joven, observando como su cabeza caía.- No te dije que no te durmieras...

Suspiró molesto. Quién le mandaba meterse en esos líos, pronto anochecería y serían el blanco de cualquier cazador y más con el olor a sangre. Una opción sería dejarle ahí, pero ya que se había molestado en atenderle, no le abandonaría como a un perro.

-Tienes suerte, las garras sólo te han abierto la cavidad abdominal pero apenas han rozado a los órganos.- dijo con cierta ironía, consciente de que tal vez el otro no le escuchaba.

Trató de darse prisa en coser la abertura y que no perdiera más sangre, la oscuridad dificultaba el trabajo, pero finalmente lo consiguió. Sonrió orgulloso de su habilidad y permaneció sentado al lado de Yvez, atento a todos los sonidos del lugar, preparado por si aparecía algún depredador.

-Más vale que no te muera o te aseguro que te mato otra vez.-murmuró con tono gruñón.

Abrio los ojos y escucho eso ultimo, no supo cuanto tiempo habia dormido pero logro escuchar aquel gruñido en queja de que no muriera.

- Que romantica tu declaracion pero moriremos los dos, si seguimos aqui, mejor andando.

Dijo con algo de conciencia, aunue el intento de levantarse le costo mares,sabia que tardaria mucho en ese estado en llegar asi que solo suspiro.

- Vete por el sendero por el que vinimos, no apestas aun a mi sangre asi que si algo se mueve por ahi, no te prestara atencion, vendra en busca de mi olor, asi que mejor camina yo ire despues.

Dijo serio sentado a penas mirandolo con determinacion...

- Apresurate el sol no durara mucho y de noche sera peor para ti.

Arqueó una ceja al escuchar las palabras del pelinegro y hasta llegó a sonreír cínicamente. Desvió un instante la mirada hacia el sendero que señalaba, y se quedó así durante un tiempo, como si meditara algo.

No le gustaría volver a encontrarse con otro de esos bichos feos, pero eso no quería decir que fuera a huir con el rabo entre las piernas. Se levantó y se estiró, volviendo a cruzar su mirada con Yvez.

-Por el sendero... vale, gracias.- murmuró, recogiendo su camisa y volviéndosela a poner. Sin embargo, en vez de alejarse y tomar el sendero, cargó al joven en su espalda y echó a caminar por el lugar.

-No me creo eso de que irás después. No es precisamente un rasguño lo que tienes.-dijo malhumorado.

Sonrio algo aliviado al ver que el otro se iria, pero de la nada sintio su cuerpo mas ligero, y como le alzo, sus ojos se abrieron de par en par mirandolo asombrado sin comprender que pasaba.

- Es... es.. estas loco, sabes que te seguiran, soy carnada para ellos, y el plato fuerte seras tu, esa cosa es de lo mas devil aqui, hay cosas peores, asi como tu jodido stefi asi que bajame y largooo.

Dijo molesto pero sintiendo el dolor empezar a moverse mas en su cuerpo, si bien habia hecho un exelente trabajo, su cuerpo estaba mal.

- Venga no tienes que cargar con el peso muerto, es un fastidio llevar a cuestas a otro que solo llegue a su destino no te dira ni siquiera gracias.

Dijo frio tratando de hacerle que le bajara.